Víctor Hugo Morales analizó la actualidad política del país, con el festival del horror de la derecha en el centro de la escena y los intentos desesperados del oficialismo y los medios aliados de operar en contra de Axel Kicillof, con las elecciones en el horizonte, y con la polémica intervención en el escenario local del futuro embajador de Estados Unidos, Peter Lamelas, en los asuntos nacionales.

El editorial de Víctor Hugo Morales

Fue una noche brava la de anoche. La derecha descuartiza lo que tiene en su camino. Como un ave picuda, picotea sobre la verdad, sobre el honor de las personas, a fuerza de insultos y de mentiras.

El grupo Magnetto lanzó un ataque demencial contra Kicillof, llamándolo roñoso, directamente. Usando esa palabra muchas veces.

El grupo de La Derecha Fest avanzó sobre Kicillof, Villarruel y todo lo que se le oponga con la lucidez de un drogado. Ya lo de Milei no se puede entender. No está bien. Pobre muchacho.

Y el embajador de Trump hizo saber la calidad de colonia de la Argentina frente a su país.

En un zapping de un minuto y medio, se pudo escuchar diez veces en TN la expresión "roñoso" dirigida al gobernador. Posiblemente, al ritmo que avanzaban los insultos, lo hayan dicho en cien ocasiones en el horario pico de los 300 canales del grupo Magnetto.

Las acusaciones insostenibles solo sirven para alimentar el odio hacia Kicillof y para caminar sobre los escombros de la democracia que supieron destruir. Roñoso sería Kicillof por deberle la provincia al Garrahan cuatro mil millones. Lo tienen escrito.

El Garrahan tiene un presupuesto viejo que le priva de 80 mil millones al año, deuda real del gobierno nacional. Lo del Garrahan con la provincia está referido al IOMA que, como toda obra social, tiene un atraso, pero de 200 millones.

Pongan 200 millones al lado de 80 mil millones, y podrán ustedes mismos darse una respuesta frente a este ataque tan absurdo del Grupo Clarín que va por la Provincia de Buenos Aires. El adversario es esa mafia, no se confundan.

Milei dijo sus disparates habituales en un desborde que estremece y angustia por padecerlo un tipo que funge de presidente. Pero que Milei no sirva de cobertura para Magnetto, que denuncia un robo cada cuatro minutos en la provincia, pasando por alto la reducción de homicidios como nunca se vio.

Y como, además, resulta impensable en un contexto político neoliberal al extremo, empobreciendo y desigualando a la sociedad a límites que provocan un ámbito de mucha más violencia que la que se padece. Y que, sin embargo, se da una pelea muy superior a la de otras épocas.

Después está el embajador Lamelas, que, enviado por Trump, ya es un insulto para la Argentina. Lamelas viene a que el país se ponga de rodillas. Su apellido invita a pensar lo peor. Por lo de las botas y todo eso.

La orden que viene del norte es tajante. Nada de China, ojo las provincias corruptas que atentan contra Milei, CFK presa por supuesto, aguanten los Caputos, los dos, y hay que ayudar a Milei a ganar las elecciones de medio término y las otras. Y a lamer.