A sólo un día del 3 J, la marcha del Ni Una Menos que se organiza todos los años como un grito urgente para poner un freno a la violencia machista, un fallo judicial coloca el tema en el centro de la agenda pública, exhibiendo muchas de sus facetas. El delantero de Boca Sebastián Villa fue condenado a dos años y un mes de prisión en suspenso por el delito de "lesiones leves agravadas por el vínculo y por mediar violencia de género y amenazas coactivas" contra su expareja, en abril de 2020, en una vivienda de un barrio privado de la localidad bonaerense de Canning. Sólo un día atrás, el jugador colombiano había posado sonriente junto a sus compañeros de equipo en la cancha, sosteniendo una bandera con la consigna Ni Una Menos antes del comienzo del partido frente a Arsenal. El club Boca Juniors, que hasta el momento se había limitado a aclarar que posee un protocolo de prevención y acción para casos de discriminación, acoso y violencia de género, al cierre de esta edición comunicó oficialmente que el jugador "no participará de las convocatorias de las competencias" del equipo de fútbol masculino, a la espera de un "pronunciamiento judicial definitivo" (ver nota aparte). Mientras tanto, avanza en la justicia otra denuncia por violencia de género, abuso sexual y tentativa de homicidio, hecha por otra mujer, contra el jugador. En caso de que a fin de año Villa vuelva a ser encontrado culpable, podría recibir una pena de hasta 15 años de prisión.

A tres años de la denuncia de Daniela Cortés, expareja del jugador, el veredicto de la jueza Claudia Dávalos, del Juzgado Correcional N° 2 de Lomas de Zamora, impuso una pena muy similar a la que había pedido el fiscal Sergio Anauati en su alegato (dos años y tres meses). Además de la condena de cárcel --de cumplimiento condicional-- Villa deberá cumplir durante ese tiempo una serie de requisitos que le impuso la jueza: abstenerse de consumir estupefacientes o abusar del consumo de alcohol, someterse a un tratamiento psicosocial, participar de talleres enfocados en erradicar la violencia de género, fijar una residencia, someterse bimestralmente al control del Patronato de Liberados. También se le prohíbe tener contacto con Cortés o con su familia.

En su denuncia, Cortés --que declaró en el juicio de manera virtual desde Colombia--, contó que mantuvo una fuerte discusión con Villa y que él reaccionó dándole un puñetazo que la dejó indefensa en el piso, y que luego siguió agrediéndola con patadas. Aseguró, además, que no fue un hecho aislado y que Villa había repetido varias manifestaciones de violencia física y psicológica.

Para la jueza quedó probado el hecho de violencia que denunció Cortés, no sólo por la propia declaración de la víctima, sino por otras pruebas como los peritajes médicos a pocas horas del hecho, y los mensajes de texto que ella envió a otro jugador, amigo de Villa, en el que relata el episodio.

La estrategia de defensa de Villa fue la de negar absolutamente todo: aseguró que su ex pareja estaba inventado el episodio porque él se había negado "a seguir dándole dinero". “Daniela me pedía plata constantemente. Le pagué una operación estética de 14 mil dólares”, fue una de las frases del delantero en el juicio. En la sexta audiencia del juicio presentó incluso un video que muestra una discusión de pareja, intentando mostrar que la mujer era la violenta en la relación. Aseguró que sufrió “episodios violentos por parte de ella” y que tuvo que “usar camisetas de manga larga” para que sus compañeros “no vean lo lastimado que estaba por los golpes que recibía” en su casa.

Nada de esto fue tomado como real en la causa. Las pruebas de que la violencia de género efectivamente existió, en cambio, se acumularon a lo largo de tres años de investigación, en los que el expediente se nutrió de testimonios, chats, audios, fotografías y pericias de todo tipo

A fin de año Villa deberá afrontar el segundo juicio, en el que Rocío Tamara Doldán denunció al futbolista en mayo de 2022 por un episodio que ocurrió en junio de 2021. El caso lo lleva adelante el juez de Garantías N° 2 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora, Javier Maffucci Moore.