“Quisimos recrear las expectativas de nuestros bisabuelos y tatarabuelos, que subieron a un barco y llegaron a un lugar donde había otra cultura, pero con su cultura propia”, cuenta a PáginaI12 Raúl Algán, coordinador de Arts Runner, red de difusión, apoyo y estímulo para las artes escénicas que se propone conectar el Río de la Plata con el Mar Mediterráneo, vinculando “identidades culturales tan distantes y extrañas como cercanas y conocidas”. “Trasatlántico” es una iniciativa de esta productora. Tres obras llegarán desde la isla de Mallorca a Buenos Aires para después, a los pocos días, cruzar el Río de La Plata y presentarse en Montevideo. No se trata de un evento aislado: el objetivo último es “que el barco zarpe entre muelles” durante una década.

Actualmente, Arts Runner trabaja para que el año próximo el trasatlántico navegue hacia Valencia, Barcelona y Mallorca, llevando obras de Buenos Aires y de Montevideo. Algán aclara que “no es una productora teatral tradicional”. Años atrás hizo una maestría en la UBA en Administración de Organizaciones del Sector Cultural y Creativo e investigó la Cooperación Cultural Internacional. Quiso llevar a la práctica una proclama de Unesco de 1966, que “les pide a los Estados que realicen acciones de producción cultural exterior a largo plazo, orientadas a acercar imaginarios culturales”. “Hasta el 2000, esto se veía en tratados, convenios y protocolos. Era algo teórico. Con redes como ésta, la idea empieza a bajar a la tierra”, puntualiza. Arts Runner es la materialización de su tesis de maestría.

La primera edición de “Trasatlántico” acercará el teatro español, puntualmente el de la isla de Mallorca, al Río de La Plata. Se presentarán tres obras que, el 22, viajarán a Montevideo. Son El arquitecto y el emperador de Asiria, de Fernando Arrabal; Dalí ha muerto, de Rebecca Alabert, y Stormy red, de Concha Vidal. Las funciones serán mañana, en el Centro Cultural 25 de Mayo (Avenida Triunvirato 4444), una detrás de la otra (a las 19, 21 y 22.30). “Entre un espectáculo y otro, el público tendrá la posibilidad de tomar un vino y conversar con los actores, lo que favorecerá el intercambio”, anticipa Algán. Hay combos promocionales para los interesados en más de una obra. La propuesta se completa con talleres gratuitos abiertos al público (con inscripción previa), que aportarán más detalles sobre la cultura balear: “Cultura emocional”, “Exploración del bufón” y “El cuerpo poético”. Se desarrollarán hoy a las 11, 12.30 y 14, también en el 25 de Mayo.

El joven gestor participó el año pasado de una gira por Mallorca y a partir de esa experiencia seleccionó los trabajos que integran la programación. “Elegí espectáculos de corte ecléctico”, resume acerca del criterio curatorial. La intención fue abarcar la mayor parte del espectro identitario de la cultura balear, combinando una obra de un autor consagrado (Arrabal), una performance y una obra de una dramaturga joven (Alabert), de 25 años. Representadas originalmente en mallorquín       –el dialecto del catalán que se habla en Mallorca–, fueron traducidas al castellano. “Hay algo de texto clásico, moderno y teatro performático, que va uniendo diferentes estéticas. La idea es que el espectador tenga una impresión de diferentes formas de hacer teatro de la isla”, explica Algán.

En El arquitecto y el emperador de Asiria, la temática es el poder: el arquitecto es un ser humano salvaje que vive solo en una isla desierta, pero un accidente lo conecta con otra persona, que buscará educarlo para tener un súbdito. La obra de Alabert, Dalí ha muerto, pone en el centro de la escena a una enfermera que cuida a Salvador Dalí durante los últimos días de su vida. Maestra de ceremonias y guía espiritual del público, crea la religión del surrealismo, para finalmente poder convertirse ella en el mismo Dalí. También crea la figura de su propia Gala, y así, dos bufones se proponen llevar al público por un “laberinto de sensaciones”. Finalmente, Stormy red es una pieza interdisciplinaria en la que confluyen el videoarte, la danza, el teatro representativo y la performance, sobre la sociedad patriarcal como “elemento limitador en el a veces agotador ejercicio de la libertad”.

“‘Trasatlántico’ representa los puntos en común que tenemos. El año que viene con la productora vamos a estrenar un espectáculo que es una coproducción entre Argentina y España, y que habla de la estafa que tuvo lugar allá en 2008, cuando los bancos salían a vender acciones que después no pagaron: lo mismo que el corralito de 2001. El espectáculo de Concha, por ejemplo, habla de la cuestión de género, y tiene mucho que ver con las incorporaciones que estamos haciendo acá. El arquitecto… habla del poder: aparecen un papa, un emperador, y hay relaciones de poder cruzadas; tiene mucho que ver con Ala de criados o Terrenal, de (Mauricio) Kartun. Sin conocernos, hay conceptos que dan vueltas de forma similar”, analiza Algán.

Un comunicado define a este evento como “dinámico, constante y colaborativo”, orientado a “pintar un horizonte común donde la curiosidad invite al encuentro y al descubrimiento mutuo”. Se hace con apoyo de las embajadas de España en Argentina y Uruguay, el Centro Cultural de España en Montevideo, el Institutd´EstudisBaleárics, el Instituto Nacional de Artes Escénicas y el Ministerio de Educación y Cultura uruguayos, entre otras entidades. “Es importante que la gente sepa que hay una posibilidad de hacer frente a lo desconocido y que es a través del arte, que no sólo tiene una función formativa, sino que cumple también con una condición informativa muy importante. La carta constitutiva de Unesco dice: ‘siendo que la guerra nace en la mente de los hombres, es en la mente de los hombres donde debe reinar la paz’. Este tipo de acciones apunta a que nos conozcamos y a advertir que lo diferente no es una amenaza”, concluye el joven.