Mientras el Consejo del Salario sesionaba de manera virtual, los movimientos sociales de la izquierda manifestaron en reclamo de un salario mínimo igual a la canasta básica, que --en agosto, el último dato oficial disponible-- fue de 284 mil pesos y hoy supera los 300 mil. Las organizaciones de la Unidad Piquetera se concentraron al mediodía en el Obelisco, desde donde marcharon hasta el ministerio de Trabajo. Por la tarde levantaron la protesta, pero tras conocer la noticia de que el nuevo aumento quedó establecido en 32 por ciento, llevando el mínimo a 156 mil pesos, muy por debajo de las expectativas, llamaron a "unir fuerzas" para convocar a un paro nacional.

Este año todas las reuniones del Consejo del Salario generaron movilizaciones de los trabajadores informales. Uno de los motivos es que el monto del Potenciar Trabajo, el salario social complementario que cobran un millón doscientos mil personas, es por ley la mitad de un salario mínimo. Este mes el Potenciar fue de 66.250 pesos. Para no ser indigente, una familia tipo necesitó el doble, es decir que el Potenciar no alcanza para garantizar la alimentación de un hogar. El salario mínimo es también un piso que tiene su incidencia en el pago del trabajo informal, en el sentido de funcionar como una referencia.

La Unidad Piquetera salió a la calle con un discurso crítico hacia el gobierno, incluidas las últimas medidas anunciadas por el ministro de Economía Sergio Massa --como la devolución del IVA por la compra de productos de la canasta básica y el nuevo IFE para los trabajadores informales que no estén recibiendo ningún tipo de asistencia del Estado --dos bonos de 47 mil pesos, que cobrarán a través de Anses en octubre y noviembre-. Los consideran medidas cosméticas.

Utep unificó su pedido con las dos CTA

Los movimientos sociales de la UTEP, el sector más cercano al gobierno, se reunieron el martes con las dos CTA para fijar un criterio. Acordaron reclamar un aumento del 44 por ciento, que llevaría el salario mínimo a 170 mil pesos.

Algunas organizaciones de este sector, como el Movimiento Evita, Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa, este viernes van a sumarse a la manifestación al Congreso convocada por la CGT para apoyar las medidas de Massa y su traslado a proyectos de ley sobre el pago de Ganancias y la devolución del IVA.

De hecho, esos tres movimientos están haciendo una campaña casa por casa, apoyándose en estas medidas para militar el voto a Massa. Entienden que fueron tomadas en un contexto electoral, pero también que el candidato de UP es el único con el que los sectores populares tendrán una puerta para discutir políticas. Con Milei o Bullrich, el escenario pasará a ser de palos y gases.

La marcha de la Unidad Piquetera

Frente al ministerio de Trabajo, la Unidad Piquetera hizo un acto. Las organizaciones llegaron con una pancarta de “Basta de salarios de hambre” y otros carteles por la reducción de la jornada laboral a 6 horas -el tema comenzó a ser debatido esta semana en comisiones, en el Congreso.

"El deterioro de los salarios es responsabilidad directa del Gobierno. El salario mínimo debería ser igual a la canasta básica que mide la pobreza", señaló Silvia Saravia, coordinadora territorial de Libres del Sur.

Damaris Rolón, referente del FOL, agregó que “la pérdida salarial viene siendo uno de los mayores problemas para les trabajadores, tanto formales como informales, porque la inflación pulveriza todo aumento. Este año el Consejo del Salario se reunió varias veces para subir el mínimo, pero la inflación siempre es mayor. En ese sentido reclamarle al Consejo del Salario es un punto importante, pero sabemos que hay un pedido expreso del FMI de mantener los salarios bajos para controlar el déficit fiscal. En ese sentido nosotres siempre reclamamos ante el Consejo del Salario, aunque no represente un bienestar para la clase trabajadora hacemos la visibilización y a la par seguimos planteando que lo que tiene que discutir el país es la creación de trabajo genuino”. 

El rechazo al acuerdo


Las organizaciones de izquierda levantaron la protesta por la tarde, pero rechazaron el acuerdo alcanzando entre gremios y cámaras empresarias (ver aparte). "Los porcentajes prolongan una política de fondo que es la descarga del ajuste sobre el salario", dijo Néstor Pitrola, candidato a diputado del PO. "El aumento del salario mínimo ha dejado el piso salarial muy lejos de la línea de indigencia", consideró, por su parte, Elías Cantero del mismo espacio. "Es un golpe al salario, de este gobierno, la burocracia sindical de la CGT y la CTA y las cámaras empresariales que, de manera virtual y de espalda a la población, asentaron este nuevo golpe que va a afectar a jubilados, trabajadoras de casas particulares, del Potenciar Trabajo y sin registrar. Desde Unidad Piquetera llamamos a unir fuerzas y empujar un paro nacional en defensa del salario y de todos los reclamos".