Jesús Arnaldo Maza pertenece a la familia que vive en las adyacencias de un cerro que pertenece a las Sierras de Aconquija, de esa localidad, en el departamento Andalgalá, al Noroeste de la provincia de Catamarca. Hace dos semanas, mientras recorría la zona junto a su familia, observó grietas al descubierto que se acentúan con el correr de los días y que aún los profesionales no logran interpretar.

A diario sube a constatar la escena que se profundiza: “hay mayor acentuación de las hendiduras, y hay lugares por donde ya no se puede transitar por estar desnivelados”, detalló. En comunicación con Catamarca/12, Jesús asegura que: “tememos que en el lapso de un par de semanas - un máximo de 20 días según su propia medición-, todo se derrumbe, ya que debajo de la peña se hundió la tierra 30 metros y provocó que unos 100 metros más abajo reviente todo", dijo. Asegura que el agua con lodo llegó hasta las casas que forman parte de su propiedad y la de otros locadores”.

El vecino de El Lindero recordó que “con el movimiento sísmico de hace un par de meses nos salvamos de milagro porque se produjo en época seca. En tiempo de lluvia ese barro no paraba hasta llegar al río”. Él y su familia tienen miedo de que se produzca un nuevo movimiento: “Es mucho volumen de tierra que se ha movido y el peligro es que con el derrumbe de ese barro, a una casa la toma sí o sí, y si se cae la otra va a ir tirando piedras por todos lados a través de la ladera a 550 metros, va a llegar a las casas, la calle y el río ya que todas las casas están construidas en su mayoría, en la barranca”.

Desde el Gobierno de la Provincia, dieron respuesta la Policía de Catamarca y Defensa Civil llegó al lugar. Los Ministerios de Agua, Energía y Medio Ambiente y de Infraestructura y Obras Civiles hicieron el relevamiento de las casas, estructuras y lugares afectados por los daños. Un geólogo está realizando el análisis de las causas y consecuencias de los derrumbes que se sucedieron. Según Maza: “la que falló al actuar desde un principio fue la comuna, que minimizó los hechos y no tuvo en cuenta el enfoque técnico del geólogo, que vio las grietas de la montaña y tampoco acuerda con la decisión de intervención el ingeniero, ya que desde la Municipalidad se planea contener la montaña, con lo cual no estamos de acuerdo, ninguna de las partes y se centra en una cuestión más política que técnica”.

Jesús alerta que ”si bien a nuestras familias las van a contener, no tienen en cuenta al resto de las casas, donde potencialmente el mismo Intendente está en riesgo, por la ubicación de su casa”. “Desde Infraestructura esperan la respuesta sobre el criterio que va adoptar la Municipalidad de Andalgalá para poder tomar intervención directa o no. Y podría corresponder la acción del Ministerio de Agua, porque desde la zona denominada La Mesada hemos encontrado que desde los filtros de agua se derivaba el agua a ese sector. Esto no debería haber sido así, porque una parte del agua se filtró por las grietas y puede ser un desencadenante del problema, no el único”.

Defensa Civil informó a la prensa que: “no descartamos que se trate de cimbronazos, luego de un par de sismos detectados a poca profundidad tiempo atrás, alrededor de dos meses”. Toda su hipótesis se centra en los movimientos telúricos: “Nosotros estamos trabajando con otros parámetros, por ejemplo, en el lugar de derrumbes hubo movimientos sísmicos hace dos meses y el último de julio fue fuerte, fue de noche solo a diez kilómetros de la línea de superficie lo que generó que el suelo se mueva de una forma no esperada, pero que se da en algunos pintos de la zona”. 

Esperan el avance de los estudios de profesionales, geólogos e ingenieros puestos a disposición por el Gobierno.