Lionel Messi, Mauro Icardi y Paulo Dybala serán, por primera vez, la punta de lanza del seleccionado argentino que intentará lastimar mañana a Uruguay en el mítico Centenario de Montevideo. En Ezeiza y bajo la atenta mirada del director técnico del seleccionado, Jorge Sampaoli, el nuevo tridente ofensivo se mantuvo inalterable tanto en la práctica matutina –donde la novedad fue la ausencia de Javier Mascherano, con Federico Fazio junto a Nicolás Otamendi y Gabriel Mercado– como en la vespertina. Esa defensa fue pensada para contrarrestar el poderoso juego aéreo uruguayo; aunque en el ensayo de la tarde fue incluido como zaguero el Jefecito de 33 años, subcapitán y titular en doce de los catorce partidos que disputó Argentina en la clasificatoria. El sistema que ronda la cabeza de Sampaoli sería un 3-4-2-1 con Sergio Romero; Mercado, Mascherano o Fazio, Otamendi; Lautaro Acosta, Guido Pizarro, Lucas Biglia, Angel Di María; Messi, Dybala; Icardi. 

Por la mañana, en el predio de AFA y a puertas cerradas, el entrenador dio algunos indicios del equipo que se perfila para jugar mañana un nuevo clásico rioplatense. Los jugadores hicieron una tarea de presión con los defensores y volantes durante 30 minutos y luego se sumaron los delanteros. Messi estuvo muy activo por el sector derecho del ataque y en función de asistidor, en tanto Dybala fue quien más pisó el área. Y como Sampaoli piensa un equipo rápido para quebrar las líneas charrúas, probó un sistema de cuatro volantes, con dos rapiditos por las bandas como Lautaro Acosta por derecha y Angel Di María por izquierda , más Pizarro y Biglia como internos. Los volantes carrileros, en este caso Di María y Acosta, tenían la premisa de desdoblarse para atacar y también dar una mano en el retroceso.

Por la tarde hubo variantes. Además del ingreso de Mascherano por Fazio, Leandro Paredes ocupó el lugar de Pizarro y Emiliano Rigoni reemplazó al Laucha Acosta; en esta última posición, Sampaoli hasta probó con Fabricio Bustos, el juvenil de Independiente. “Entrenamos con un grupo y luego con otro, con dos dibujos distintos. Intentamos tener claras algunas modificaciones tácticas durante el partido”, explicó el DT, quien considera que en el terreno de la “lucha” su equipo puede caer ante un seleccionado uruguayo acostumbrado a batallar. Por eso la idea es “neutralizar” al local desde la “agresividad” del poder ofensivo.