Córdoba sigue siendo territorio amarillo: Cambiemos consiguió sostener su supremacía e impondría, si se mantienen estos números en octubre, cinco candidatos a diputados de los nueve que renovará Córdoba. La Unión por Córdoba (UPC) de Juan Schiaretti y José Manuel de la Sota lograría sólo tres y fue ayer la gran derrotada: se quedó con un –temido– segundo lugar que veían venir y por lo cual el propio gobernador tuvo que salir a ponerse la campaña al hombro. El kirchnerista Pablo Carro hizo una buena elección, se quedó con el tercer lugar con el 10 por ciento que obtenía al al cierre de esta edición.

Con gesto adusto y a poco menos de dos horas del cierre del comicio, “el Gringo” Schiaretti dio la cara en su búnker, y atribuyó “a la polarización planteada por Macri con Cristina Kirchner” la magra cosecha lograda por UPC. Cero críticas a su propia gestión, o a los 20 años que llevan en el poder él y su amigo y constante jefe político. Los macristas y su alianza local con los radicales lograrían las candidaturas del ex árbitro Héctor “la Coneja” Baldassi; Soledad Carrizo, Gabriel Frizza, Brenda Austin y Diego Mestre: el hermano menor del intendente radical filoamarillo Ramón Mestre (h). Schiaretti sólo podría ubicar a su vice Martín Llaryora; a su propia esposa Alejandra Vigo y a Paulo Cassinerio.

Los que sí sorprendieron fueron los kirchneristas con Pablo Carro, que logró un tercer puesto. El Frente Córdoba Ciudadana que representó a Cristina Kirchner en Córdoba festejaba anoche la entrada de Carro, joven secretario gremial de los docentes universitarios (Adiuc), a las listas para octubre. Casi sin recursos económicos, e ignoto para la mayoría de los cordobeses, Carro hizo una campaña a pulmón y es la avanzada de la renovación del kirchnerismo en la provincia. Anoche el candidato había logrado superar el 10,9 por ciento que sacó Carolina Scotto en las Paso de 2013, aún cuando la ex rectora de la Universidad de Córdoba contaba con su propio prestigio y visibilidad, más el apoyo de la por entonces presidenta.

Entre otros, a Carro lo acompañaron en la boleta la abogada Valentina Enet, que se ocupó de los amparos contra los tarifazos; y Eduardo Fernández, el presidente de Apyme, un hombre reconocido por su militancia.

En Córdoba, las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) se dirimieron en 15 listas. Se votó para elegir a 9 candidatos a diputados nacionales para el período 2017-2021. Los elegidos entrarán en la contienda del 22 de octubre cuando se renovarán 127 de los 257 integrantes de la Cámara de Diputados. Hubo 2.884.358 ciudadanos habilitados para votar. Anoche, desde la secretaría del Juzgado electoral, se estimaba que había votado “más del 65 por ciento del padrón”.

En su afán por diferenciarse y despegarse de rumbo económico del gobierno de Cambiemos, en las últimas semanas Schiaretti sobreactuó discursos virulentos hacia Mauricio Macri “en defensa” a la provincia; y hasta lo acusó de “agrandar” lo que nombró “el Cuco de Cristina Fernández para evitar hablar de los errores en política económica”. Duro pero no tanto, y con un ojo puesto en los números de Cambiemos en Córdoba, el gobernador también lo llamaba “amigo” y hasta lo recibió con los brazos literalmente abiertos cuando el presidente bajó del avión para el final de campaña en suelo cordobés el último jueves.

A 68 días del escrutinio de octubre, y si bien Córdoba aún sigue siendo territorio macrista, tanto el cordobesismo como Cambiemos saben que anoche  Cristina reapareció. Y el brote Carro –por el que nadie apostaba fuerte– fue una nueva señal.