¿Cómo le va, lector, cómo anda?  ¿Anda hoy, o anda mañana?  le puede sonar extraña la pregunta. Aunque no debería. 

Digo esto porque “la crédito” del neoliberalismo en el poder, “la pendeja que tiene marcando el paso a los machitos”, según una de las tantas, innumerables desafortunadas apariciones lingüísticas de nuestro primer mandatario, hizo escuela en eso de “llevar el futuro al pasado”, y estamos volviendo al 76 en la economía, a 1813 en las relaciones laborales, y a 1536 ( o 1880) en lo que se refiere a “conquista de los pueblos originarios a manos de la ‘Santa Rebolución’ (la b larga es a propósito)  Neolibertadora”. Otra vez la campaña al desierto, donde no es desierto, pero, dírían Les Luthiers en su célebre Cantata de Don Rodrigo : “Él no lo vio”.

Decimos entonces que, si el gobierno insiste en volver al pasado, usted lector, de puro contrera, podría “adelantarse un día” y aunque hoy es sábado, “estar en domingo”. 

Salvo que sea usted mapuche, y esté ya en pie de guerra, de una manera que ni siquiera los más tradicionalistas hisdtorietistas imaginaron. Ni el Cabo Savino, ni Martíin Toro, ni Pehuen Curá, desde la ficción imaginaban a la ETA apoyando a los malones. 

Ni Mitre, que describía a los aborígenes como seres muy peligrosos una vez que fuera derrotado por los mismos a pesar de su superioridad numérica, en Sierra Chica el 31 de mayo de 1855 (derrota, para la cual, el epíteto de ignominiosa es el único adecuado , según todos los historiadores, menos él mismo), ni Mitre, digo, hubiera dicho que “los mapuches cuentan con el apoyo de los guerrilleros Kurdos”.

Podemos, quizás, extender un manto de piedad sobre nuestra ministra de Seguridad, un manto que la cubra y disimule sus palabras al menos hasta el lunes. O entender que la palabra “Kurdos” ejerce un especial efecto sobre ella y todo el equipo, por el hecho de que se inicie con K. Tal como Kollas. 

¡Cuidado amigos, que si el lunes va mal, los Kwaitíes, los Kampucheanos y los Knishes pueden entrar en la categoría de “peligrosos enemigos” que tanto le gusta a nuestro querido gobierno!

Nuestro ex Educación, por su parte, luego de sus exitosos hits “estoy contra el aborto como parte del #NIUNAMENOS” y “que bueno que cada día haya un pibe preso más” con los que causara, como mínimo, un poco de esa incertidumbre que tanto le gusta, pero entre sus propios posibles votantes, que eso tanto no le gusta, sigue en carrera, aunque aun no sabemos hacia dónde. Tampoco si su próxima actitud denigratoria apuntará hacia 

  • Los chicos (presos o no)
  • Las mujeres 
  • Los pobres
  • Los pueblos originarios
  • Los extranjeros
  • Los agnósticos
  • Los jubilados
  • Los que preguntan

De verdad no lo sabemos, pero, si usted es una mujer, pobre, extranjera, agnóstica, chica o jubilada, originaria, y que gusta de hacer preguntas, sepa que está en el percentil más alto, dirían los sociólogos, del target favorito de nuestro querido Esteban, a la hora de meter la pata.

Pero estamos en veda, y por eso no queremos hablar más del tema. Sí terminar con un fragmento de un texto incluido en el libro La pesada gerencia (Rudy, editorial Colihue, 2017), que quizás lo/a ayude a la hora de la decisión.

Cómo votar

(…) ¿Cómo hacer para saber quienes son los más dignos de apoltronarse en las troneras legislativas? No podemos ir con un centímetro en la mano tomándoles las medidas a todos los candidatos. Por otra parte, seria poco digno, sería una falta de respeto a sus respectivas intimidades, y además, no serviría para nada. 

Usted lo sabe. A la hora de legislar, el tamaño no importa, Importan las medidas las propuestas, la capacidad de negociar, si usted quiere la oratoria, la imagen, el carisma, los antecedentes, pero no el tamaño de ninguna parte del cuerpo en particular.

Entonces, hablemos de ideas, de propuestas, de supuestos, de proyectos. 

(…) Pero además tenemos que saber cómo piensan hacerlo.

Veamos un ejemplo: Supongamos que usted es una bella joven, a la que un atractivo caballero se le acerca, y luego de un tiempo de mutuo conocimiento    (de entre 5 minutos y 5 años), le propone a usted un viaje juntos al caribe, 15 dias 14 noches llenas a amor, sexo, sol, mar, champagne, caviar, miradas, ricas comidas, protector solar, playas maravillosas, snorkling, peces de colores, y un poco más de sexo.

¿Suena tentador, verdad? Si el caballero le resulta lo suficientemente atractivo, y usted no tiene compromisos que se lo impidan, parecería ser “una propuesta digna de ser votada”.

Ahora bien, ¿y si el caballero le dice “eso sí, con los gastos vamos mitad y mitad”? Bueno, allí ya lo tiene que pensar, porque usted quizás se sienta tentada pero no cuente con los recursos  como para afrontar semejante trayecto.

¿Y si el caballero le dice “vayamos mitad y mitad, y te pido que proa favor me prestes la plata de mi mitad, porque  en este momento estoy sin efectivo, pero ni bien fallezca el tio abuelo Hortensio, te prometo que hago la sucesión y con lo que me toca te pago mi parte”? Ya suena menos tentadora la cosa, ¿verdad?

Y si el caballero le dice: “vayamos, y no te preocupes por la plata, porque pido un crédito por 30000 dólares, así de paso con lo que sobre arreglo mi casa, y yo salgo de titular y vos de garante” ya suena feo, ¿verdad?

Y si el caballero le dice “te invito a un viaje, vos ponés la plata ahora, y ni bien vuelvan los 90 y la convertibilidad yo te la devuelvo, a un peso por dólar”. Difícilmente ya no sólo el viaje, sino el mismísimo caballero, sigan pareciéndole atractivos, no?

Y ahora le pregunto a usted: si quien lo/a invita no le dice de que manera piensa hacerse cargo del viaje en cuestión, usted ¿no se lo preguntaría? ¿Verdad que si? ¿verdad que si? ¿verdad que si?

(…) De esto se trata, de ver qué nos proponen.

Y si se trata de endeudarse, recuerde averiguar quién paga la cuenta.

De todo esto, y de mañana, se trata este suple.

Hasta el próximo sábado, lector. Vote bien y disfrútelo.

@humoristarudy