Nos vendieron las enormes ventajas de vivir en un monoambiente de espacios reducidos, mucho más chicos que los convencionales, un pañuelito de 20 metros cuadrados (5m x 4m) o aun menos. Se dijo que es “una nueva tendencia ideal para los jóvenes”. Como la ley prohíbe hacer viviendas tan chicas, se los habilita como “estudios profesionales”. “Y para evitar la sensación de ahogo, vienen equipados con camas, mesas y electrodomésticos especiales –en general rebatibles– que exprimen al máximo cada centímetro”. Y nos dijeron que una ventaja adicional es que “se pagan menos expensas” (ver Clarín, 17/02/2017).

Nos trataron de encajar las ventajas de engañar al estómago. “Desde los cracker twistos y las papas fritas Lay’s (de PepsiCo) hasta los snacks Gallo (de Molinos), el consumidor argentino tiene una amplia oferta para elegir en esos momentos en los que aún no es la hora de una comida ‘verdadera’ pero hay que ingerir algo para seguir adelante. Muchos emprendedores vieron la oportunidad en este punto en el que se intersectan los conceptos de comida fast y de alimentación saludable. Incluso, en el mundo desarrollado, ya está ‘pegando’ el concepto de fast good: una modalidad de alimentación rápida y health friendly” (ver Clarín, 2/4/2017). Nos versearon con el asunto de que para las personas de escasos recursos mejor que las tradicionales vacaciones de otros tiempos son las escapadas de fin de semana llevando la propia vianda para no incrementar los gastos familiares, preferentemente a lugares aislados, sin tentaciones de  consumo.

Nos inculcaron las múltiples ventajas de vivir en la nueva argentina como las de pagar más por los servicios públicos, como un modo de ser partes de la racionalización que tanta falta le hace al país de si se puede.

El que no sepa cómo llegar a fin de mes podrá “disfrutar de la incertidumbre”, como dijo textualmente el candidato Esteban Bullrich, el 5 de diciembre del 2016.

Ahora que sale el “fútbol para todos ponen” en la perinola de nuestra vidas, nos van a decir que hay que ver siempre el lado positivo de las cosas. Y que por lo tanto las clases menos acomodadas, las que no pueden pagar el abono, tendrán la posibilidad de reunirse en los bares, porque no hay nada más lindo que la vida social y la confraternidad. No va a pasar mucho tiempo hasta que salga publicado que se observa una tendencia creciente: la del “fútbol friendly”.