El oficial de la Policía de la Ciudad detenido el sábado pasado tras ser señalado durante el juicio por el asesinato de Lucas González como quien trasladó a quien portaba el arma de plástico plantada en el auto de los adolescentes, será indagado hoy. La imputación inicial es de encubrimiento del homicidio.

Se trata del oficial Facundo Matías Torres, quien será interrogado a partir de las 10 en la sede de los tribunales porteños, ubicados en Talcahuano 550, por la jueza Vanesa Peluffo, a cargo del Juzgado Criminal y Correccional 7, y por el fiscal Leonel Gómez Barbella, quien instruyó la causa por el crimen del adolescente.

Fuentes judiciales confirmaron que el fiscal le imputa al policía la coautoría de los delitos de "falsedad ideológica, privación ilegal de la libertad agravada por abuso funcional y sin previsión de la ley, encubrimiento agravado por la condición de funcionario público y por ser el delito precedente especialmente grave e imposición de torturas" en perjuicio de los tres amigos de Lucas.

Torres, alias "Cachorro", fue involucrado en la causa el jueves último por el principal de la Comuna 4D Héctor Claudio Cuevas (50), detenido y sometido a juicio por los mismos delitos, quien al pedir declarar ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 25 lo señaló como uno de los policías que ayudó a plantar el arma en el auto en el que iban los chicos con el fin de simular un enfrentamiento con supuestos delincuentes.

De acuerdo a la declaración de Cuevas, ese día Torres arribó a la escena del crimen en una moto y colaboró con el oficial Gabriel Alejandro Issasi (41), uno de los tres policías acusados del homicidio de Lucas, en la maniobra de encubrimiento.

Siempre según su relato, Issasi fue quien "tira el arma" en la parte trasera del vehículo, luego de que otro de los policías enjuiciados, el subcomisario Roberto Orlando Inca (47), le dijera "anda a poner eso".

Luego, declaró Cuevas, la misma persona se acercó hasta la parte trasera del Volkswagen Suran -en el que iban Lucas, Julián Salas (19), Joaquín Zuñiga (19), y Niven Huanca (19)-, que estaba abierto y "tira el arma".

Ante la declaración del principal, se solicitó a la Oficina de Transparencia de la Policía de la Ciudad informes sobre la geolocalización de la moto del efectivo Torres y de su celular para chequear los datos aportados por el principal arrepentido, lo que arrojó información de que ese policía efectivamente se desplazó por la zona en donde se produjo el crimen y también se dirigió ida y vuelta a la Comisaría Vecinal 4D, donde se cree que se apoderó de la réplica de pistola que luego fue plantada.

Asimismo, una cámara de seguridad registró el paso de una moto de la Policía de la Ciudad, la cual sería conducida por Torres, y cuyo acompañante es Isassi, lo que puede corroborarse mediante la vestimenta que presentaba el día del hecho.

El juicio continuará mañana, cuando se espera que, tal como lo adelantaron varios defensores, declaren otros policías acusados. Además de Issasi, al debate llegaron imputados por el homicidio de Lucas y la tentativa de homicidio de sus amigos el oficial mayor Fabián Andrés López (48) y el oficial Juan José Nieva (37).

El crimen del jugador de las divisiones inferiores del club Barracas Central fue cometido el 17 de noviembre de 2021 cuando iba junto a sus amigos a bordo de un Volkswagen Suran que fue interceptado en Iriarte y Vélez Sarsfield por un Nissan Tiida en el que circulaban tres policías de la Brigada 6 de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad que les hicieron señas para detenerse. Como no tenían identificación policial, los chicos pensaron que podían ser ladrones e intentaron escapar, momento en que los efectivos les dispararon y un balazo impactó en la cabeza de Lucas, quien murió al día siguiente en el hospital El Cruce de Florencio Varela.

De acuerdo con la investigación, tras disparar contra los jóvenes, los policías intentaron simular que se había tratado de un enfrentamiento con delincuentes, maniobra a la que se habrían sumado otros efectivos, que "plantaron" un arma en el auto de las víctimas. 

A los tres miembros de la Brigada la Justicia les adjudica la coautoría del delito de "homicidio agravado por haber sido cometido con alevosía, por placer, por odio racial, por el concurso premeditado de dos o más personas y por cometerse abusando de su función o cargo por un miembro de una fuerza policial".

Además, enfrentan cargos por "tentativa de homicidio agravado, falsedad ideológica y privación ilegal de la libertad agravada por abuso funcional y sin previsión de la ley", en el caso de los amigos de Lucas. 

En tanto, otros 11 policías de la Ciudad, también detenidos, son juzgados por el encubrimiento del crimen de Lucas y las torturas a las que fueron sometidos los otros chicos. Se trata del comisario inspector del Departamento Comunal Vecinal 4 Daniel Alberto Santana (50); el comisario de la Comuna Vecinal 4A, Rodolfo Alejandro Ozán (54); el comisario de la Comisaría Vecinal 4D, Fabián Alberto Du Santos (51); el comisario de la Comuna 4D, Ramón Jesús Chocobar (48) y el comisario Juan Horacio Romero (51) y el subcomisario Inca, ambos de la División Sumarios y Brigadas de la Comuna 4.

También son juzgados el principal Cuevas y los oficiales de la Comisaría Vecinal 4D Sebastián Jorge Baidón (28), Jonathan Alexis Martínez (34), Ángel Darío Arévalos (34) y Daniel Rubén Espinosa (33).