La presidenta de la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD) de Chile, Gaby Rivera, pidió que un helicóptero usado para arrojar opositores al mar durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) sea devuelto al país desde Reino Unido. Allí es usado en un parque de juegos.

Según una publicación de The Guardian, la aeronave H-255 que pertenecía al Ejército chileno fue usada en los “vuelos de la muerte”, y se encuentra hoy en el bosque de Horsham, en la región de Sussex, usado como utilería en un parque de juegos.

Rivera afirmó al medio británico que la aeronave “no debería estar un parque de diversiones”, debido a que "está manchada de sangre”. La titular de la AFDD señaló que el Ejército de Chile debió haber puesto la aeronave a disposición de los investigadores y pidió a las autoridades identificar a las personas que fueron arrojadas al mar desde ese helicóptero. “Exigimos la verdad total y la justicia plena”, reclamó.

Por su parte, Ana Becerra Arce, que declaró a The Guardian haber sido testigo de los “vuelos de la muerte” con tres de sus amigos, dijo que el helicóptero debería ser colocado frente a La Moneda, sede del Ejecutivo de Chile, como un monumento al derrocado gobierno de Salvador Allende.

El primer "vuelo de la muerte" conocido en Chile ocurrió en octubre de 1973, un mes después del golpe de Estado , donde tres compañeros políticos de Becerra Arce, Luis Fernando Norambuena, Gustavo Farías y Ceferino del Carmen Santis, fueron subidos a la aeronave Puma H-255 para ser arrojados al Océano Pacífico. “Un día se los llevaron y no regresaron”, dijo la mujer a The Guardian.

“En 2001, el Ejército chileno admitió haber matado a más de 100 personas con el mismo método durante el gobierno de Pinochet. Pero los esfuerzos para identificar a las víctimas y los perpetradores se han visto obstaculizados por la deslucida cooperación de las Fuerzas Armadas”, precisó el diario.

El helicóptero fue adquirido en 2003 por el parque Dogtag Airsof, cuyo dueño, Ross Beare, dijo no conocer el pasado de la pieza. "Lo recibí desmantelado en noviembre de 2014. Era solo el fuselaje y la cola vacíos”, argumentó.

“Simplemente sabía que perteneció a la Fuerza Aérea chilena y que estaba bastante mal. No estoy seguro de poder mirarlo de la misma manera otra vez o cómo me sentiré cuando mi hijo pequeño quiera sentarse en él dado que ahora sé su historia”, añadió el hombre.