Safo de Lesbos, madre, antisantísima de todas nosotras cuyos versos eternos bautizaron esta herejía torteril. ¿Cuánto acaso sabemos de ella? Además de este nombrarse que nació como gentilicio, de la isla de Lesbos y esos versos que cobijaron temprano nuestro amor de chicas. ¿Quién era esa poeta que resonó y fue laureada por toda la Antigüedad, que vivió hace 2600 años y, sobre la que aún se escucha? ¿La que causó  el escándalo durante siglos considerada como poeta-cantante, sacerdotisa o prostituta, sin duda una llamativa mezcla de música, sexo y religión?

Safo reencarna en la piel de Daniela Horovitz, al menos los domingos en un espectáculo vibrante: El Dulce Amargo, Canciones de Safo. Cantante y música, con un recorrido artístico a nivel nacional e internacional, y parte de La Impertinente Señorita Orquesta, Horovitz en un arrebato sofisticado y panorámico logra algo único. 

El espectáculo desde el minuto uno nos sumerge en una sala donde suenan olas rompiéndose contra las rocas, para de pronto hacer surgir entre niebla y oscuridad: a la lira y a la mismísima Safo, llevando un vestido delicadísimo rematado con botas punk negras de charol. Así, la Safo-Horovitz con lira en mano inicia un recorrido que busca no sólo iluminar, si no desplegar el abanico de todo eso que rodeó a la figura de la poeta. En busca de la música perdida, pone ritmos y sonido pasando por milonga, ranchera, vals, bolero, recitación, tango furioso, sumergiendo todo en una performance arrolladora que da cuenta de la complejidad y riqueza de Safo.

Safo fue profeta en su tierra y en su época, ¿no es cierto?

Daniela Horovitz: Mirá. En las vasijas antiguas que solo tenían figuras de hombres o mujeres mitológicas como diosas, de repente aparece Safo donde le dan una corona de ciudadana ilustre. Esto es impensable para la época, para una mujer, muy fuerte. Imagínate que acá recién hace unos años tuvimos un billete de Evita.

¿Cómo puede entenderse qué era el amor para Safo?

-Bueno, ella fue la que creó el concepto gluku-pikron, y es la primera vez que se va a hablar del en esos términos. gluku, es dulce, pikron, amargo. Pero se traduce mal, por ejemplo: al inglés, bittersweet o sea agridulce, ¡pero no! Porque primero es dulce el amor y después amargo. Ella habla de esto, y es lo que me interesa retomar pero lo que me fascina es la vuelta alegre en su mirada. No nostálgica y melancólica. Ella no es un tango (risas). 

¿Se sabe algo de los amores de Safo?

-Se enamoró muchas veces, era enamoradiza, y llora por estas jóvenes que se van de su lado a casarse, porque era la norma casarse pero dice “de verdad morir yo quiero / porque aquella se fue llorando de mí / Y al marchar me decía: ay, Safo, / que terrible dolor el nuestro / que sin yo quererlo me voy de ti. /Pero yo respondí entonces: / no me olvides y vete alegre / sabes bien el amor que por ti sentí / y, si no, recordarte quiero,/ por si acaso a olvidarlo llegas,/ cuanto hermoso a las dos nos pasó y feliz...” y enumera acá todo lo bello que vivieron. Si bien se van ellas, Safo revindica ese amor vivido.

¿Qué fue lo que te motivó a querer vibrar a Safo? 

-Quiero mostrar las distintas partes, las facetas de quien fue y lo que entendemos de ella. Fui a buscar sus poemas, sus palabras y de ahí les compuse la música, desde ese disfrute que percibimos en su obra, donde escribe sobre todo lo que le pasa, sobre sus sentimientos, emociones. Ella está extasiada con lo que percibe. Y eso no cambió, y es lo que la vuelve tan actual. Yo voy buscando respuesta sobre quién fue Safo: ¿la primera poeta, una sacerdotisa, una vampiresa, una enamorada de las mujeres, de la belleza, una heroína trágica, una cantante erótica o de bodas, o la primera feminista? En las canciones voy dando respuestas a estos interrogantes. 

¿Por qué revivirla hoy?

-Es muy importante tomarla a Safo como baluarte artístico, como reivindicación desde su lugar de mujer que hacía y decía lo que pensaba, y no le importaba nada de lo establecido. Eso es lo que también me interesa mostrar. En lo personal mi encuentro con Safo fue hace 15 años en mi librería favorita Edipo. Allí, vi un libro con unos dibujos sugerentes de mujeres danzando y una palabra que lo abarcaba todo: Safo. Di vuelta al libro y leí: yo te buscaba y llegaste / Y has refrescado mi alma / que ardía de ausencia. Y, así nació mi admiración.

Para les curioses, hoy Skala Eressos, donde nació Safo en Lesbos y casi el pueblo torta del planeta, celebra en septiembre el mayor festival lésbico del mundo en honor a su poeta. Viva la tradición.l

Domingos a las 16.30, El Extranjero Teatro, Valentín Gómez 3378.