El viernes pasado, luego de cumplir distintos protocolos junto al Consulado de Argentina en Bolivia, dos hermanas adolescentes y un bebé hijo de la mayor, fueron reingresados al país. Las adolescentes y el niño habían sido llevados al país vecino de manera ilegal y estaban en estado de vulnerabilidad. Tras ser reingresados fueron alojados en un dispositivo estatal en el permanecerán hasta determinar si pueden ser revinculados dentro de su grupo familiar o quedan a cargo de los organismos oficiales.

“No es un caso de trata”, confirmó a Salta/12 la secretaria de Niñez y Familia, Carina Iradi, al ser consultada por el caso que se había presentado en diversos medios como tal.

Balcesar Solano, director de Desarrollo Integral del Gobierno Municipal de la ciudad de Bermejo, en Bolivia, que limita con Aguas Blancas, municipio de Orán, contó en Radio Nacional que las adolescentes y el bebé habían sido introducidos al país vecino de manera ilegal en enero último.

La situación fue detectada el mismo mes, por lo cual se dispusieron las medidas de protección dado que la adolescente más grande, de 17 años, denunció que había sido atacada sexualmente. Por este hecho actualmente la Justicia boliviana retiene a un hombre mayor de edad en prisión preventiva.

“El hecho (la violación) se habría perpetrado del lado argentino y luego en Bolivia”, detalló el funcionario al sostener que desde el momento de la denuncia actuó el Ministerio Público Fiscal y la Justicia de Bolivia.

Desde ese país se inició entonces la búsqueda de integrantes de la familia ampliada en Argentina, dado que las adolescentes y el nene no tenían familia alguna en Bolivia. Mientras, se dispuso el ingreso en un Hogar de manera momentánea mientras dura el proceso. “Ellos estaban en una situación de vulnerabilidad. Por ejemplo, una de las adolescentes no sabía leer ni escribir”, describió Solano.

Por pedido de la Dirección a su cargo, la Justicia de Bolivia ordenó la repatriación de las chicas y el niño, cumpliéndose los protocolos entre los países mediante el Consulado argentino en Bolivia y las autoridades de la Secretaría de Niñez y Familia de Orán.

Iradi indicó que frente a la situación de estas tres personas menores de edad, entre las que está la adolescente de 17 años que a su vez estaba junto a su bebé de un año y siete meses, se encuentran con medidas de protección excepcional (MPE), y resguardo institucional.

Por el momento se analiza si hay posibilidades de revinculación con la familia ampliada. Otra alternativa es que la adolescente pueda ingresar a la Residencia para Adolescentes Madres (RAM), si es que su decisión es continuar maternando.

Situaciones de frontera

“Son situaciones que se dan en la frontera y que son complejas”, añadió Iradi al explicar que hay veces en que es difícil conocer cómo pasan de un país a otro. Esa dificultad tiene que ver con la extensa frontera seca que tiene el país con el Estado Plurinacional de Bolivia, con una permeabilidad difícil de monitorear.

“Hemos tenido varios casos en el transcurso del año pasado como en Orán y en Tartagal (ciudad cabecera del departamento San Martín)”, afirmó la funcionaria al indicar que el paso de niños, niñas y adolescentes (NNyA) de manera ilegal es en ambos sentidos. Incluso recordó que el año pasado se repatrió a Bolivia a una madre niña.

Pero los casos no se detienen en la frontera. Pues sostuvo que también hubo situaciones similares con niñas de Venezuela que habían sido ingresadas al país de manera ilegal. “Hay casos de trata y otros que no. Este no es un caso de trata”, ratificó.