La noche del 26 de agosto, la entrada del Niceto Club se llenó de gente de diferentes edades, distintas ciudades y provincias, todxs haciendo una fila interminable por una misma emoción: presenciar la vuelta de Lxs Rusas Hijxs De Puta en la celebración de los diez años de su mítico disco “Hola”, que hizo sold out a semanas del show.

Desde amigxs y familiares que ansiaban ver una vez más a la banda, hasta personas que se habían vuelto fanáticas del cuarteto luego de que se separaran, algo los unía a todxs y era que el gran día de verlos en vivo por fin había llegado. Mientras que esperaban para ingresar a la sala, algunxs grupos hablaban de su juventud y contaban anécdotas sobre las veces que habían visto tocar a la banda, otrxs no sabían qué esperar de la reunión, pero de lo que todos estaban seguros era que La Piba, Juli, Flor y Santi iban a dar un espectáculo lleno de cariño, gritos, baile y pogo, mucho pogo.

Apenas se ingresaba al establecimiento, además de estar vendiendo remeras y discos en un stand, Los Rusos colocaron una máquina arcade con su videojuego 8 bits inspirado en“Llueve”, lanzado de la mano de @shitty.games para matar la ansiedad de la espera. El juego vió la luz el nueve de agosto y los primeros seis puestos con los puntajes más altos podían ganar desde entradas para el recital hasta remeras y otros presentes.

El escenario del lado A de Niceto fue estrenado por la banda marplatense Buenos Vampiros –uno de los grupos más influyentes del rock under alternativo en la actualidad– y la manija, las ganas de saltar, se hicieron presentes desde el primer tema de la banda telonera. Era evidente que había algo en el aire que emborrachaba a cada persona que había asistido a la vuelta del grupo conformado por La Piba Berreta, Julian Desbats, Santiago Mazzanti y Florencia Mazzone. Ese licor tan irresistible era encontrarse con esos sonidos y esas letras que tanto representaban a su público, probar ese ímpetu rebelde que los caracteriza y olvidarse de todo por un rato para dejar todo en la pista y sumergirse en la experiencia Rusa Hija De Puta.

La Experiencia Rusa Hija de Puta colmó las expectativas

La presentación fue un recorrido anacrónico por casi toda su discografía (desde su disco debut “Hola” hasta su último single lanzado el 26 de julio “Llueve”) que comenzó con Me Caen Todos Mal Menos Mi Novio y a partir de ese momento se comenzaron a generar esos huecos gigantes en el medio de la sala donde en el centro la gente bailaba hasta que el pogo se encendía y volaban patadas, abrazos, besos y piñas. Se podía escuchar a todos los espectadores cantando la letra, algunos a gritos pelados y otros con lágrimas en los ojos y una mirada de incredulidad llenó el lugar al ver salir al escenario a La Piba Berreta con su look de enterito de tul rojo y maquillaje al estilo drag queen, la cantante preguntó beboteando “¿nos extrañaron?” y en ese instante se pudo escuchar a todo el establecimiento convencido gritando que sí.

La velada de reencuentro tuvo invitados excepcionales que aportaron su arte como regalo a la banda, entre ellos se destaca la participación de Cartón Pintado, quien colaboró en la canción Nubarrón –una de las más conocidas de la banda, cuenta con más de 100 mil streams en la plataforma Spotify–, cantando y haciendo twerking con un vestido de lana negro al cuerpo. También se sumaron en algunas canciones las guitarras de la cantautora Lucy Patané (con unos solos despampanantes) y las de la productora trans, Sasha Sathya, quien deslumbró con su pelazo negro lacio y su destreza con las cuerdas.

El eje del recital era claro, compartir. Se compartieron recuerdos, amor, rabia, escenario, miradas cómplices con desconocidos que palpitaban una pasión que pocos entienden, la pasión de ser “horrible” –como dice la canción del disco Nos Vamos a Morir de Estrategias de Amor–, de ser berreta, de desobedecer, de pintar fuera de las líneas, se compartieron desde manos que sostenían cuerpos que flotaban como en una nube hasta un porro encendido por Luludot que después empezó a pasar de mano en mano en el público. Dentro de los momentos que más destacaron del show se encuentra cuando el guitarrista Desbats tocó una de las canciones más aclamadas del disco que cumplia una década: “Carmelo”) y como dice la letra, todos vivenciaron “esas ganas de sentirse libres con tan poco” mientras se reventaban unos contra otros en el mosh pit para luego reunirse en la valla a recibir al cantante y sostenerlo entre todos.

Niceto tembló hasta casi desplomarse cuando el bajo de Santiago empezó a sonar y la voz de la Rusa cantaba Halloween, para los que ya conocían a la banda y para los que no, la baterista avisó que ya no quedaba mucho del recital y que ellos no eran de las bandas que hacen BIS así que el público lo dejó todo bailando ya que no sabían cuando iban a volver a ver al grupo. “Hacemos lo que amamos porque vamos a morir” es el lema de Lxs Rusxs y no hubo ni un momento en todo el recital en el que no se viera una alegría inmensa en sus caras al escuchar sus temas cantados por un Niceto repleto y hambriento de más.

Al final del show, en el momento de las despedidas, la banda dejó la puerta abierta a nuevos reencuentros, también pueden seguir las carreras solistas de los integrantes y seguir disfrutando de los discos ya editados de una de las bandas punky emo más míticas del underground argentino.