Está todo listo para que el martes el Frente de Todos logre aprobar la reforma al impuesto a la Ganancias en la Cámara de Diputados. Los números están justos, pero el oficialismo se prepara para anotarse, en 24 horas, un triunfo por partida doble: protagonizar la agenda electoral con una bandera histórica del movimiento sindical y, de paso, poner contra las cuerdas a la oposición cambiemita, que hizo de la eliminación de impuestos su caballito de batalla y que, sin embargo, terminará votando en contra de la eliminación de la cuarta categoría. La CGT, la CTA y numerosas organizaciones sindicales ya convocaron para marchar al Congreso el día de la votación y, con este despliegue, Unión por la Patria buscará anotarse un tanto a un mes de las elecciones generales. Sergio Massa, ministro candidato que impulsó la iniciativa, estará presente en el recinto para festejar

El proyecto propone modificar el impuesto a las Ganancias creando un "impuesto cedular" sobre los mayores ingresos en relación de dependencia que sólo pasarían a pagar quienes cobran por encima de 15 salarios mínimos (hoy 1,7 millones de pesos). La iniciativa ingresó hace menos de una semana al Congreso, pero el oficialismo está focalizado en exprimir al máximo la centralidad política que le dio a Massa el anuncio de Ganancias y aprovechar el empuje para aprobarlo lo antes posible. El objetivo es que la comisión de Presupuesto dictamine el proyecto hoy a las 16 horas y mañana a las 13 llevarlo al recinto, en una sesión que también tratará un proyecto que busca blanquear trabajadores de Pymes y la creación de cinco universidades nacionales: la del Delta, de Pilar, de Ezeiza, de Río Tercero y de Madres de Plaza de Mayo.

Para llegar al mágico número de 129 para el quórum, el FdT consiguió sumar, en los últimos días, la adhesión de tres votos clave: el de los bonaerenses Alejandro "Topo" Rodríguez y Graciela Camaño y el de la cordobesa Natalia de la Sota. Con 118 diputades propios, el FdT sumaría así estas tres adhesiones a los porotos que ya venía negociando desde antes: los dos misioneros y rionegrinos de Provincias Unidas y les cuatro de la izquierda (Myriam Bregman, Nicolás del Caño, Romina del Plá y Alejandro Vilca). Se le sumó, a su vez, el guiño del neuquino Rolando Figueroa, gobernador electo de la provincia que, el sábado por la mañana, afirmó que "el salario no es ganancia y la próxima semana tendremos la oportunidad de reafirmarlo en el Congreso". Será, eso sí, una mayoría ajustada, sin mucho margen para sorpresas, pero le permitiría al oficialismo no depender de la actitud que termine adoptando el bloque libertario de Javier Milei, que cuenta con tres diputades y aún no ha anunciado que postura adoptará en el recinto.

El Partido Socialista, los otros dos diputados cordobeses que responden a Juan Schiaretti, Florencio Randazzo y el total de Juntos por el Cambio, mientras tanto, no acompañarán la iniciativa ni darán quórum. 

El titular de la bancada oficialista, Germán Martínez, y la presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau, vienen manteniendo conversaciones con todos los bloques opositores desde que el ministro de Economía anunció que mandaría el proyecto de Ganancias al Congreso. Había que convencer no sólo a los bloques del medio, sino tranquilizar a los propios, ya que el impuesto a las Ganancias es coparticipable y muchos dirigentes provinciales temían que la caída en la recaudación terminase impactando sobre los fondos que reciben las provincias. El propio Massa conversó con los gobernadores peronistas -con quienes había mantenido una cumbre la semana pasada en Tucumán- para garantizarles que sus provincias no se verían afectadas. 

El cálculo que hacen en Economía es que la reforma de Ganancias tendría un impacto fiscal 0,28 por ciento del PBI, pero que podrá compensarse con lo recaudado con el impuesto PAIS y una serie de reformas tributarias que se buscará aprobar cuando se debata el Presupuesto 2024. ¿Cuáles? Fundamentalmente tres: impuesto a las Ganancias para el Poder Judicial, cobro de Bienes Personales a los bienes rurales de argentinos en el exterior y el impuesto mínimo a las Sociedades. Los dos primeros son exenciones impositivas que, según la separata que se incluyó en el proyecto del Presupuesto, significan un costo del 0,16 y 0,48 por ciento del PBI respectivamente. El tercero es un impuesto del 15 por ciento a las grandes empresas que no tienen sede física en el país pero que operan (y obtienen ganancias) en la Argentina. El objetivo del FdT es aprobar estos nuevos gravámenes cuando se comience a debatir el Presupuesto luego del 22 de octubre.

La incomodidad de JxC y las movilizaciones

No es un escenario cómodo para Juntos por el Cambio. Después de haber presentado numerosos proyectos de reforma de Ganancias y de haber militado la eliminación de impuestos como principal promesa de campaña, les diputades cambiemitas se enfrentan al desafío de justificar su decisión de no dar quórum y votar en contra del proyecto que busca eliminar el impuesto a las Ganancias para les trabajadores. Más de uno, incluso, había advertido sus dudas. "¿Cómo te opones a un proyecto así en un contexto inflacionario?", había deslizado más de un legislador cambiemita en los chats y reuniones informales que mantuvieron varios de los dirigentes de JxC en los últimos días. Finalmente, sin embargo, terminó predominando la decisión política de no acompañar al oficialismo a un mes de las elecciones.

Este lunes, Jxc presentará su dictamen de rechazo y comenzará a prepararse para unificar un discurso frente a las inevitables críticas que le irán dispensando desde el oficialismo. Especialmente luego de habérsela pasado provocando a Massa, apenas unos días atrás, para que presentara el proyecto así lo votaban. "Estaban convencidos de que lo de Massa era igual que lo de Macri en la campaña de 2015: jarabe de pico. Y ahora reculan en chancletas. Están quedando al desnudo frente a los trabajadores que, además, no van a estar mirando por la televisión, sino van a estar en las calles del Congreso", afirmó a Página12 Hugo Yasky, diputado del FdT y secretario general de la CTA, organización que ya convocó a marchar, junto a la CGT y otras centrales sindicales, desde el martes a la mañana.