Traficantes de personas arrojaron a unos 300 migrantes al mar frente a las costas de Yemen en apenas 24 horas y causaron decenas de muertos o desaparecidos, en una nueva demostración del trato inhumano que reciben estos candidatos al exilio.

Varios migrantes fallecieron y 50 desaparecieron ayer en el mar frente a la provincia de Chabua (sur de Yemen), en el segundo episodio de este tipo desde el miércoles, indicó la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Según la misma fuente, los traficantes de humanos tiraron por la borda de sus embarcaciones a un total de 180 personas procedentes de Somalia y Etiopía. “Hemos enviado a nuestros equipos a la zona. Veinticinco pasajeros (heridos) del barco están siendo atendidos en la costa de Yemen”, declaró una portavoz de la organización.

A su vez, otros 120 migrantes de los mismos países fueron arrojados al mar cerca de la costa de Chabua, recordó la OIM, que calcula que murieron 50 personas, aunque sólo se encontraron hasta ahora 29 cadáveres. La OIM dice trabajará con el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para darle sepultura a los muertos y ayudar a los sobrevivientes. Los migrantes procedentes del Cuerno de África siguen dirigiéndose a Yemen, un país pobre y devastado por la guerra, con la esperanza de llegar a los países más ricos del Golfo Pérsico, según la OIM.

“Los sobrevientes les dijeron a nuestros colegas en la playa que los traficantes les habían pedido que se tiraran al mar tras avistar lo que parecía ser representantes de las autoridades”, explicó Laurent de Boeck, responsable de la misión de la OIM, al hablar de lo ocurrido ayer. “También nos contaron que los traficantes habían retomado el camino hacia Somalia para continuar el mismo tráfico y traer a más migrantes a Yemen”, añadió. “Es indignante e inhumano. El sufrimiento de los migrantes en esta ruta es inmenso. Muchos jóvenes pagan a los traficantes con la esperanza de tener una vida mejor”, añadió el responsable, que estimó que la edad media de los migrantes es de 16 años.

El tráfico de seres humanos entre Somalia, donde la autoridad del Estado es casi nula, y Yemen, que sufre una situación similar, jamás cesó. La OIM calcula que 55 mil migrantes llegaron a Yemen procedentes del Cuerno de África desde comienzos del 2017. Más de 30 mil de estos nuevos migrantes tienen menos de 18 años. La OIM se sorprendió al ver que el tráfico de migrantes proseguía a pesar de los fuertes vientos que azotan al Océano Índico en esta temporada. 

En Yemen, donde rebeldes chiítas hutíes, apoyados por Irán, enfrentan a las fuerzas gubernamentales prosauditas desde hace tres años, hay numerosos campos con miles de migrantes africanos. La guerra causó cerca de 8.400 muertos y unos 48 mil heridos desde la intervención, en marzo del 2015, de una coalición árabe liderada por Arabia Saudita, en apoyo a las fuerzas gubernamentales, según el último balance de la Organización Mundial de la Salud (OMS). 

La ONU asegura que Yemen, donde una epidemia de cólera dejó más de 1.900 muertos, es escenario de la mayor crisis humanitaria en el mundo. Algunos migrantes africanos fueron incluso víctimas directas del conflicto. En marzo, un helicóptero disparó contra un barco de somalíes frente a las costas del país y mató a 42 personas.