El padre de Lucas González, Héctor Mario "Peca" González, en una charla con Negrx dijo "yo le dije a los jueces al principio de este juicio, acá no hay ningún rubio, de ojos celestes de parte de ellos tampoco", refiriéndose a la Policía de la Ciudad. "Y no entiendo el por qué del ensañamiento, si somos todos iguales, no?".

Recordando a su hijo comentó que “él estaba muy contento, estaba muy comprometido con su labor y con todas las ganas de llegar a primera división, pero bueh, me lo arrebataron y arrebataron ese sueño, ese sueño para mí, para para la familia, para él mismo. Yo peleaba por él, para que él cumpla su sueño y lo ayudaba a salir adelante, con mucho sacrificio. Pero bueno, se encontró con estas personas que no le permitieron que pueda cumplir su sueño”.

Repetidas veces se usan sinónimos o se explican los casos de “gatillo fácil” asociándolos a la forma de vestir o por el uso de una gorrita. En el caso de Lucas González, el abogado de la familia, Gregorio Dalbón, indicó en la presentación de los alegatos que “el odio racial es el principal agravante, porque eligieron” a Lucas y sus amigos. Como en otros casos donde jóvenes son asesinados por las fuerzas de (in)seguridad, primero circuló por algunos medios masivos de comunicación la versión policial, que decía que la Policía de la Ciudad había abatido a un delincuente armado y que dos “cómplices” estaban detenidos y otro prófugo. La familia de Lucas reaccionó rápidamente y como hacen tantos familiares de víctimas de represión estatal tuvieron que salir a aclarar que su hijo no era un delincuente. En este caso quedó registrado como la Policía de la Ciudad rompiendo todos los protocolos, los perseguía en un auto de civil sin identificación, sin balizas y ni siquiera contaba con chapa patente.

Los compañeros de Lucas: Julián Salas (19), Joaquín Zuñiga (18) y Niven Huanca (19), declararon en el juicio y contaron cómo vivieron esos momentos en que fueron detenidos como si fueran delincuentes. Joaquín Zuñiga contó como “Todos los policías se acercaban a decirme negro de mierda”. También durante el juicio se supo que el comisario Rodolfo Ozán dijo “nadie filma, nadie saca fotos”. En los audios de las comunicaciones policiales a su vez quedó en claro cómo se empezó a gestar el encubrimiento policial. Otro de los clásicos relatos en los casos de “gatillo fácil” es indicar que los policías involucrados serían unas "manzanas podridas" y que actuaron por su propia cuenta. Entonces solo se puede llegar a enjuiciar a personal de las fuerzas de seguridad que no están en los altos mandos. Como dice la frase popular: no es un policía, es toda la institución.

 Julián Salas, Joaquín Zuñiga y Niven Huanca; amigos de Lucas y sobrevivientes del crimen. Imagen: Nicolás Parodi 

Gabriel Alejandro Isassi, Fabián Andrés López y Juan José Nieva son los principales acusados por “homicidio cuadruplemente agravado por haberse cometido con alevosía, placer y odio racial con el concurso premeditado de dos o más personas, abusando de su función o cargo por ser miembro de una fuerza policial” de Lucas, y la “tentativa de homicidio agravado” de Julián Salas, Joaquín Zúñiga y Niven Huanca. El fiscal planteó que los Policías de la Ciudad actuaron como “cazadores que esperan a su presa” y que tiraron a matar “por placer y odio racial”. “Peca” González, padre de Lucas previo a la presentación de los alegatos de la querella en declaraciones a Negrx sentenció “los eligieron, los esperaron, a mi hijo, en este caso lo acribillaron, lo quemaron con cigarrillos, lo torturaron”.

Durante el juicio, el inspector Héctor Cuevas juzgado por el encubrimiento, se quebró y contó cómo y quiénes plantaron un arma de juguete en el auto en el que viajaban Lucas y sus tres amigos, para justificar el supuesto enfrentamiento armado. Dalbón en declaraciones a la prensa dijo que “a Lucas lo mataron porque era negro, lo mataron por racismo estructural” es la primera vez en la historia que la violencia institucional es juzgada como racismo estructural y si se llega a esa sentencia “va a ser un fallo que va a recorrer el mundo”. Se llegó a acusar a 14 Policías de la Ciudad pero se espera que se lleven adelante nuevos juicios. Como adelantó Dalbón a Negrx “La idea es llegar hasta el jefe de la Policía” y se solicitó la pronta investigación de Gabriel Berard, jefe de la Policía de la Ciudad.

Gregorio Dalbón, abogado querellante de la familia y amigos de Lucas: "A Lucas lo mataron porque era negro, lo mataron por racismo estructural". Imagen: Nicolás Parodi

Este jueves el TOC N° 25 define si dicta el veredicto el 11 o el 13 de julio. Los familiares y amigos de Lucas González convocan a apoyarlos en Comodoro Py para la fecha que decida el Tribunal.