La activista peruana Angélica Mendoza (foto), símbolo de la búsqueda de los desaparecidos por la violencia interna que asoló a Perú entre 1980 y 2000, murió a los 88 años por una enfermedad pulmonar en su departamento natal de la ciudad cordillerana de Ayacucho. “El país pierde a una referente importante de la lucha por la igualdad, la justicia y los derechos humanos”, señaló la familia de Mendoza en redes sociales tras anunciar la muerte de la popularmente conocida Mamá Angélica. Mendoza se convirtió en el símbolo de los familiares de los desaparecidos por el coraje que mostró para buscar a su hijo Arquímides Ascarza, detenido y desaparecido en 1983 por militares de un cuartel instalado en Ayacucho, una de las zonas más golpeadas durante el conflicto armado interno. “Su perseverancia inició el camino hacia la verdad y la justicia”, señaló el Ministerio de Justicia.