E. Martínez (6): tuvo muy poco trabajo porque Bolivia casi que no llegó. Apenas si atajó una pelota en el primer tiempo. En el segundo no entró en juego. Insistió con los saques largos buscando por arriba a Di María y Julián Alvarez.

Molina (6): moderó sus idas al ataque, pero cumplió largamente. Seguro con la pelota y sin inconvenientes en la marca. Cerró su lateral.

Romero (7): jugó mas contenido que ante Ecuador, pero no perdió eficacia. Sostuvo bien por arriba y por abajo a Moreno Martins, y salió correctamente con el balón desde el fondo. En el segundo tiempo se animó a ir más al medio, y allí ganó varios anticipos. Y también prevaleció cuando fue a cruzar sobre su derecha. Recibió el planchazo que determinó la expulsión del boliviano Roberto Fernández en la primera etapa, y en el compendio de los dos partidos fue el mejor jugador argentino.

Otamendi (6): Moreno Martins tampoco le creó complicaciones. Todo el partido lo tuvo controlado. Tal vez exageró demasiado con los pelotazos desde atrás.

Tagliafico (7): también reguló sus proyecciones. Prefirió buscar con pases largos a Nicolás González. Pero cuando fue al área convirtió con el hombro izquierdo el segundo gol de la Argentina. En la marca no tuvo inconvenientes. Bolivia casi nunca lo atacó.

De Paul (8): uno de los mejores. Mantuvo la intensidad habitual de su despliegue, repartió bien la pelota, se soltó en ataque y probó varias veces desde afuera del área. De uno de sus arranques desde el medio vino el gol de Enzo Fernández. Decayó en la segunda etapa. Pero ya lo había dado todo. 

E. Fernández (7): alternó con Mac Allister como volante central e interno por la izquierda. Jugó con soltura y atrevimiento, pisó el área con decisión y en una de esas llegadas anotó el primer gol argentino. Cada vez más afirmado y confiado en su posición.

Mac Allister (7): se dividió la media cancha con Enzo Fernández e hizo un partido muy completo. Seguro y preciso con la pelota y siempre bien colocado para recibir y tocar, manejó los ritmos del equipo y aseguró la salida desde el medio, A la hora de recuperar, tampoco desentonó. En este nivel, costará discutirle la titularidad. 

Di María (8): otro partido destacado en la altura. Jugó abierto por la derecha y participó de los dos primeros goles argentinos. Habilitó con certeza a Enzo Fernández en el 1-0, y ejecutó el tiro libre que Tagliafico mandó a la red en el segundo. En el final del partido hasta se atrevió a meter algunas corridas, como si le sobrara el oxígeno. Fue el capitán en lugar de Messi y en todo momento estuvo a la altura de esa responsabilidad.

Alvarez (7). tal vez falló en algunos controles dentro del área, y eso le restó eficacia y lo alejó del gol. Tuvo dos oportunidades, una en cada tiempo. Una la sacó el arquero Viscarra y la otra dio en el poste derecho. Después se mostró muy activo en la presión a los limitados centrales bolivianos. Consiguió varias pelotas fuera del área y combinó bien con los volantes que venían desde atrás. Hizo un trabajo sacrificado a favor del equipo que se le debe reconocer.

N. GonzáIez (6): se mostró constantemente por la izquierda, pero lo buscaron con pelotazos largos que no siempre pudo aprovechar. Volvió a ser importante en el retroceso ocupando el costado izquierdo de la media cancha, y remató su actuación señalando el tercer gol de la Argentina.

Palacios: jugó los últimos 15 minutos en lugar de De Paul. En ese rato tocó y fue a buscar, y ganó al borde del área la pelota que derivó en el gol de Nicolás González. Cumplió.

Paredes: reemplazó a Alexis Mac Allister y sólo estuvo siete minutos en la cancha.

L. Martínez: ingresó por Julián Alvarez y también jugó siete minutos. Tiempo suficiente para seguir presionando a los centrales bolivianos y tirar algunas diagonales.

Garnacho: aprovechó a fondo los siete minutos que le dio el técnico Scaloni. Metió cuatro piques por la izquierda, y demostró una actitud positiva para pelear la pelota y correr. El ingreso le bastó para quedar blindado y no poder jugar en ninguna otra Selección que no sea la Argentina. Le dio una vibración diferente a un equipo que ya estaba gastado.

Correa: entró por Enzo Fernández y también jugó siete minutos. El público boliviano creyó que era Messi (usó el número 10) y lo ovacionó cuando pisó la cancha.