La candidata demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, prometió ayer avanzar hacia una sociedad más igualitaria en un mitin con la comunidad LGBT celebrado en el sur de Florida, un estado donde las últimas encuestas muestran un empate técnico entre ella y el candidato republicano, Donald Trump.
Después de haber estrechado este sábado los lazos con los latinos en un concierto gratuito y multitudinario de Jennifer López en Miami, la ex secretaria de Estado se acercó ayer a lesbianas, homosexuales, bisexuales y transexuales (LGBT) en Wilton Mannors, al norte de Miami, para pedirles que voten. Clinton afirmó que Trump tiene un “historial terrible” en relación con la comunidad LGBT y lo acusó de querer manejar los nombramientos de la Corte Suprema para acabar con el matrimonio igualitario y eliminar las acciones ejecutivas del actual presidente, Barack Obama, que los protegen. Si llega a la Casa Blanca, Clinton tomará medidas para eliminar la discriminación hacia personas LGBT en “todos los aspectos” y avanzará para hacer de EE.UU. un “ejemplo de sociedad igualitaria”, aseguró.
También prometió que trabajará para que no vuelvan a ocurrir tragedias como la de Pulse, la discoteca gay de Orlando (Florida), donde en junio pasado un hombre armado mató a 49 personas antes de ser abatido por la policía. La candidata repitió varias veces que “no va a parar” y también reiteró la importancia de votar en estas elecciones para detener a Trump e impedir que su visión “oscura y divisora” se imponga.
Real Clear Politics, un sitio de internet que hace un promedio de los resultados de las principales encuestas publicadas de cara a las elecciones del 8 de noviembre, registró ayer un empate entre Clinton y Trump, cuando hace solo cuatro días, el 26 de octubre, daba a la candidata demócrata una ventaja de 1,6 puntos.
Sin embargo, este sondeo fue realizado los días 25 y 26 de octubre, por lo que no mide el posible impacto causado por el anuncio de la reapertura de la investigación a Clinton por el escándalo de los correos electrónicos.
Clinton no habló ayer en Winton Mannors del asunto, salvo para decir que no se va a dejar “distraer” por sus oponentes. Quien sí lo hizo fue Robby Mook, su manager de campaña, que consideró que la revisión de nuevos correos del FBI sobre el uso de un servidor privado por parte de la ex secretaria de Estado no supondrá una derrota para Clinton el 8 de noviembre. En una intervención televisiva, Mook se mostró optimista sobre las opciones de la también ex primera dama y dijo que el episodio de la repentina reapertura del asunto ha provocado en los voluntarios de la campaña una movilización mayor. “Tenemos más de 50.000 voluntarios, estamos viendo los números de registro de votación temprana. Y nos sentimos muy bien acerca de esta participación sin precedentes”, aseguró.
El director del FBI, James Comey, recomendó al Departamento de Justicia no presentar cargos criminales contra Clinton por el caso, pero este viernes envió una notificación a ocho presidentes de comités del Congreso anunciando que su agencia está investigando nuevos correos vinculados a otro caso no relacionado. El diario The New York Times publicó después que los correos fueron encontrados durante las pesquisas que está realizando el FBI sobre el excongresista Anthony Weiner, quien presuntamente habría mantenido conversaciones sexuales con menores. Weiner es el ex marido de Huma Abedin, una de las asesoras de más larga data y más cercanas a Clinton.