En la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires (UBA) funciona el Centro de Referencia en Identificación Genética Humana (GRIGH). Su labor es fundamental para la identificación genética humana, la cual puede ser requerida por la Justicia tanto Civil como Penal, o por particulares.
Especializados en el área de la biología molecular forense analizan en el Centro más de tres mil muestras genéticas al año y cuentan con tecnología de punta. A lo largo de su historia realizaron más de 17 mil estudios de identificación sobre casos judiciales y policiales más diversos.
El CRIGH desempeña un papel esencial como apoyo a la Justicia argentina para el esclarecimiento de causas que requieren este tipo de pericia genética. Por esta razón recurren, principalmente, al empleo de técnicas moleculares de identificación de individuos, restos humanos y manchas de fluidos biológicos.
Uno de los casos con los que colaboraron recientemente fue en el análisis de evidencias relacionadas al asesinato del Ingeniero Mariano Barbieri, atacado en los Lagos de Palermo, Ciudad de Buenos Aires el 31 de agosto. De la misma forma tuvieron participación en algunos de los sucesos más importantes de la historia judicial argentina: como los atentados a la Embajada de Israel (1992) y a la AMIA (1994); el accidente de LAPA cinco años más tarde; el asesinato del gendarme Omar Carrasco (1994); el caso del homicidio del empresario Alfredo Yabrán (1998) y el feminicidio de Ángeles Rawson (2013); entre otros.
El proceso de análisis de muestras de ADN, abarca desde la recolección de una gota de sangre o saliva, hasta el recorte de una prenda de vestir. El procedimiento es llevado a cabo a través de una rigurosa cadena de custodia para garantizar la integridad de la evidencia. Una vez extraído y cuantificado el ADN de la muestra en cuestión, se da la realización de la amplificación y el análisis que culmina en un informe pericial con detalles de la metodología, resultados, cálculos estadísticos y conclusiones.
Ante la consulta del Suplemento Universidad de Página/12 sobre el tiempo que demora la obtención de los resultados, Andrea Sala, directora del Servicio de Huellas Digitales Genéticas, doctora en Bioquímica e investigadora del CONICET, sostuvo que eso varía según la urgencia. “Cuando hay un caso que es muy urgente, se puede resolver en el término de la semana, semana y media. Por ejemplo, cuando fue el 20 de diciembre la violación múltiple a una joven que ocurrió en Palermo, recibimos unas 140 evidencias, más las muestras que fueron tomadas para la víctima y a los sospechosos. Y esto, dado la urgencia que fue solicitada, se informó en el término del mes”.
Tras el prestigio alcanzado por el CRIGH, la Facultad de Farmacia y Bioquímica de UBA logró cerrar convenios con diferentes instituciones judiciales, entre ellas la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN); la Corte Suprema de Justicia de la Provincia de Formosa; el Supremo Tribunal de la Provincia de Entre Ríos; la Corte Suprema de Justicia de la Provincia de Chubut; la Fundación de la Universidad Nacional de Misiones; la Corte Suprema de Justicia de la Provincia de La Pampa y la Corte Suprema de Justicia de la Provincia del Chaco, entre otras.
El Centro también recibe consultas particulares. Los casos más comunes suelen ser análisis de ADN para la determinación de vínculos de parentesco y juicios de filiación: paternidad, maternidad, abuelidad, entre otros vínculos, además de filiaciones post-mortem. Desde el punto de vista económico, la muestra más costosa de analizar es cuando los profesionales deben extraer ADN a partir del material de un cadáver.
Estos estudios realizados en los laboratorios de la UBA, son realizados con insumos provenientes del exterior. En este sentido, la Doctora Sala indicó que “el costo de análisis de ADN es muy alto” porque deben trabajar “con insumos que son importados.”
El trabajo realizado en el laboratorio es un trabajo en el que se hace un análisis objetivo a partir del resultado que se obtiene de una muestra de ADN. En ese sentido, la directora del laboratorio destacó que “la interpretación se valora estadísticamente y se concluye, y no hay ninguna subjetividad en el resultado”.
“Es como cualquier pericia científica, por lo tanto, por más que una causa pueda ser más mediática que otra, no repercute en el resultado, del laboratorio”, remarcó Sala.
El Servicio de Huellas Digitales Genéticas (SHDG) cuenta con 47 certificados de controles de calidad otorgados, entre otros, por el Grupo de Habla Española y Portuguesa de la Sociedad Internacional de Genética Forense GHEP-ISFG; el Instituto de Estándares y Tecnología del Departamento de Comercio de los Estados Unidos-NIST; el Instituto de Medicina Legal de Innsbruck, Austria; la Facultad de Medicina de la Universidad de Berlín; y de la Sociedad Argentina de Genética Forense-SAGF; que certifican la calidad del trabajo realizado en más de 30 años de trayectoria.
El SHDG se creó en 1991, bajo la dirección del Dr. Daniel Corach, en el ámbito de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires y fue el primer laboratorio del país dedicado a la biología molecular forense. Recién en 2015 la UBA nombró a este Servicio como Centro de Referencia en Identificación Genética Humana (CRIGH).