Este martes comenzó el discusión de los proyectos de reducción de la jornada laboral en la Comisión de Trabajo de Diputados, donde se expusieron argumentos a favor y en contra, y se desataron intensos cruces entre los sectores de empresarios, sindicatos y el Gobierno. El testimonio más "destacado", por lo insólito del planteo, fue el de Julio Cordero, dirigente de la Unión Industrial Argentina (UIA), quién se mostró en contra de la iniciativa y cuestionó: "Trabajar menos...¿para qué?".

"Tenemos que debatir en la realidad que tenemos, con los problemas que tenemos", comenzó su exposición el vicepresidente del Departamento de Política Social de la UIA, y aseguró que "este debate no lleva 100 años, lleva mucho más", mostrándose contrario a uno de los principales argumentos del proyecto, puesto que la ley de Jornada de Trabajo fue sancionada en 1929, hace casi un siglo.

Más adelante en su exposición, Cordero señaló que para la Organización Internacional del Trabajo (OIT) "el ser humano es el centro del trabajo, porque frente a las tecnologías no es seguro que haya que limitarlo al trabajo, probablemente haya que ponerle muchísima más dignidad, hacerlo mejor, generar un mejor clima en el lugar de trabajo, y eso no se logra necesariamente limitando la jornada, por ahí es al revés, porque la limitación de la jornada ¿cómo será?", observó.

Luego, vino un comentario que generó ruido en la sala y devino en cuestionamientos por parte de diversos sectores. "Yo limito la jornada para que trabaje menos, ¿para qué? ¿O sea, está mal trabajar, estamos en contra del trabajo? ¿Para qué, para ir afuera a hacer qué?", cuestionó con vehemencia el representante de la UIA. 

Y para finalizar, en un intento de matizar su polémico planteo, volvió a escudarse detrás de los organismos internacionales. "Por supuesto la vida familiar es absolutamente importante, pero esto ya se debatió internacionalmente. El límite dispuesto por la OIT es de 8 horas diarias o 48 horas semanales", subrayó Cordero. 

Este miércoles, la ministra de Trabajo, Raquel “Kelly” Olmos, fue una de las primeras en criticar a Cordero y aseguró que "es como intentar justificar la esclavitud". Además, cuestionó que una de las "soluciones" planteadas por el dirigente sea que se debe “generar un mejor clima de trabajo” pero no reducir la jornada.