El Servicio Departamental de Salud (SEDES) de Tarija, en Bolivia, despertó las alertas este jueves cuando hizo públicos los resultados de los análisis en peces del río Pilcomayo. El informe indica que se encontró mercurio y plomo en niveles superiores a los permitidos por la Organización Mundial de la Salud, de 0.2 miligramos por kilogramo cuando se trata de plomo, y de 0.5 mg por kilogramo cuando se trata de mercurio.

Las muestras, sobre sábalos, se tomaron entre el 13 y 21 de julio último en cinco puntos de la cuenca del cauce que recorre el departamento Tarija en el vecino país.

El director del SEDES, Nils Casson, afirmó que las muestras se tomaron ante la información sobre la posible contaminación de las aguas por distintas causas. Entre las más recientes, en julio de 2022 colapsó un dique de colas minero de Agua Dulce, en Potosí, Bolivia. Como uno de los afluentes del Pilcomayo provenía desde esa zona, se conjeturó sobre la contaminación. Sin embargo, los informes oficiales posteriores provenientes de la Comisión Trinacional para el Desarrollo de la Cuenca del Río Pilcomayo, sostenían que la variación de los niveles de metales pesados en las aguas no era significativa.

En septiembre del año pasado, en tanto, se tomaron las muestras en peces en la costa argentina. Así se informó desde la Secretaría de Ambiente de la provincia. Los resultados “fueron negativos. Y de todas maneras los metales se acumulan en las vísceras que no se consumen”, indicó a Salta/12 el organismo oficial.

La Secretaría de Ambiente afirmó que por el cronograma preestablecido, en setiembre próximo se tomarán nuevas muestras para realizar otros estudios.

Por su parte, Casson indicó que el estudio realizado sobre la fauna ictícola en Tarija “evidencia que la carne de este pescado (el sábalo) no es recomendable para los grupos de riesgo como mujeres en etapa fértil, embarazadas y niños hasta los 10 años por las consecuencias neurológicas que podría tener”.

El funcionario añadió que los análisis que se hicieron en el caso de Tarija son netamente locales, pero entendió que fijan una “línea de base para realizar más estudios” en los países que son atravesados por la cuenca del Pilcomayo: Argentina y Paraguay. Pues entendió que esto podría ayudar a descartar la probable contaminación de la fauna ictícola en la “parte más baja de la cuenca”.