La sala de ensayo que Mujer Cebra tiene en Almagro está ordenada, no parece reflejar el período de caos prelanzamiento que viven. Santiago Piedra (voz y guitarras), Gonzalo Muhape (bajo) y Patricio García Seminara (batería) definen estar "bien y cansados", y tiene sentido. Desde 2022 tocan sin parar acá mientras ultiman los detalles de su segundo disco, Clase B. Para muestra, el show que darán este sábado 14/10 en el marco de la Semana del Indie del Teatro Ópera de La Plata, que reunirá los principales exponentes de la nueva escena.
Mujer Cebra nació en 2018 como un desprendimiento de otros proyectos musicales cuyo denominador común era Patricio (tocaba en una banda con Gonzalo y en otra con Santiago). Su motivación fue hacer la música que no escuchaban en ningún lado. "Después resultó que existía, pero no la estábamos encontrando", explica Patricio. Su sonido fue macerando entre 2018 y 2020 y decantó en el primer disco, Mujer Cebra, de 2021.
Música y letras oscuras, junto a una voz que canta como un lamento, dieron como resultado la categorización de "pospunk". Al toque las canciones fueron ligadas al aislamiento por la pandemia, por letras como la de Verano (sin personas): "No me dejen solo/ Todo se desarma de nuevo/ La ciudad te ahoga/ Todo me emociona por fin/ Y quedarse quieto mientras todo se deforma/ Antes de que llegue yo ya estaba solo/ Que raro va a ser el verano sin personas".
- ¿Estaba basada en la experiencia del aislamiento?
- Santiago: Puede ser, tiene algo de eso, pero también del espectro de lo natural. Es cierto que salió en el momento justo, pero tenía sentimientos propios, que en la cuarentena se potenciaron, y lógicamente a la gente también se le potenciaron. Creo que en la música, sobre todo cuando hablás de lo que te pasa, cada uno se lo atribuye a lo que siente. Van pasando los momentos y hoy, quizás por eso, escuchás un tema que hizo una persona en los '60 y pensás que lo escribió para vos, y no.
- Patricio: Van cobrando significados distintos. Antes sí, pero ahora ya no pienso en la pandemia cuando toco y escucho los temas viejos.
- Al hacer arte cada cual tiene referentes o artistas que le marcaron el rumbo, ¿cuáles son los de ustedes?
- Patricio: Las influencias de cada uno son muy diferentes, pero además también son distintas las del primero a las del segundo disco, seguro por la música que a cada uno lo interpelaba en el momento.
- Santiago: También van cambiando mucho. Hay cosas que nos acompañan a lo largo del tiempo, pero dependiendo también para qué. Músicos referentes de algún instrumento, de la manera en la que tocan, gente que te gusta cómo compone y gente que te gusta cómo produce, eso también va cambiando. El segundo lo siento distinto en la producción y el approach musical. Nos relacionan mucho con algo postpunk y hay algo de eso, pero no estábamos ni escuchando postpunk estrictamente ni queriendo hacer algo postpunkero. Terminó saliendo algo así. La única banda postpunk que recuerdo que estaba escuchando mucho era The Chameleons, que siento que me marcó un camino dentro del primer disco.
- Patricio: Yo escuchaba mucho Flaming Lips en esa época. Habíamos armado una playlist en la que sonaba Silvio Rodriguez, también.
- Santiago: Y tenemos una cosa re beatlelera, con Gonzalo somos mega fanas. Hay algo de la producción, de la manera de hacer temas que nos gusta de ellos, que es lo que dura porque la musicalidad, los estilos pasan de moda, pero cuando una canción está buena, está buena; no hay con qué darle.
- Gonzalo: En esos años, 2018, 2019, escuchábamos mucho El Mató, íbamos mucho a La Plata porque estaban pasando cosas allá en ese momento. También me acuerdo cuando renació el shoegaze, que es ese género más espacial, yo me fanaticé con My Bloody Valentine y les decía que teníamos que hacer algo como eso, y después nada que ver. También me gustan mucho Los Ramones, y nada que ver.
- La forma de cantar es muy particular, remite a Viva Elástico pero también a Echo & The Bunnymen
- Patricio: De Viva Elástico nos dijeron varias veces, sobre todo del primer disco.
- Gonzalo: Yo no los conocía, los conocí cuando nos dijeron que les hacíamos acordar a ellos.
- Santiago: Miguel Abuelo también me dijeron.
- Patricio: A mí Santi me hace acordar a Nekro.
► "No nos cabe la del rock and roll star"
Caos y extenuación, ese es el resumen de la grabación de Clase B. Este segundo disco, ya bajo el ala de Sony, se grabó en diciembre de 2022 en Estudios Unísono, en plena euforia del Mundial y con un mes apenas de preproducción. En 2023 se dedicaron a mezclarlo, ultimar detalles y mostrar singles. Al escucharlo, la melancolía de la voz y la lírica siguen la línea de Mujer Cebra, pero el sonido rompe con esa continuidad. La búsqueda fue escapar de las categorías con las que fueron definidos desde la crítica musical. Y, también, porque dicen que no se sienten cómodos con los lugares comunes del rock: los encasillamientos y dogmas.
Al escuchar el álbum, hay pocos vestigios de pospunk y grunge, lo que los caracterizaba en el primer disco. Y hasta suena una guitarra en versión acústica en El fuego de quemar. En ese sentido, es complicado definir Clase B en un género. Ellos prefieren el término rock alternativo y sí, suena a rock, con pinceladas de garage, de punk y de indie rock. Si hubiera que definirlo desde un plano menos rígido, menos ligado a la Wikipedia del rock, podría decirse que son canciones que escuchás y te acordás un poco de tu ex. La ausencia se sienta en primera fila.
El concepto que se ve en la tapa del disco y los singles remite a las películas de clase B y también se nota en las canciones, en esa idea de "varones que pierden", con una especie de narrativa de antihéroes, cero pose rockstar, que se materializa en hits sensibles como Y no me digan nada o Fantasma.
- ¿Cómo fue esa grabación?
- Santiago: Fue loca y súper quema gorra, pero la pasamos bien. Tuvimos la suerte de poder estar más tiempo en el estudio, de tener un poco más de presupuesto. El primero tuvo la calma de tener más tiempo de preparación, pero también terminamos más endeudados. Este segundo tuvo la suerte de tener un poco más de presupuesto, y al mismo tiempo terminamos un poco más quemados.
- Patricio: Al primero llegamos con todo compuesto, todo súper ensayado y todo súper terminado. Y en este terminamos las ideas en el estudio; ahí ya tenés una re diferencia.
- ¿Tomaron riesgos?
- Patricio. Sí, obvio. Ya habernos mandado a grabar con una preproducción tan corta fue un riesgo. También siento que lo es habernos desligado mucho de ese juicio que tiene la gente, que nos categorizan como banda postpunk y este disco para mí no tiene nada de postpunk ni de grunge.
- Santiago: Está más pura la canción. Siento que también estamos tratando de huir un poco de eso, porque no estábamos buscando esa cosa mega pesada, en el sentido del género. Me parece increíble hoy poder mezclar la cantidad de géneros que quieras, eso tiene que ser el futuro de la música con instrumentos. Ahora que nos empezamos a exponer un poco más y de repente te catalogan como banda de rock, te ponen un montón de peso encima y vos le querés escapar porque te parece una mierda. Me parece que lo que más mata el rock es el rock mismo. Y sobre todo con lo del sello, había gente que ya estaba boqueando que ahora nos íbamos a vender. Entonces sacamos los singles que queríamos sacar, un single doble que son medio anticomerciales.
- Gonzalo: A veces la gente te encasilla y dice que hacés este tipo de música. Entonces van a demandar que sigas así. Implícitamente, porque no te lo dicen. Esperan que tu segundo disco sea más de los dos extremos y nos fuimos por un lado completamente distinto.
- Santiago: Marketineramente es lo mejor que podés hacer.
- ¿No sienten presión por el segundo?
- Santiago: La sentí antes, pero cuando el disco empezó a tomar su forma final me resultó superador. Es una batalla más personal que la perdés cuando no te gusta. Cuando me terminó de cerrar, me encantó y me pareció una obra completa, lo que siempre es un desafío, sobre todo haciendo un disco heterogéneo. Buscamos hacer un disco que tenga un concepto y que sea para escuchar de pé a pá, que es muy difícil porque la música no se hace ni se consume así hoy en día.
- Patricio: Nos sentamos con todo el equipo y no se nos ocurría ningún single, por eso también los que salieron son tan confusos. Queríamos que saliera el disco entero.
- ¿Sienten que forman parte de una tradición del rock alternativo?
- Santiago: Yo lo recontra siento, y lo siento como una respuesta al rock más tradicional.
- Patricio: El rock and roll star a mi no me cabe.
- Santiago: Somos el anti Pomelo. Un poco siento que la gente grande te quiere poner en ese lugar: "Están haciendo rock con guitarras, tenés que hacer rock pesado". No hay nada más encasillador, más choto. Es como si el rock realmente hubiese matado al rock, porque las generaciones van cambiando y todo es mucho más libre en ese sentido. El rock es un género que te demanda mucho, y ni siquiera artísticamente, sino más superficialmente, en decisiones como si firmás con una multinacional. Ni siquiera están viendo qué estás haciendo. Porque, si no compromete mi visión artística, ¿qué te cambia si tengo más presupuesto para hacer cosas? Está ese prejuicio, y lo ves sobre todo en gente que sigue siendo súper relevante. Me parece una gilada.
- Patricio: Como Nirvana peleándose con los Guns N' Roses. Esa cosa de sexo, drogas y rock & roll, me cago en todos, rompo hoteles y hago quilombo. La masculinidad tóxica. Esa cosa de rock de los '90 de Argentina también, que marcó bastante; eso nos da mucho asco.
- Santiago: No siento que el rock haya podido evolucionar, bajar los prejuicios pelotudos y concentrarse en lo que importa en realidad, sino que quedó en la fachada; lo que importa es que estás tocando con guitarras y no el contenido de tu música.