Octavio Crivaro es sociólogo y trabajador de Anses en Rosario. Por su militancia en el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) se convirtió en una referencia dentro de la izquierda santafesina. En las elecciones provinciales perdió la interna del Frente de Izquierda a la gobernación contra Carla Deiana (Partido Obrero). Sin embargo, dos meses después y contra la misma candidata, ganó la representación de la izquierda para ser candidato a diputado nacional por Santa Fe y el próximo domingo peleará por una de las diez bancas que renueva la provincia en el Congreso. En diálogo con Rosario/12, cuestionó que desde algunos sectores se instale la idea de un “balotaje anticipado” y aseguró que Myriam Bregman expresa el voto de la gente que no se resigna. “Hoy es imposible tomar una decisión sobre un presunto balotaje”, expresó. Y agregó: “Lo discutiremos cuando llegue el momento, que aún no está claro si va a llegar”.
- ¿Cómo transitan la campaña en Santa Fe?
- Es un año en donde lo que prima en cualquier discusión es el hartazgo que existe por parte de la mayoría de los trabajadores por una situación económica gravísima. Pero ya es sabido cómo hace campaña la izquierda: yendo a los lugares de trabajo o de estudio, y hablando de los problemas que tiene cualquier trabajador de a pie. Yo recojo que hay mucho descontento con los grandes partidos, y creo que la izquierda, con Myriam Bregman al frente, puede tener un buen desempeño en este contexto.
- Hay diez lugares a diputados para Santa Fe. ¿Se ve con chances de entrar?
- Es un régimen electoral muy antidemocrático. Ni siquiera actualizaron el número de bancas por provincia en función del censo y eso hace que sea muy difícil. Pero aspiraremos a pelear en la provincia que sea. En Buenos Aires y CABA tenemos una gran posibilidad, en Jujuy venimos haciendo elecciones muy importantes y queremos conquistar una segunda banca. Actualmente tenemos cuatro bancas que son voces disonantes en relación al coro que hace el Congreso. Sería importante sumar un diputado más y de Santa Fe. Y si no, aspirar a hacer la mejor elección posible, porque el voto a la izquierda es un voto con un mensaje político de gente que no se resigna.
- ¿Qué panorama político se viene en la provincia el 10 de diciembre?
- Me parece un error creer que lo que ganó en la provincia fue un proyecto que entusiasmó a la gente. Yo creo que perdió Perotti, que en todo este tiempo no pudo mostrar ni una sola respuesta. El problema de la narcocriminalidad se agravó, a los docentes los trató como porquerías, ante las grandes crisis ambientales que hay en nuestra región hubo una absoluta otredad y, por el contrario, hubo una defensa incondicional de los sectores más pudientes, incluyendo a Vicentin, que cuando hubo una mínima idea de expropiarla, militó en contra. Creo que hubo un castigo muy grande. Pero no creo que eso signifique un entusiasmo en que Maximiliano Pullaro vaya a solucionar los problemas que tiene la provincia.
- Estuvo usted en el debate presidencial acompañando a Bregman. ¿Qué balance hace?
- Estuvo muy bien porque habló de cuestiones que no tocó nadie. Si no estaba Myriam, no se hablaba de la Ley de Humedales, ni del problema de la vivienda, ni se decía el número 30 mil detenidos desaparecidos. Yo creo que Myriam llevó una agenda y eso es lo que logró que su intervención tenga tanta popularidad. Le habló a un sector que está golpeado y descontento. Y que, aunque en estas elecciones no nos voten, creo que ven a la izquierda como una voz autorizada, sensible, honesta y combativa, que eso se va a poner en juego también después de las elecciones.
- También aparecieron algunas críticas por su postura ante el conflicto en Israel.
- Nuestra postura es clara y no es nueva: nosotros condenamos la muerte de civiles palestinos e israelíes, sin embargo, no somos tan hipócritas como para no mencionar que el conflicto que existe en Palestina es producto de la política de apartheid que genera el Estado de Israel desde su creación. Yo creo que Myriam fue muy clara. A mí lo que me genera mucha bronca es que el verdadero interés de los otros candidatos, sobre todo de Patricia Bullrich y Javier Milei, no es la preocupación por las víctimas, sino la subordinación con Estados Unidos. Y es obvio que la izquierda no se subordina a esa agenda.
- ¿La derecha logró canalizar un voto bronca que la izquierda no?
- No. Creo que la bronca también se expresa por izquierda. Y si no se expresa más es porque hay intentos de que eso no pase por parte de los mismos que después te piden el voto útil. Por un lado te dicen que hay que votarlo a Sergio Massa porque es el único que puede ponerle un freno a Milei, pero en el debate dijo que si es presidente va a gobernar con los mejores, también de los libertarios. ¿Entonces hay que frenarlos, o hay que meter a los mejores en el gobierno? Hay una contradicción discursiva donde siempre el objetivo es pegarle a la izquierda. Pero nosotros ya estamos acostumbrados a eso.
- Si hay balotaje y la izquierda no entra, ¿cómo se define qué postura seguir?
- Estamos en una elección que se la quiere plantear como un balotaje anticipado. Y nosotros trabajamos para decirle a la gente que hay una opción de izquierda. Después del 22 de octubre veremos qué queda. Hoy es imposible tomar una decisión sobre un presunto balotaje. Sea el escenario que sea, lo discutiremos en la dirección nacional del partido junto a la militancia. No es una decisión de cúpulas: tengo el gusto de decir que todas las decisiones clave de nuestro partido se toman en forma democrática. Todavía no tuvimos ninguna discusión al respecto.
- En 2015 el llamado fue a votar en blanco. ¿Creés que fue la decisión correcta?
- Era la única decisión que podíamos tomar. Nosotros no íbamos a votar a un candidato que el mismo kirchnerismo tildaba de menemista y amigo de los buitres. Y de repente, como a Florencio Randazzo no le daban las cuentas, pasó a ser el candidato del pueblo.
- ¿Entiende que el escenario hoy es similar?
- Vamos a ver qué queda. Yo creo que a ninguna de las otras fuerzas se les pregunta eso y los que hablan dicen cosas horribles: Perotti dijo que si no estuviera el peronismo, va con Milei; Pullaro dijo que votaría a Milei. Pero después nos presionan a la izquierda para tomar posición. Lo discutiremos cuando llegue el momento, que aún no está claro si va a llegar.
- ¿Qué sería una buena elección para la izquierda?
- Estamos dando todo. Es una campaña a pulmón, con un presupuesto absolutamente desproporcionado al de otros partidos y con una presencia en medios minoritaria. Y además, enfrentando un discurso del mal menor que todos los días le busca alguna vuelta para decir que la izquierda no es una opción. Nosotros hicimos la mejor campaña que podíamos, hablándole a los laburantes que no la están pasando bien. Y tengo confianza que la izquierda va a hacer una buena elección.