El expresidente de Colombia Ernesto Samper analizó este viernes por AM750 el escenario regional en momentos clave de armados políticos y le dio un nuevo impulso a la idea de una moneda regional, llamada Sur, y una mayor independencia del bloque de los países del norte global, al tiempo que cuestionó las propuestas de dolarización en la Argentina. 

“En términos generales, no estamos muy distintos (en la región) a lo que está el resto del mundo. Estamos viviendo una recesión fuerte que creo que es producto de algunos factores. Entre ellos, el más importante es la pospandemia. Todavía no hemos elaborado el duelo”, señaló Samper.

A esto, el exmandatario aseguró que, puntualmente, “no es buen momento para la región como no lo es para ninguna parte del mundo”. Sin embargo, dijo, espera que con un poco de sacrificio América Latina pueda “salir adelante”.

“La región conserva unas bases que son muy importantes. Como el tema de la paz. Somos un oasis de paz en el medio del mundo”, señaló a la par que aseguró que “la parte más oscura” tiene que ver con los problemas sociales y las desigualdades que se fueron acrecentando.

“Al no crecer, se aumentan las brechas. Creo que ese es el mayor desafío que tenemos en este momento”, dijo de cara hacia el futuro.

Los cambios en el mundo y una moneda regional

En este punto, Samper aseguró que hace falta una mayor integración entre los países de la región. Y que esto debe darse no en cualquier contexto, sino con un mundo que “se está recomponiendo muy rápidamente”.

“El hecho de que estén aliados Rusia y China frente a un bloque de occidente da la idea de que el mundo se está recomponiendo hacia el sur”, comentó con una mirada geopolítica amplia.

A lo que añadió: “Y en ese sur global, que es del cual formamos parte, tenemos que utilizar todos los espacios que se están abriendo para ayudar a estos países que podríamos llamar 'la clase media del mundo'”.

Entre otras cosas puntuales, sugirió promover los financiamientos con fondos asiáticos, establecer una arquitectura financiera compartida para “no seguir dependiendo del FMI y el Banco Mundial”, tener bancos propios con fondos propios y, por supuesto, hacerlo con una moneda regional común.

Esta idea es la contracara absoluta de la idea dolarizadora que se plantea en Argentina como una novedad emancipadora, a la que Samper cuestionó de manera tajante por considerarla perjudicial para los propios ciudadanos.

“No solamente no debemos dolarizanos, que eso es un pacto con el diablo que no lleva a ninguna parte, que acentuaría todavía más la dependencia que hoy nos está pesando como un piano, sino que necesitamos tener nuestra propia moneda, que sería el Sur”, apuntó.

A lo que añadió: “Argentina hizo un compromiso excesivo de deuda y eso es prácticamente como venderle el alma (al diablo). Pero, si establecemos la dolarización, nos va a gobernar la Reserva Federal de Estados Unidos. Es una locura, realmente, esta propuesta”.