Comerciantes de los puestos ubicados en el complejo turístico de la Gruta de la Virgen del Valle, denunciaron al obispo Luis Urbanc y al Obispado por incumplir el contrato y querer aumentarles el alquiler de sus puestos un 300%.

Uno de los lugares más visitados en Catamarca es la Gruta de la Virgen del Valle. En sus accesos, el Gobierno Municipal creó un gran Complejo para recepción y descanso de fieles. Este espacio forma parte del Paseo Cultural y Religioso que puso en valor a este sitio y potencia el Turismo. La historia de los comerciantes de la zona data de mucho tiempo atrás; hace 20 años grupos de vendedores se apostaban en los alrededores de lo que hoy forma parte del Circuito Religioso en la Provincia.

Su empuje por un proyecto anhelado por decenas de familias, les permitió afincarse y tener su espacio de venta con todas las garantías de la Ley. Pero en ese devenir, su actual administrador, el Obispado de Catamarca, pretende crear un contrato nuevo, aduciendo el cambio de administrador. Con esto intentan imponer nuevas condiciones, como el incremento de los alquileres en un 300%.

Domingo, uno de los voceros del grupo de comerciantes, contó que en 2004 comenzó su trabajo en las inmediaciones de la Gruta, donde vendía flores. Con el tiempo, y en base de esfuerzo, logró anexar otros productos a su venta cotidiana. “En ese entonces la Municipalidad nos cobraba un canon diario por ocupar el Espacio Público, aún sin servicios. Nosotros toda la vida tuvimos faltante de agua, fueron tiempos muy difíciles, sin embargo y a pesar de las condiciones adversas, apostamos por esto. Así nace la Feria de la Gruta, en ese contexto”, cuenta.

El derrotero que aún siguen padeciendo surgió hace ya muchos años y parte de la historia es la que relata a Catamarca/12: “Había gente que llegó mucho antes que yo, estaban desde hace 10 años se instalaban los sábados y domingos. Y a partir de ahí comenzó a llegar más gente, porque también el Municipio fue ayudando para que ese conglomerado se realice. Nosotros hacíamos el aguante porque teníamos la esperanza de que esto florezca, y finalmente después de mucho tiempo se creó este espacio postergado por la pandemia. En 2021 llegamos a ocupar los locales comerciales a través de contrato de locación firmado con el Obispado”.

La mayoría de los comerciantes están de acuerdo con un incremento o actualización de precios por la realidad que vive la provincia y el país, pero aseguran que esos aumentos semestrales ya están estipulados en el convenio. En realidad, se oponen "a la suba excesiva que decidió unilateralmente el obispo y al desconocimiento que intentan realizar de los derechos plasmados en el contrato, para crear uno nuevo".

Aseguran que este cambio de contrato no les brinda seguridad en cuanto a la continuidad de su fuente laboral y la falta de reglas claras sobre esas subas o modificaciones. "Estás decisiones desconocen el motivo que dio origen al proyecto inicial, que contemplaba la administración compartida entre Catamarca Ciudad y los comerciantes", explicaron.

“El contrato dice que tenemos hasta el año 2026 para trabajar acá en los locales. Nosotros venimos de ser feriantes y se cambió a la figura de comerciantes, porque cada uno de nosotros tenemos nuestro medidor de luz comercial, somos monotribustistas y pagamos AFIP, Rentas Municipales y está en trámite la habilitación comercial. Jamás quisimos estar gratis, al contrario. Para nosotros es un mazazo de que la actual Administración nos quiera cambiar las reglas del juego, en plena vigencia de lo que ellos mismos firmaron con nosotros”.