La utilización de la capacidad instalada se ubicó en junio en el 67,1 por ciento, 2,2 puntos porcentuales más que en el mismo período del año pasado y 1,3 puntos por encima de mayo, informó ayer el Indec. Se trata del mejor registro del semestre y el más alto desde noviembre último (68,4). Los rubros con mayor nivel de utilización de sus instalaciones fueron refinación del petróleo, productos minerales no metálicos, textiles, caucho y plástico, edición e impresión y la industria automotriz, detalla el informe oficial. El dato contempla supuestas inversiones, que amplían la capacidad instalada, pero también la destrucción de fábricas que reduce la muestra. 

El informe mide la proporción utilizada, en términos porcentuales, de la capacidad productiva del sector industrial. Para su cálculo se tiene en cuenta cuál es efectivamente la producción máxima que cada sector puede obtener con la capacidad instalada. Con la última modificación realizada por la gestión actual en el Indec, la serie construida tiene un corte en octubre de 2015 y luego arranca con datos desde enero de 2017. En este cotejo, el cierre de industrias explica en buena medida que la capacidad instalada remanente sea utilizada en mayor proporción. El promedio de los últimos años exhibió para la utilización de la capacidad instalada un 78 por ciento en 2011, 73 en 2012, 71 en 2013, 69 en 2014, 68 en 2015 y 64 el año pasado.

En junio los bloques sectoriales que presentan niveles de utilización de la capacidad instalada superiores al nivel general fueron la refinación de petróleo (86,4 por ciento), papel y cartón (77,0), productos minerales no metálicos (76,7), del tabaco (76,1), industrias metálicas básicas (73,7) y las sustancias y productos químicos (67,5). Por otra parte, los bloques sectoriales que se ubican por debajo del nivel general de la industria son productos textiles (66,2), caucho y plástico (65,8), los productos alimenticios y bebidas (64,3), edición e impresión (63,1), la metalmecánica excepto automotores (58,6) y la industria automotriz (55,0).

La mayor utilización de la capacidad instalada de los segmentos fabricantes de productos minerales no metálicos y de productos de caucho y plástico se explica, según el informe, por una mejora en el desempeño de la actividad de la construcción, que impulsa tanto el aumento en la producción de cemento y otros materiales de construcción como un mayor nivel de elaboración de manufacturas de plástico. “Además, en el sector transformador de materias primas plásticas se refleja la mayor demanda por parte del sector autopartista y de la actividad agrícola, que presenta un mayor dinamismo en la demanda de silobolsas”, añade el informe de la entidad que dirige Jorge Todesca. En el caso de la edición e impresión, el aumento se origina principalmente por el crecimiento en envases y embalajes demandados principalmente por la industria alimenticia.