En los albores de la campaña para las elecciones que definirán quiénes competirán definitivamente para el recambio de gobierno, el ex presidente Mauricio Macri volvió a recurrir a la frase “el curro de los derechos humanos” para atacar una de los ejes de gestión por el cual la Argentina es reconocida a nivel internacional. Además, acusó al gobierno nacional de utilizar las políticas de memoria verdad y justicia para “saquear el Estado” y puso en duda los testimonios de víctimas del terrorismo de Estado.

El nuevo intento de instalar en el debate público un tema que distraiga las políticas de ajuste y avasallamiento de los derechos laborales a las que está dispuesta la oposición de derecha tuvo lugar anoche, durante una conferencia que Macri brindó en la universidad Ucema junto con el ex mandatario español José María Aznar.

Macri contra la memoria

Allí, frente a una platea que se congregó para escuchar diatribas contra las políticas distributivas y la intervención del Estado en la economía, Macri volvió a cuestionar el proceso de construcción de la memoria.

Acusó al gobierno nacional de “utilizar la tragedia” ocurrida durante la última dictadura cívico militar “para justificarse por saquear el Estado de distintas maneras”, y habló de la existencia de “listados de gente que cobró subsidios que nadie puede verificar”.

Con esa afirmación, el ex presidente no solo puso en duda los testimonios de las víctimas de las violaciones de derechos por las que fueron juzgados y condenados decenas de ex represores, sino que también rozó el negacionismo sobre lo ocurrido en la Argentina a partir del golpe de Estado de 1976.

“No tienen ninguna autoridad moral. Han utilizado hasta la tragedia que vivimos en la Argentina. Ya califique el comportamiento de ellos como el curro de los derechos humanos”, disparó el líder de Juntos por el Cambio.

El día y el momento de este nuevo ataque no fue casual. Apenas unas horas antes, la vicepresidenta Cristina Kirchner y el candidato a presidente de Unión por la Patria (UP), Sergio Massa, habían encabezado en aeroparque un acto en el que se le entregó al Estado argentino uno de los aviones que el último gobierno de facto utilizó en los vuelos de la muerte de la ex ESMA.

Allí se dieron cita integrantes de los organismos de derechos humanos y familiares de las víctimas del terrorismo de Estado, a las que Macri acusa de “currar” con el Estado. “Utilizaron esa tragedia para justificarse y saquear el Estado de distintas maneras, con listados de gente que cobró subsidios que nadie puede verificar”, dijo.

“Estamos hablando de millones de dólares en un país tiene estos problemas de pobreza”, añadió en lo que fue un velado intento de responsabilizar al rescate de la memoria por la crisis económica desatada a partir de la deuda con el FMI que él mismo tomó cuando estuvo al frente del gobierno.

Macri despotricó contra la defensa de los derechos humanos sin que nadie le objetara nada. A su lado estuvieron Aznar y Gerardo Bongiovanni, presidente de la Fundación Libertad que organizó el convite.