La casa de El Carmen quedó en condiciones de ser habitada. Gracias al enorme empeño de integrantes de la organización Tupac Amaru desempleados desde diciembre de 2015 y a la campaña de solidaridad impulsada por el Comité por la Libertad de Milagro, el inmueble donde debe ser trasladada Milagro Sala ya tiene luz, gas, agua y ventanas. Sus defensores presentaron ayer mismo dos escritos ante los jueces Gastón Mercau y Pablo Pullén Llermanos para exigir sin más demoras el inmediato traslado ordenado al estado argentino por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). El fiscal a cargo de las causas que la tienen aún en lo que a ella se le trasformó en el infierno del Alto Comedero presentó una apelación para impedirlo, un nuevo planteo que, de todas formas, no tiene efectos suspensivos sobre la resolución de los jueces que efectivamente deben cumplir.

“Hicimos la presentación ante los dos juzgados para decirles que la casa se encuentra en condiciones de habitabilidad, que fue refaccionada por la defensa y estamos pidiendo que la trasladen inmediatamente dando cumplimiento a las obligaciones internacionales”, explica a Página12 Marcos Aldazabal, del equipo de defensores de Milagro. 

–¿Qué debería pasar ahora?

–Primero hay que decir que todo se da en el marco de una situación totalmente irregular por cómo están resolviendo el planteo de la CIDH, pero los jueces ahora deberían disponer una nueva inspección de la casa para confirmar si están dadas las condiciones. Lo que nosotros expresamos en los escritos presentados en el día de hoy (por ayer a la mañana) es que se disponga el traslado porque el lugar ya está en condiciones, pero sobre todo porque ya se cumplieron los plazos otorgados por la Comisión, y dos semanas desde la primera resolución de los jueces. Mientras tanto, Milagro sigue en el penal, sigue con riesgo de vida, sigue con peligro su integridad física. Nosotros no estamos pidiendo ni siquiera la inspección, lo que pedimos es que la trasladen inmediatamente. No queremos que se alargue más este trámite y queremos que se regularice la situación.

En estas condiciones, espera Milagro. Como explicaron la semana pasada los abogados en conferencia de prensa, la prioridad ahora es el traslado. Una vez que se produzca van a discutir el resto de las restricciones y condiciones que impusieron los jueces para la mudanza. Esas condiciones incluyen la derivación a un inmueble que no es el lugar de residencia de Milagro, pero también el establecimiento de un cerco militarizado de custodia integrado por la Gendarmería Nacional, Policía de la provincia de Jujuy y control de funcionarios del Patronato de Liberados. Además, impusieron una enorme cantidad de restricciones para la vida cotidiana que reproducen la lógica del sistema carcelario. Horarios de visita de 7 a 19, sólo los días martes, jueves y sábado con un límite máximo de 20 personas por día que deberán dejar accesorios y aparatos telefónicos en la puerta. 

Ni el control de seguridad ni las restricciones forman parte del régimen legal de las domiciliarias. Una condición que la inventiva extraordinaria de los funcionarios de Jujuy también discuten, dado que Pullén Llermanos, el más duro de los jueces, ni siquiera habla de prisión domiciliaria sino de cambio de régimen carcelario, dato que está a contrapelo de la resolución de la CIDH, pero además discute en términos fácticos lo que va a ocurrir en realidad: el traslado a una casa.