Para cualquiera que siga la escena musical del underground local, la presentación del grupo platense “Mora y los Metegoles” este sábado en el Estadio Diego Armando Maradona por el Festival Primavera Bonaerense no resulta sorprendente. Con más seis años de historia tocando juntos, dos discos y un crecimiento musical acelerado, que se impulsó después de la pandemia, el grupo liderado por Mora Palvi, una joven de nada más que 23 años, se encuentra bien instalado en la explosiva escena del “Indie” nacional.
“Grunge”, “psicodelia” o “wendy rock” son, quizás, etiquetas demasiado descriptivas y rimbombantes para Mora y los Metegoles que es, en definitiva, un grupo de amigos que ha hecho de la experimentación, la búsqueda abierta y azarosa de estilos, el juego musical despojado de prejuicios y la cercanía con su público un sello de autoría. Los tres metegoles que acompañan a Mora (Joaquín Millón, bajista y saxofonista, Lautaro Osacar, batero, y Narf Álvarez, guitarra) completan lo que su líder entiende como "no más que una exploración constante en un espacio muy íntimo, entre nosotros".
“La idea de tener una banda con amigos es un poco estar en constante búsqueda de aventuras y sorpresas. Esa adrenalina es propia del juego, pero me parece super valiosa”, afirmó la líder de este grupo.
- Vienen de tocar en Córdoba y La Plata. Ahora se preparan para el Primavera Bonaerense también La Plata y un Vorterix a fin de mes ¿Cómo ves la escena indie?
- En principio, muy activa y efervescente. Siento que los proyectos se están multiplicando y mutiplicando de manera muy rápida. Hay muchos y muy buenos. Es un momento en el que hay muchas ganas de compartir y salir a tocar. Creo que un poco todo pasó en la pospandemia. En contraposición al encierro, aparecieron muchas personas con ganas de encontrarse y de hacer cosas. En nuestro caso, la pandemia nos ayudó a reorganizarnos para salir con más fuerza, con más energía, con otra pila para encarar las cosas. Ahora están siendo días complicados, de muchas actividades, pero hay muchas ganas de hacerlo. Hablar de la “escena”, creo, es eso: el encuentro de personas que tienen deseos parecidos. Ayuda mucho sentirse acompañada por otros iguales.
- El encuentro con un público que es cada vez más grande, ¿afecta la forma en la que pensás tu música y tu horizonte acerca de lo que buscás componer?
- En cuestiones estilísticas y musicales, no. No tengo muy claro qué es lo que hace “Mora y los metegoles” y tampoco tengo herramientas del tipo de lenguaje musical para poder tomar esa decisión de cálculo y decir: "bueno, quiero hacer esto". No es más que una exploración constante en un espacio muy íntimo, entre nosotros. Después, esa música se encuentra con el público y se generan otras cosas, que son inmanejables por nosotors y que son muy difíciles de prever. A mí me sorprende mucho cómo se reciben esas canciones, las nuestras. Por otro lado, sí cambió mucho el pensar los shows, las listas, los flyers, las visuales, armar un equipo, todo lo que rodea a la música. Esta es una búsqueda que tuvimos desde el inicio, pensarlo todo integralmente. Con el tiempo, y a medida que fue creciendo el público, esto fue creciendo y complejizándose.
- Tu formación artística comenzó estudiando la carrera de Artes Multimediales en La Plata. ¿Esta visión integral del proyecto tiene algún tipo de origen ahí, en esa carrera interdisciplinaria?
- Un poco sí. Yo me anoté en esa carrera porque tenía claro mi interés en el arte, pero no sabía exactamente a qué rama quería dedicarme. No tocaba la guitarra, me encontré con la música un poco de casualidad. Ahí conocí a Joaco, el bajista, y conocí a mis amigos que estudiaron cine. A partir de ahí, se armó como una crew de gente que fue clave para Mora y los Metegoles y para la escena platense en general. La carrera me ha dado muchas herramientas. Yo hago las tapas para mí y para otros proyectos, participo en la realización de videoclips, estoy ahí. Somos muy profesionales, tenemos las herramientas y, si no las tenemos, sabemos a quién buscar.
- ¿Cómo caracterizarías la escena artística platense?
- Es complicado. La Plata tiene la particularidad de ser una ciudad llena de estudiantes. Viene gente de todo el país y hasta de Latinoamérica a estudiar acá y estamos todos muy concentrados en la ciudad. En Buenos Aires también pasa, pero es más difícil entablar relaciones tan cercanas como ahí. En La Plata, la facultad es un eje alrededor del que gira todo. Después, en relación a la escena musical, siempre creo que conozco solo un fragmento nada más. Hay miles de bandas, de artistas, de escenas que no conozco. Por ejemplo, no sé nada de la escena de heavy metal platense, sólo sé que existe y que convoca mucha gente, aunque yo no la conozca.
-Tus letras oscilan entre la construcción de imágenes muy detalladas, casi cinematográficas, y composiciones muy minimalistas que encuentran en la repetición su potencia ¿Cómo te ves como letrista?
- Es algo que todavía estoy descubriendo. No tengo muy claro cómo son mis maneras de componer y de escribir. Lo hago así de manera accidentada, son imágenes que me aparecen, que no las busco. Por otro lado, me doy cuenta que tengo una consistencia temática, navego entre las comparaciones y las oposiciones. A veces son muy burdas y graciosas y otras, más literales. Pero todavía me pasa a veces que no sé bien qué quiero decir y lo que voy descubriendo en el camino. Sobre todo ahora que hay tantas cosas por decir y que hay que ver por dónde empezar. Mis primeros discos tenían una visión más adolescentes y creo que Suerte (2022) tiene una visión más liviana de las cosas. Ahora busco un balance entre mirarse a una misma, para entenderse y estar en movimiento, pero sin obsesionarse. Por momentos, soy muy referencial, y por otros, armo relatos. Ahí me encanta leer las interpretaciones que hacen de las letras y que siempre suelen ser lejanas a lo que yo pensé.
- Este año lanzaron “Cuidado” con Dum Chica, su primera colaboración como grupo ¿Cómo surgió? ¿Forma parte de esta escena local comunitaria de la que hablás?
- Para mí era un desafío integrar nuestro proyecto al de otros artistas. Mi forma de trabajar es muy personal, el momento de ir a grabar suele ser muy íntimo. Como no estamos para hacer un disco ahora, se me ocurrió hacer una serie de colaboraciones que no tengan más marco que la canción misma. Justo había hecho una canción que era más punk y visceral y me pareció que iba perfecto para hacerla con Dum Chica, con la interpretación de Lucila Storino. Estoy muy contenta con el resultado. En esto que te comenté de no saber cómo empezar a decir las cosas, Cuidado funciona como un primer puntapié, un llamado a la reflexión. Yo la había escrito hace un tiempo, pero Argentina tiene un contexto en el que siempre está bueno incluir una reflexión. Las colaboraciones permiten un poco abrir aristas, búsquedas distintas en nuestro proyecto. Nuestro objetivo es sacar dos colaboraciones más: una este año y otra el próximo. Mientras vamos a ir sentando las bases para el próximo disco... Pero no me quiero apurar. Me gusta hacer las cosas tranquila, sin que nadie nos corra.
El Festival Primavera Bonaerense tendrá lugar este sábado 7 de octubre a partir de las 14 horas en el Estadio Único Diego Armando Maradona. La programación completa incluye a artistas como La Joaqui, Turf, Miss Bolivia, Mimi Maura, Dani Ribba, entre otros, y puede consultarse en su versión completa en la página web del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires. La entrada es libre y gratuita.