“El fascismo pareciera que se ha naturalizado, como se ha desnaturalizado la crítica política a la ultraderecha. Los procesos de crisis económicas producen radicalizaciones sociales más emocionales que racionales; es notable que el goce político de un sector humilde de la juventud se asocie a estos fenómenos neofascistas, un goce político sin tradiciones y sin sentido de la historia”, plantea el poeta Juano Villafañe, director artístico del Centro Cultural de la Cooperación, para quien resulta “paradojal” abrir el XIII Festival Latinoamericano de Poesía en el Centro --que se realizará desde este martes hasta el viernes 18 con entrada libre y gratuita-- cuando se cumplen 40 años de democracia y el relato político del candidato de la Libertad Avanza, Javier Milei, “confronta contra las poéticas de la memoria”. 

La apertura llegará de la mano del actor Pompeyo Audivert, quien presentará Los límites y el caos, sobre textos de Jorge Enrique Ramponi (1907-1977), y estarán también los poetas invitados en esta edición: Rafael Castillo (Colombia), Alina Kummerfeldt (Guatemala), Malena Luján Goldfarb (Uruguay), Mateo Morrison (República Dominicana), María Ángeles López (España) y Lourdes Espínola Wiezell (Paraguay).

Audivert participará también de Agosto Poético, ciclo de teatro y poesía que reúne obras creadas a partir de los textos de reconocidos poetas, que se desarrollará hasta el 31 de agosto en el marco del XIII Festival Latinoamericano de Poesía en el Centro. La programación incluye siete espectáculos: Artaud Sesión Teatral, de Eduardo Gilio; Las que van, sobre textos de Patricia Díaz Bialet, con dirección de Martín Urbaneja; Entre un hombre y una mujer, recital poético musical sobre textos de Edgar Bayley, dirigido por Mariano Dossena; Palabras para ellas, sobre poemas del actor y director Francisco Pesqueira, con dramaturgia, puesta y dirección de Emiliano Samar; Encuentro de poetas, sobre poemas de Jacobo Fijman y Vicente Zito Lema, con dirección de Ana Yovino; Los empeños de una casa, de Sor Juana Inés de la Cruz, con puesta y dirección de Santiago Doria; Habitación Macbeth, la pieza de Pompeyo Audivert que lleva tres años ininterrumpidos a sala llena.

“La poesía tiene una gran historia de rechazo al fascismo. Desde esa tradición y asumiendo los nuevos desafíos, los poetas debemos denunciar a los movimientos políticos de ultraderecha”, dice Villafañe a Página/12. “Ante la irracionalidad del neofascismo y de las expresiones más radicalizadas del neoliberalismo, debemos ofrecer una nueva racionalidad que se asocie con los sentimientos más nobles y profundos de las metáforas y las imágenes poéticas. La poesía representa lo más humano de la vida, la memoria de los afectos que vienen desde el fondo de la historia. Necesitamos un presente poético que siga proyectando lo mejor de nuestras tradiciones, vanguardias y rupturas”, agrega el poeta y director artístico del Centro Cultural de la Cooperación.

El Festival Latinoamericano de Poesía en el Centro contará con mesas redondas sobre la poesía en el ensayo, la poesía en el teatro y la poesía en el taller, en la que estarán Ivonne Bordelois, Rafael Felipe Oteriño, María del Carmen Colombo, Ana Guillot, Américo Cristófalo, Gabriela Stoppelman y Camilo Sánchez, entre otros poetas. 

Edición tras edición, el festival permite “reconocer las voces poéticas del continente y de nuestras provincias”, subraya Villafañe sobre este encuentro que enarbola su bandera latinoamericana y federal. También leerán sus poemas Irma Verolín (Buenos Aires), Raúl Mansilla (Chubut), Bettina Ballarini (Mendoza), Claudia Almada (Entre Ríos) y María Paula Alzugaray (Santa Fe).

Villafañe advierte que los poetas tienen “grandes desafíos” ante la propia historia. “No nos olvidemos que tuvimos un movimiento como el modernismo que significó una gran experiencia poética colectiva por la reapropiación de la palabra impuesta por el colonizador; las vanguardias internacionales como el surrealismo, el ultraísmo o el creacionismo. Tampoco hay que olvidarse del segundo movimiento de las vanguardias en los años 60, que apropiándose de las experiencias internacionales radicaron transformaciones poéticas con rasgos nacionales en nuestra América, como los nadaístas en Colombia o los tzántzicos en Ecuador. Los debates entre neorrománticos, neobarrocos, experimentalistas y objetivistas en los 80 y 90, para llegar hasta fin de siglo y a esta etapa de nuevas tecnologías”, repasa y precisa que actualmente hay una diversidad de voces que retoman lo mejor de las tradiciones y las rupturas. “La imagen, la metáfora, la propia palabra, no tienen solo valor de uso, tienen también valor de cambio; hoy el poeta puede ser su propio editor y difusor de su poesía en las redes. Los poetas seguimos creando una nueva lengua dentro de la lengua, seguimos afrontando en plenitud el uso de la palabra y el lenguaje”.

*La programación completa del festival se puede consultar aquí.