El oficial de la Policía de la Ciudad, Facundo Matías Torres, señalado como quien ayudó a plantar el arma de juguete en el auto en el que iba Lucas González junto a sus tres amigos cuando fueron atacados a tiros por una brigada de la policía porteña, fue detenido este sábado en su casa de la localidad de Llavallol, informaron fuentes judiciales. Será indagado este lunes.

Torres había sido señalado en la audiencia del jueves -en el juicio oral por el crimen de Lucas- por el principal Héctor Claudio Cuevas, quien aseguró ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 25, que el oficial, aquel día, llegó a la escena del crimen en una moto y colaboró con el oficial Gabriel Alejandro Issasi, en la maniobra para que todo pasara como un "enfrentamiento".

Fuentes judiciales confirmaron que el pedido de detención de Torres fue solicitado este viernes por el fiscal Leonel Gómez Barbella y por el abogado Gregorio Dalbón, que representa a la familia del adolescente asesinado.

Imagen clave donde se ve al oficial Issasi acusado del crimen junto al oficial Torres, que confirma lo que reveló el principal Cuevas. Imagen del expediente judicial.

Se rompió el pacto de silencio

El jueves, el principal Cuevas, que trabajaba en la Comuna 4D, y uno de los acusados por el encubrimiento del homicidio, señaló a Torres como la persona que plantó la pistola de juguete en el auto donde iban Lucas y sus amigos para instalar la versión del "enfrentamiento armado".

"Es Isassi", dijo Cuevas a los jueces del Tribunal, apuntando contra uno de los tres agentes de brigada imputados por el homicidio agravado del adolescente, que esa mañana volvía de entrenar en Barracas Central. 

Cuevas también dijo que el subcomisario Roberto Inca, superior de la brigada, fue quien le ordenó a Isassi que plantara el arma. Según Cuevas, vio al oficial Issasi cuando "tira el arma" en la parte trasera del vehículo, un  Volkswagen Suran -en el que iban Lucas, Julián Salas (19), Joaquín Zuñiga (19), y Niven Huanca (19)-, que estaba abierto. Y que la orden del subcomisario Inca fue "anda a poner eso".

Cuevas aseguró que él estaba en la escena del crimen, en la esquina de Iriarte y Vélez Sarsfield, en Barracas, donde ocurrió la balacera contra el Suran, el 17 de noviembre de 2021. Dijo que primero llegó al lugar el subcomisario Inca, quien daba órdenes a los policías que estaban allí. Y que después, llegó "un oficial de apellido Torres" al que le decían "Cachorro", en una moto, junto a otro hombre vestido de civil y con "gorrita blanca".

El principal Cuevas fue uno de los primeros en llegar a esa esquina, donde Lucas estaba agonizando y sus amigos pidiendo auxilio. Fue él quien ordenó que los esposaran "porque creí en la modulación de mi compañero del enfrentamiento armado y en que los masculinos se daban a la fuga", dijo ante el Tribunal.

De los 14 policías imputados por este crimen, Cuevas es el único marcado por los perros de rastreo en las pruebas odoríferas que se le realizaron a la pistola de juguete.

Dalbón y los fiscales Guillermo De la Fuente y Gómez Barbella solicitaron a la Oficina de Transparencia de la Policía de la Ciudad informes sobre la geolocalización de la moto del efectivo Torres y de su celular para chequear los datos aportados por el principal. 

El informe comprobó que Torres se desplazó por la zona en donde se produjo el crimen y también se dirigió ida y vuelta a la Comisaría Vecinal 4D.

Tras ser detenido, quedó alojado en una dependencia policial y será indagado el próximo lunes a las 10 por la jueza Vanesa Peluffo, a cargo del Juzgado Criminal y Correccional 7.

Cómo ocurrió el crimen de Lucas González

El crimen del adolescente, que juagaba en las divisiones inferiores del club Barracas Central, fue el 17 de noviembre de 2021, después de un entrenamiento, cuando se desplazaba junto a tres amigos que se habían ido a probar al club, en un Volkswagen Suran, que era del padre de uno de ellos.

A las pocas cuadras, se bajaron a comprar jugo y galletitas en un quiosco, y cuando siguieron camino, fueron interceptados por un Nissan Tiida en el que circulaban tres policías de la Brigada 6 de la Comuna 4 de la Policía porteña, de civil y sin las luces reglamentarias del auto, que les hicieron señas para que se detengan.

Como no mostraron ninguna identificación policial, los chicos creyeron que les iban a robar e intentaron escapar, por lo que los oficiales dispararon contra el auto y un balazo impactó en la cabeza de Lucas, que murió al día siguiente en el Hospital El Cruce de Florencio Varela.

Tras disparar contra los jóvenes, los policías intentaron simular que se había tratado de un enfrentamiento con delincuentes, maniobra a la que se sumaron otros efectivos para encubrir el hecho y además, "plantaron" un arma de juguete en el auto de las víctimas.