El exsecretario legal de los primeros tiempos de la causa AMIA, Javier De Gamas, groseramente eludió la destitución como juez penal de Tierra del Fuego y logró acogerse a la jubilación. De Gamas, mano derecha del exjuez Juan José Galeano, está procesado por encubrimiento, peculado, privación ilegal de la libertad y prevaricato a raíz de las maniobras en el caso AMIA: el exsecretario acompañó aquel pago de 400.000 dólares al entonces principal imputado en el expediente, Carlos Telleldin, e instrumentó las detenciones de testigos para que declaren en contra de policías bonaerenses señalándolos como ejecutores del atentado. Toda esa trama se probó falsa y en su momento los jueces sostuvieron que lo hecho por Galeano-De Gamas fue “un armado al servicio de políticos inescrupulosos”. Pese a las acusaciones, De Gamas gozará de una jubilación de varios millones de pesos y esquiva el jury de enjuiciamiento.

Adriana Reisfeld, la titular de Memoria Activa, agrupación de familiares y amigos de las víctimas de la AMIA, calificó de vergüenza la jubilación de De Gamas. El Superior Tribunal de Justicia de Tierra del Fuego y el Consejo de la Magistratura de Tierra del Fuego sabían de esta situación desde abril de este año -según consignó Alicia Ponce, secretaria general del Sindicato de Empleados Judiciales fueguinos (Sejup) en el sitio GenteBA-, pero en lugar de iniciar de inmediato el jury de destitución, dejaron pasar el tiempo y le dieron el margen para que deje el cargo y se acoja a la jubilación, con lo cual la destitución pasa a ser abstracta”.

Toda la causa AMIA fue una grotesca maniobra desde el primer día. Pero lo siniestro es que tardaron 29 años en procesar a De Gamas por los cargos que la Cámara Federal sostuvo que correspondían y que eran cantados: el exjuez Galeano, por las mismas maniobras fue condenado a seis años de prisión. Hasta ahora, el magistrado, que estuvo a cargo de la instrucción desde el 18 de julio de 1994, no cumplió ni un día con la condena, porque todo está apelado.

El pago de 400.000 dólares a Telleldin se hizo con dinero de la secretaria de inteligencia, por entonces denominada SIDE. Lo asombroso es que existen dos videos. El primero, en que se ve a Galeano negociar directamente con Telleldín el pago. Pero, el video peor, lo muestra exhibiéndole a Telleldín una serie de fotos de policías y, de hecho, marcándole los uniformados que Telleldín debía señalar. En el juicio que concluyó en 2004 se probó que los policías bonaerenses eran una máquina de sacarle dinero a delincuentes, que tenían una estrecha relación con Telleldín -quien armaba camionetas con partes robadas-, pero que en ese andar delictivo no tenían vinculación con el atentado mismo. También Telleldín, que vendió la Trafic del ataque, fue absuelto.

La historia detrás de esta maniobra fue puramente política. La administración de Carlos Menem quiso echarle la culpa del ataque a Eduardo Duhalde y sus policías, en el marco de la feroz interna que mantenían. De esa manera, Menem trataba de sacarse de encima el ámbito en el que se produjo el atentado: el riojano había conformado una estrecha alianza con Estados Unidos e Israel, siendo de origen sirio-libanés se posicionó en la otra vereda y sobreactuó enviando dos naves al Golfo en la guerra encabezada por Washington contra Irak, que había invadido a Kuwait. La debilidad en las fronteras, la falta de un aparato de inteligencia serio, permitió que los terroristas se movieran con facilidad. De hecho, hasta el día de hoy no se sabe de dónde salieron los explosivos, quién entró y salió del país para cometere el atentado y quién manejó la camioneta para hacerla estallar frente a la mutual judía. 

En ese marco, Galeano seguía al milímetro el paso marcado por el gobierno de Menem, con la influencia decisiva que tenía la SIDE en Comodoro Py. Es cierto que De Gamas era el secretario, pero participó de ilegalidades manifiestas, pese a lo cual termina con una jubilación de privilegio

La causa AMIA suma un escándalo más, para indignación de Memoria Activa y todas las agrupaciones de familiares y amigos de las víctimas de la AMIA.