Con la muerte esta mañana de una mujer herida que estaba internada en un hospital cercano a Cambrils, la cantidad de fallecidos por los atentados terroristas en Cataluña ascendió a 14. Los servicios de salud de España precisaron también que de los 120 heridos, 15 son de gravedad; con lo cual el número de muertos podría ascender.

En Cambrils, turística localidad a 120 kilómetros al sur de Barcelona, un vehículo arrolló a varias personas en el paseo marítimo hasta que impactó contra un coche de la policía regional catalana, tras lo cual se desató un tiroteo. Cinco presuntos terroristas murieron y un policía y seis civiles resultaron heridos, entre ellos la mujer fallecida hoy en el hospital.

Horas antes, en plena tarde en Barcelona, una furgoneta blanca descendió a toda velocidad por el paseo central de La Rambla. Mató a 13 personas y dejó un centenar de heridos. Ese atentado fue reivindicado por el grupo jihadista Estado Islámico, que ya había asumido la autoría de ataques similares en Niza, Londres y Berlín.

El responsable de Interior de Cataluña, Joaquim Forn, había advertido que el balance de fallecidos podía agravarse, debido a que una quincena de los heridos se encontraba en estado de gravedad.

En tanto, la policía buscaba a Moussa Oukabir, hermano del marroquí Driss Oukabir, detenido ayer por estar presuntamente vinculado con los ataques. "Por el momento no se ha concluido que sea el conductor de la furgoneta. Es objetivo policial", señaló en un escueto mensaje la policía regional.

Driss Oukabir fue detenido en Ripoll, un municipio a 100 kilómetros al norte de Barcelona, donde esta mañana se detuvo a otro sospechoso y se allanaron varios domicilios. Ayer también se detuvo a un español en Alcanar, 200 kilómetros al sur de Barcelona, vinculado con la explosión de una casa donde la policía sospecha que se podrían estar preparando artefactos explosivos.

Paralelamente, el último balance de la Protección Civil indicó que las víctimas de los atentados de Barcelona y Cambrils son de al menos 34 nacionalidades diferentes. La mayoría fueron españoles y de ocho países latinoamericanos, entre ellos Venezuela, Colombia, Argentina y Perú; también europeos, de los cuales sobresalieron Francia, Alemania y Gran Bretaña.

En tanto, los representantes de la comunidad musulmana de España condenaron en duros términos el ataque terrorista y calificaron a sus autores como "asesinos" que no representan a ninguna fe. La Junta Islámica y el Instituto Halal emitieron un comunicado conjunto en el que expresaron su "total conmoción" por el atropello masivo en una céntrica calle de la ciudad.

"Nada hay que pueda justificar este crimen, que nos indigna como nos indignaron los perpetrados en París, Londres, Manchester, Kabul, Bagdad, Manila y en otros tantos lugares", indica el texto, que habla también de "rabia, impotencia y perplejidad".