Acompañado por directores, docentes y alumnos de Avellaneda, el intendente Jorge Ferraresi se presentó en la gobernación bonaerense para reclamar por las obras de infraestructura pendientes en las escuelas públicas del distrito. La delegación quiso entregarle a María Eugenia Vidal dieciocho carpetas en las que detallaban los trabajos que deben realizarse, todos considerados “totalmente necesarios para el buen funcionamiento institucional”. En la gobernación sólo los recibió una empleada de audiencias, que se limitó a ingresar el petitorio por mesa de entradas. 

“Hay chicos que están estudiando en un pasillo porque no se terminaron las refacciones”, contó una alumna frente a la casa de gobierno bonaerense, en La Plata. Una madre de la Escuela 508 planteó a su vez que en ese colegio, destinado a chicos sordos, hipoacúsicos y con problemas motrices, no tiene edificio, por lo que debe funcionar en un lugar prestado y en condiciones precarias. 

El intendente Ferraresi contó que la administración de Cambiemos no arregló ninguna escuela de Avellaneda en el año y ocho meses que lleva al frente de la administración provincial, y denunció que la gobernadora Vidal discrimina a los municipios que no son de su signo político.

El intendente recordó que el 16 enero de 2016 tuvo una reunión con el entonces titular de Educación bonaerense, Alejandro Finocchiaro –hoy a cargo del Ministerio de Educación de la Nación–, por las necesidades en infraestructura en 135 escuelas. Durante la campaña, Vidal había tomado la cuestión educativa como una de sus principales promesas. Sin embargo, no hubo trabajos de reparación en las escuelas del municipio. Otro de los problemas es que el secundario necesita de nuevos edificios para cumplir con lo que estipula la ley, y no se están haciendo.

Ante esta falta, la intendencia de Avellaneda invirtió recursos propios por 80 millones de pesos en el mejoramiento de escuelas. “Este año reparamos más de 70, pero no podemos hacer todo. La gobernación tiene que hacerse cargo porque es algo que le corresponde”, se quejó Ferraresi.

El petitorio fue acompañado con 17 mil firmas y la copia de los expedientes de 34 escuelas de Avellaneda que dependen de la provincia, con reclamos de obras de infraestructura desde diciembre de 2015 a la fecha.

La comunidad educativa reclama además que se amplíen los cupos en los comedores escolares, que por la crisis económica afrontan una demanda en alza. De la misma manera, piden que se restablezca la entrega de netbooks del plan Conectar-Igualdad para los chicos de escuelas secundarias. El programa es uno de los recortados por el Ministerio de Educación de la Nación, que ha reducido drásticamente la entrega de computadoras.    

Tras llegar a La Plata, padres y docentes debieron esperar tras las rejas que rodean el edificio de la gobernación, ya que las puertas habían sido cerradas. Tampoco les fue otorgada la audiencia con Vidal. Así, la delegación que entró debió limitarse a dejarle a una empleada de audiencias el documento. 

Consultado sobre la falta de canales de diálogo con la gobernadora, el intendente –de reconocida adscripción al kirchnerismo– señaló que “lamentablemente no nos han atendido jamás”.

“Yo he llamado muchas veces por teléfono para tratar de hablar con la gobernadora, pero no hemos tenido la suerte de poder charlar con ella sobre las cosas que pasan en la ciudad. La comunidad educativa ya hizo todo el reclamo por vía administrativa, también sin respuesta. Por eso entendimos que teníamos que presentarnos personalmente, venir hasta acá y dejar formalmente el petitorio.”