Todo indicaba que la mayoría automática de la Corte Suprema iba a intervenir en Formosa declarando inconstitucional un artículo clave de la constitución provincial. Pero a una semana de las elecciones, parece que la grotesca maniobra no se va a concretar: uno de los integrantes de esa mayoría automática, alineada con el macrismo, no votaría la intervención: Juan Carlos Maqueda. Y sin ese voto, no hay fallo.
El último acuerdo de los supremos antes del próximo domingo 25 -cuando se elige gobernador en Formosa- está convocado para el jueves 22 y nadie cree que ese día el máximo tribunal saque una resolución: faltarían tres días para los comicios, las urnas y las boletas estarían distribuidas y todo el operativo en marcha.
En el Palacio de Tribunales los rumores vuelan. Algunos sostienen que Maqueda es el más golpeado por el juicio político que se sigue en la Cámara de Diputados, otros dicen que no quiere terminar de pelearse con todo el peronismo y no faltan quienes afirman que la feroz interna de Juntos por el Cambio (JxC) provoca un verdadero tembladeral. Lo cierto es que, todo lo indica, Gildo Insfrán competiría por su octavo mandato.
Las fichas en la Corte
En los últimos meses se fue consolidando una mayoría automática integrada por el presidente de la Corte, Horacio Rosatti, el supremo ubicado más a la derecha, Carlos Rosenkrantz, y Juan Carlos Maqueda, el de origen más claramente peronista. Los tres votos son imprescindibles para sacar cualquier fallo, como lo hicieron interviniendo en las elecciones de San Juan y Tucumán, cinco días antes de los comicios. En ambos casos se preveía un triunfo del peronismo, algo que se verificó en Tucumán, de manera abrumadora, el domingo pasado.
En el panorama de la Corte, el más apartado es Ricardo Lorenzetti, todavía enojado con sus pares por el golpe con el que lo sacaron de la presidencia y, al mismo tiempo, bastante reticente a meterse en las cuestiones provinciales. El trinomio alineado con JxC exhibe, además, ambición de poder, de querer cogobernar y una marcada tendencia a votar contra el peronismo. Eso es lo que hicieron Rosatti, Rosenkrantz, Maqueda también fallando a favor del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta en la polémica por los fondos coparticipables.
Meterse en las provincias
En las cuestiones de San Juan y Tucumán, Lorenzetti sostuvo que el máximo tribunal puede intervenir cuando lo que se decidió en el terreno provincial es manifiestamente contrario a la carta magna de ese distrito. De otra manera, la intervención “es un abuso de poder”.
En el caso de Formosa la constitución, de forma específica, permite la reelección. “El gobernador y el vicegobernador durarán cuatro años en el ejercicio de sus cargos y podrán ser reelectos”, dice el artículo 132. Como es evidente, no fija ningún límite. Cuando la redacción de una constitución es ambigua, Lorenzetti sostiene que rige la interpretación que le da la justicia de ese distrito. En cambio el trinomio, sobre todo en casos donde ganaba el peronismo, actuó sin anestesia.
Tanto en San Juan como en Tucumán, la mayoría automática sostuvo que varias reelecciones y mucho más las reelecciones indefinidas atentan contra el artículo 5 de la Constitución Nacional que adopta el sistema republicano. Rosenkrantz de manera feroz, pero también Rosatti y Maqueda, partiendo de los textos provinciales, sostuvieron que lo republicano implica periodicidad y no perpetuación, algo que no figura en ninguna constitución. De hecho, en democracias consolidadas como España o Alemania, Felipe González y Angela Merkel estuvieron a la cabeza de los gobiernos durante más de 15 años. La reelección indefinida rige en buena parte de los estados norteamericanos y en la Argentina las provincias que admiten las reelecciones sin límite son Santa Cruz, Catamarca y Formosa. Un fallo que impidiera esa norma taxativa significa un contrasentido: declarar inconstitucionales las constituciones de esas provincias.
Lo que se venía según los pronósticos
Salvo en los últimos días, los medios alineados con el macrismo pronosticaban la intervención de la Corte en Formosa. Es más, desde hace meses, esos mismos medios transitan una insólita competencia de cuál publica las versiones más sórdidas sobre la provincia, incluyendo una supuesta persecución contra embarazadas. La historia fue considerada falsa hasta por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Respecto de Formosa, entonces, todo indicaba que sólo habría dos posibilidades:
- Que se mantuviera la mayoría automática bloqueando la candidatura de Insfrán, tal cual dejaron entrever en los fallos de Tucumán y San Juan.
- Una ruptura de la mayoría automática. O sea que no esté el voto de Maqueda, por lo que, sin los tres votos, no hay fallo.
El planteo llegó al máximo tribunal de la mano del candidato de JxC de Formosa, Fernando Carbajal, y la defensa de la provincia estuvo a cargo del exintegrante de la Corte y exministro de Justicia, Rodolfo Barra.
Las especulaciones en el Palacio de Tribunales indicaban que, si la Corte intervenía, el fallo saldría el miércoles pasado, día del acuerdo. En ese encuentro, la cuestión ni se mencionó. El jueves y viernes, Lorenzetti y Rosenkrantz viajaron a Salta y Jujuy. Ahora hay feriado lunes y martes y lo concreto es que está convocado un nuevo acuerdo recién para el jueves. Tras la lluvia de críticas porque la Corte intervino en San Juan y Tucumán un martes, con las elecciones el domingo siguiente, la versión es que menos lo van a hacer los supremos un jueves.
Esos son los pronósticos. Siempre puede haber sorpresas.
Rumores en el Palacio de Tribunales
Por supuesto que el interrogante es por qué se rompió la mayoría automática y si se trata de una cuestión episódica, sólo en el caso de Formosa o no.
El rumor más extendido es que Maqueda no quiere sumar otro choque teniendo en cuenta que está en el ojo de la tormenta del juicio político que se le sigue a todos los cortesanos en la Cámara de Diputados. De todos los ministros, Maqueda es el que por ahora quedó más expuesto con la catastrófica administración de la Obra Social del Poder Judicial. Las anomalías fueron descriptas: empresas proveedoras dudosas, falta de presupuestos, miles y miles de medicamentos faltantes, la caída del hombre de confianza de Maqueda, Aldo Tonón, y la demoledora descripción de irregularidades que hizo el exadministrador de la Corte, Héctor Marchi.
También está la versión de que Maqueda no quiere afrontar más conflictos con los gobernadores peronistas, con los cuales tuvo afinidad en la mayor parte del tiempo que lleva en la Corte. Se escudaría en el argumento de que la constitución formoseña es demasiado explícita en permitir las reelecciones. En realidad, en el caso de San Juan y de Tucumán, los textos no impedían las candidaturas de Sergio Uñac y Juan Manzur, pero el trío sacó el argumento de lo republicano.
El tercer rumor tiene que ver con la cuestión política nacional. Rosatti, Rosenkranz y Maqueda vienen hablando entre ellos de que “las cosas van a cambiar con el próximo gobierno”. O sea, estaban confiados en la victoria del macrismo. La feroz interna en JxC provocó un verdadero tembladeral: todo lo que pensaban como seguro, dejó de ser seguro. Y entraron en el terreno de andar con los pies de plomo.
Igualito que los obispos
Es público y notorio que en la cuestión de las reelecciones hay un debate que no es nacional sino internacional. Están los que dicen que no debe haber limitaciones al voto de los ciudadanos. Y están los que afirman que las reelecciones, en especial sucesivas, acomodan al elegido en su puesto, rutinizan la gestión e incluso crean excesivo poder.
El debate seguramente no sólo abarca a presidentes o gobernadores, sino también a intendentes, diputados, senadores y, obviamente, jueces. Estos últimos ni siquiera requieren ser votados otra vez, sino que son vitalicios, al nivel de los obispos -deben retirarse a los 75- o el mismo Papa.