“Hoy la Ciudad de Buenos Aires es el reflejo de la crisis económica producto de las políticas nacionales”, aseguró a PáginaI12 la precandidata a diputada de Unidad Porteña Gabriela Cerruti. En los últimos días de campaña para las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias la periodista que va segunda en la lista kirchnerista destacó que “hay un grupo muy chiquito en este país que es al que le está yendo muy bien”, apuntando a “los funcionarios de este gobierno y sus familias”, y reclamó que Santiago Maldonado, desaparecido después de participar de una protesta en Chubut, “tiene que aparecer con vida y el Estado tiene que hacerse responsable de que aparezca lo más rápido”.

–La campaña se acerca al final. ¿Cómo sintió la recepción de los porteños en el  distrito que le dio vida al macrismo?

–En campaña anteriores siempre llegabas y los comercios estaban llenos, te hablan de que funcionaba mejor o peor el Ahora Doce, de que le habían puesto la bicisenda enfrente o de si el metrobus o el subte. Hoy es “yo cerré mi negocio, tuve que echar a todos mis empleados y me quedé yo solo con mi hija.” Por ejemplo, los hospitales en la ciudad funcionan mal y ahora se suma que la gente va a pedir medicamentos porque no tiene con qué pagar y el PAMI no se los cubre más. Hoy la ciudad de Buenos Aires es el reflejo de la crisis económica producto de las políticas nacionales.

–El peronismo suele hacer pie en actos multitudinarios en sus campañas. ¿Hubo un cambio de estrategia?

–En esta campaña en particular no hablamos nosotros los candidatos, hablaron los ciudadanos. Lo que hacemos es recoger los testimonios y a su vez amplificarlos para que a través de nuestra voz se pueda escuchar la voz de ellos. Me parece que tiene un doble efecto: por lado amplifica la voz de cada uno pero al mismo tiempo y por otro arma el rompecabezas porque si no parece que la crisis pegó individualmente. Cuando uno recoge los testimonios se va conformando un mosaico en la que cada una de las personas configuran la historia de crisis que está viviendo la población. El que tiene una juguetería te dice: “y claro si la gente no tiene para comer, no va a comprar un juguete” o en la carnicería que nos dijeron que la gente ya no compra por kilo, sino por veinte pesos. Cada uno piensa que está inmerso en una crisis particular y en realidad la crisis que está muy extendida. El grupo socioeconómico al que pertenecen los funcionarios de este gobierno es al único que le va bien con este modelo. Hay un grupo muy chiquito en este país que es al que le está yendo muy bien.

–¿Hubo que buscarlos o se acercaron los vecinos para plantear sus vivencias por la crisis?

–La gente tiene muchas ganas de hablar, de contar, de encontrar a alguien que lo escuche. La sensación de que este es un gobierno que no escucha está muy instalada, de que es un gobierno que habla para otras personas. Lo que nos dicen es que en este gobierno no hay nadie que viva con un sueldo porque no saben lo que es llegar al 15 y no tener un peso. O que se te vaya todo en pagar las tarifas, las compras del supermercado, etc. Esta es una campaña en la que hemos generado una confianza, un ida y vuelta muy interesante.

–¿Qué representa Unidad Porteña en estas elecciones?

–Unidad Ciudadana es una nueva manera de hacer política, no un nuevo espacio político. Es una forma que a mi me gusta mucho porque me parece más femenina, más circular, de más diálogo, de conversación, de recoger historias y tejerlas, de ayudarnos a que la voces se escuchen más fuerte. Esta es una ciudad en la que el grito de una mujer se convierte en Ni una menos, el de una madre en el de las Madres de Plaza de Mayo, donde la voz de las mujeres amplificada ha generado cambios extraordinarios y transformadores. Cada una de esas historias que son al mismo tiempo historias de cómo las atraviesa la crisis, pero también de fortaleza y mucha esperanza.

–¿Qué piensa de la desaparición de Santiago Maldonado?

–Santiago Maldonado tiene que aparecer con vida. Lo de Santiago Maldonado es una desaparición en democracia. Este chico tiene que aparecer con vida y el Estado tiene que hacerse responsable de que aparezca lo más rápido y con vida.