La Comisión de Trabajo y Consenso del “Club Atlético” presentó al Tribunal Oral Federal número 2 de la Ciudad de Buenos Aires un repudio y un pedido de “medidas pertinentes” para sancionar al abogado defensor Hernán Vidal por haber agraviado y asediado a Laura Duguine, coordinadora del espacio de la memoria que funciona en lo que fue ese centro clandestino de detención, tortura y exterminio. Arqueóloga y antropóloga, Duguine sumó su testimonio –el último del debate– en calidad de perito: su trabajo en las excavaciones que se realizaron y realizan en el lugar con el objetivo de probar los crímenes cometidos. Las partes acusadoras y la Fiscalía sumaron su respaldo a la Comisión de sobrevivientes y familiares de víctimas del Atlético –muchos querellantes en la causa. El Tribunal no permitió leerlo durante la audiencia de ayer miércoles, pero deberá responder en la próxima.

El testimonio de Duguine abrió la audiencia del 7 de junio pasado en el juicio que en la jerga del proceso de juzgamiento a genocidas se conoce como “ABO V”. Luego, vendría la ampliación de casos por parte de la Fiscalía y las indagatorias de los acusados. La arqueóloga y antropóloga declaró por videoconferencia desde su casa. “¿Qué es eso, un androide?”, se escuchó decir a Vidal en relación a la imagen de la testiga, completamente calva producto del tratamiento con el que hace frente, por estos tiempos, a la enfermedad que atraviesa.

Vidal es abogado defensor de Carlos Infantino, oficial de la Superintendencia de Seguridad Federal que actuó en el circuito ABO y está siendo juzgado por primera vez. Ante el comentario, el presidente del TOF, Jorge Gorini, apenas atinó a recomendar que las partes cuiden de tener cerrados sus micrófonos.

Queremos expresar ante ustedes nuestro repudio y dolor por el momento vivido por una compañera, quien en la recuperación de su enfermedad supo con mucho valor testimoniar buscando la verdad, la memoria y la justicia dando explicaciones técnicas que vuelven irrefutable los testimonios de los sobrevivientes”, apunta el documento que elaboró la Comisión de Trabajo y Consenso del ex Centro Clandestino de Detención “Club Atlético”.

Además de rechazar el “maltrato irrespetuoso”, les sobrevivientes, familiares, amigues, colectivos sociales y de derechos humanos que integran la Comisión señalaron que el defensor “excedió los límites con preguntas insidiosas por fuera de contexto al tema”, así como también “hizo alusiones negacionistas de lo que significa ese lugar que la Policía Federal lo convirtió, en su momento, un lugar de muerte, de horror y de tortura”, menciona el comunicado que la querella de la Secretaría de Derechos Humanos intentó leer ante los jueces, abogados y acusados ayer para dejar sentada el rechazo unánime que generaron los dichos del abogado.

“No solo maltrató a Laura por su aspecto físico, sino que hizo una descalificación de todo su trabajo, que expuso en el juicio a través de un informe muy minucioso”, explicó a este diario Silvia Fontana de la Comisión de Trabajo y Consenso. Su hermana, Liliana, fue secuestrada embarazada y vista en el Atlético. Su hijo, Alejandro Sandoval Fontana, fue apropiado por el exagente de Inteligencia de Gendarmería Víctor Rei, y restituyó su identidad en 2016.

Parte del trabajo que Duguine comparte junto a un equipo de antropólogos y arqueólogos desde 2013 tiene que ver con la reconstrucción de la memoria en torno del funcionamiento del centro clandestino –demolido en dictadura– y de las historias de quienes estuvieron en cautiverio que, se calcula, fueron alrededor de 1.200 personas. “Gracias al trabajo de este equipo se pudieron encontrar varios elementos que pertenecían a la Policía Federal (cachiporras, insignias, ropa) y por otro lado prendas y distintos elementos” pertenecientes a detenides desaparecidos.

“Cuando le tuvo que hacer preguntas a Laura, este defensor negó que el Atlético había sido un centro clandestino, lo puso en tela de juicio, dijo que lo que ella había expuesto era ‘una versión’ de lo que pudo haber sido ese lugar, cuando hay cuatro juicios que lo confirmaron. Le preguntó si había hecho estudios de ADN de la ropa que había encontrado en el lugar, que entre otras fueron las medias de mi hermana. Le preguntó por la afiliación política. ¿Cómo es posible semejante negacionismo? ¿Cómo la Justicia lo permite?”, se preguntó Fontana.

Si bien Gorini no permitió la lectura, el tribunal deberá tomar una decisión sobre el reclamo. “Como víctimas también de aquellos hechos, hemos notado que el Tribunal en sí no hizo ninguna alusión en ese momento al comportamiento del defensor de genocidas. Estamos a la espera que lo haga”, postula la presentación que reclama una sanción disciplinaria contra Vidal y esperan, sus impulsores, que signifique “un límite, un nunca más” en los “abusos contra los testigos en juicios de lesa humanidad”.