El juicio contra el expresidente de Estados Unidos Donald Trump (foto) por mal manejo de documentos clasificados, que incluían secretos nucleares y de defensa, comenzará en mayo de 2024, en plena campaña electoral a la Casa Blanca, según determinó este viernes la jueza Aileen Cannon.

La magistrada fijó el comienzo del juicio contra el expresidente, el primero en la historia estadounidense en enfrentar cargos penales, para el 20 de mayo de 2024 y desestimó así el pedido de los fiscales de que fuera en diciembre de este año y el de los abogados defensores de realizarlo tras las elecciones presidenciales de noviembre del año próximo.

El tiempo necesario


De acuerdo con Cannon, se fijó el inicio del juicio para mayo para dar tiempo a ambas partes a procesar los más de 1,1 millones de páginas de pruebas documentales del caso. "Nadie está en desacuerdo con que los demandados necesitan un tiempo adecuado para revisar esto y evaluarlo por su cuenta", declaró Cannon, a la que Trump designó en 2020, desde la Casa Blanca, para ocupar el cargo de jueza federal en el distrito del sur de Florida.

La fecha de juicio establecida por Cannon coincide con el punto más fuerte de la campaña primaria para seleccionar al abanderado del partido Republicano para las elecciones, nominación a la que aspira el exmandatario de 77 años como paso previo a presentarse como candidato a jefe de Estado en las elecciones generales. De ganar, podría desestimar el caso con el recurso del "autoperdón", nunca antes utilizado.

En campaña

Este proceso no le impedirá al exmandatario que haga campaña, pero, como acusado penal, deberá estar presente durante el proceso, que se espera que dure semanas, si no meses. Para los abogados de Trump, celebrar el juicio en un año electoral crearía "desafíos extraordinarios en el proceso de selección del jurado" y limitaría "la capacidad de los demandados para asegurarse un juicio justo".

El mes pasado, en una audiencia judicial, el magnate neoyorquino se declaró inocente de más de 37 cargos y calificó al proceso como “interferencia electoral” por parte de la Casa Blanca. Un total de 31 cargos responden a "retención intencionada de información de defensa nacional" relacionados con documentos específicos y podría recibir hasta 10 años de prisión por cada uno.

Los demás cargos incluyen conspiración para obstruir la justicia, que puede recibir una pena de hasta 20 años de prisión; retención de un documento o registro, que también conlleva una posible condena de 20 años; y falsos testimonios.

Según la acusación, Trump almacenó documentos clasificados en su residencia de Mar-a-Lago, con información sobre las capacidades de defensa y armas tanto de EEUU como de otros países.