"¿Qué interés encerraría la farsa si uno de los que participa no ignora el secreto?", dice uno de los personajes de Saverio, el cruel, preparando el clima previo para la consumación de una burla sangrienta que se descargará sobre el protagonista principal, en manos de una confabulación organizada por una aburrida niña bien y sus perversos cómplices.

"El secreto es, en cierto modo, la cáscara de banana que caminando pisa el transeúnte distraído", dice Juan mientras parodia una inminente caída que hundirá al grupo de jóvenes burgueses en otra de sus aventuras perpetradas siempre contra la clase que les sirve y está dispuesta a disfrazarse de chivo expiatorio. La mirada siempre lacerante de Roberto Arlt, escudriñador como ninguno, de las vacilantes conductas de la clase media argentina, escribió esta obra en el medio del fragor de las grandes contiendas que azotaban a Europa y consolidaban el ascenso triunfal del fascismo.

La paradoja de las similitudes con estos tiempos es más cruel que la crueldad atribuida por Susana a Saverio, cuando se entera de que éste fue informado acerca de la "cáscara de banana", oculta detrás de la supuesta locura de Susana y la farsa entonces deviene en tragedia.

La "Norberto Campos" acaba de estrenar una original versión de Saverio, el cruel, dirigida y adaptada por Santiago De Jesús, con una inesperada sorpresa en el final que potencia la vigencia del texto original.

Saverio, el cruel (o la farsa del coronel) es una de las propuestas de mayor solidez de las cinco ediciones que generó hasta ahora este proyecto que abre sus puertas a la participación de toda la comunidad teatral, más allá de los que aún le restan su apoyo, a pesar de haber sido convocados para participar en algunos de sus elencos.

Uno de los objetivos de esta joven comedia municipal fue la recuperación de una franja mayoritaria del público que se mantiene alejada de las producciones locales; precisamente, en esta 5ª edición los reglamentos priorizaron la posibilidad de generar espectáculos diseñados para ser presentados en diferentes barrios rosarinos, y en espacios no convencionales, más allá del reciente estreno en la sala oficial del Teatro La Comedia.

Las próximas funciones en agosto serán el sábado 19 en el Centro Municipal Distrito Noroeste, viernes 25 y sábado 26 a las 20.30 en el Auditorio de la sala Saulo Benavente, el viernes 8 de setiembre, en el Lumiere y el sábado 16 en el Anfiteatro del Parque de España.

La dramaturgia de Arlt es una asignatura pendiente para los tiempos que corren, proclives a las farsas políticas que disfruta el poder, mientras el resto sigue cayendo bajo las cáscaras de banana que los farsantes de turno arrojan para divertimento de los que transforman a ciudadanos comunes en aprendices de brujo.

De Jesús confió en un compacto elenco que cuenta con actores como Miguel Bosco que construye un Saverio acorde con su estilo particular de actuación, María Belén Ocampo en el complejo rol de Susana, saliendo y entrando con solvencia de los momentos más complejos, y una dúctil Gabriela Bertazzo, que se carga con su habitual histrionismo a Julia, amiga del grupo, y a Simona, empleada de la pensión donde vive Saverio.

Sosteniendo esta estructura dramática, jugando como auténticos comediantes del arte, Nicolás Carlos Terzaghi, como Pedro y Micael Genre Bert componiendo a Juan y a Irving Esse y Ludmila Bauk como Luisa, completan un equipo actoral ajustado y eficaz.

La escenografía creada por Comparetto y Guillermo Haddad, y la música original compuesta por Atilio Basaldella, son el soporte necesario para una versión que cobra dramática vigencia frente a los acontecimientos que  acontecen en nuestro país y en el mundo.