Hacía una semana que el equipo económico de Sergio Massa venía trazando escenarios posibles, de medidas y expectativas, para el día después de las PASO. Pero el sacudón de la victoria de La Libertad Avanza, el partido de Javier Milei, apuró los plazos y entre la medianoche del domingo y la madrugada del lunes definieron un paquete de medidas que tiene en el eje a la más polémica, la devaluación de 22 por ciento que llevó el dólar oficial a 350 pesos y pone en vilo a los ingresos y a los precios. Pero las últimas horas de Massa luego del batacazo del libertario tuvieron además un mirada de medidas de largo plazo y una estrategia económico-política: el enemigo elegido para confrontar será Milei y el debate será por el impacto de las medidas que se proponen en campaña. 

La decisión de devaluar, que no cayó de la mejor manera a la interna de Unión por la Patria (UP) fue, para fuentes oficiales que hablaron con Página I12, "algo que teníamos que hacer, no había otra en este contexto". En ese sentido, analizaron que el impacto del primer día post derrota se atenuó, con el Banco Central (BCRA) comprando 220 millones de dólares y "una señal política de que estamos sobre el tema". 

En el Gobierno buscan descalzarlo, pero esa devaluación es parte de un acuerdo previo con el FMI. De hecho, según supo este diario, el organismo que conduce Kristalina Georgieva, se negó a traspasar los fondos pedidos antes de las PASO por la negativa a devaluar. Hoy, horas después del anuncio de devaluación, el FMI se movió rápido y con un comunicado celebró la medida y avisó que el 23 de agosto, en la reunión de Directoria liberará más de 10 mil millones de dólares, 3000 más de lo que había sido comprometido en el Staff Report. La percepción en las filas de Massa es que ese hará que "el Gobierno recupere liquidez" que perdió usando yuanes para pagarle al FMI. Y que le da músculo para intervenir de acá a fin de año. 

En el Gobierno afirman que "se trabajará para atenuar el impacto inflacionario" de la devaluación. Pero la tarea es dificil. En Hacienda detallan, con informes preparados a tales fines, que el crecimiento del márgen de ganancias de los formadores de precios les creó "un colchón" que les debe permitir absorber los aumentos. Un dato extra: en las últimas horas, Massa decidió que Guillermo Michel, el actual titular de Aduanas y mano derecha del ministro, sea el hombre encargado de negociar con las empresas. Junto a él se sentarán el viceministro Gabriel Rubinstein, el secretario de Comercio, Matías Tombolini, y el jefe de AFIP, Carlos Castagnetto. 

La batalla de los precios es central por dos razones: la primera, ya hay una disparada de remarcaciones (ver aparte) que responden al salto devaluatorio. La segunda, que el gobierno se juega mucho, de aquí a octubre, en los indicadores de inflación. Y es altamente probable que, si no median controles, la inflación de septiembre pueda quedar cerca de los dos dígitos, algo que hasta ahora se había evitado. 

Los modelos, en la disputa con Milei

Massa llegó al ministerio de Economía a primera hora de la mañana y luego de resolver las medidas económicas, empezó a trazar, en llamados y reuniones varias, la estrategia política de cara a las elecciones de octubre. 

En su entorno eligieron de rival directo a Milei, del que dijeron que fue culpable de derrumbe de las acciones de empresas argentinas. El cálculo que hacen desde lo político, diferente al que hacian en la previa (que sería el candidato más votado), es que haber salido segundo más votado pone a UP como la fuerza que se diferencia de Juntos por el Cambio y disputa directo el ballotage con Milei. 

"Hoy tenemos una nueva oposición", dicen cerca del ministro, donde relegan el debate que pueda darse con Patricia Bullrich, la representante del PRO, que quedó cinco puntos abajo de Massa entre los más votados. Recuerdan además que Macri, en 2019, cosechó 32 puntos en la PASO presidencial. Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta no llegar al 30, en esta oportunidad. 

En medio de esa estrategia, Massa buscará contrastar propuestas económicas con los libertarios. Consideran en sus filas que el debate de fondo sobre el daño de esas medidas no está dado. Efectivamente, con encuestas en la mano, percibieron que la mayor parte de los votantes de Milei no conocen o no están de acuerdo con las propuestas económicas del libertario. Por ese camino irán.