Pasadas las 19 horas, un mensaje llegaba del búnker de Unión por la Patria y marcaba una tendencia anímica: “Hoy parece un búnker peronista”. Con el correr de los minutos, el optimismo crecía y los primeros números traerían las confirmaciones más festivas por la contundente reelección de Axel Kicillof como gobernador de la provincia de Buenos Aires por casi 45 puntos. Este número tiene explicación en la recuperación de votos peronistas en el conurbano, pero el interior no se quedó atrás: Bahía Blanca, Olavarría, Azul, Salliqueló, Coronel Rosales y Dolores volvieron a las manos del justicialismo y hubo muy buenos números en Junín y en General Pueyrredón.

“La provincia de Buenos Aires cree en más Estado y más Patria”, dijo Kicillof al celebrar los resultados sobre el escenario. La explosión de sus números, con un crecimiento de 1.100.000 votos, trajo aparejado el derrumbe de Juntos por el Cambio en la Provincia, con una perdida de 400 mil votos. El peronismo se consolidó en casi todas las secciones electorales y debería estudiarse el comportamiento del votante radical para explicar los 20 puntos de diferencia entre Kicillof y Grindetti.

Las cinco secciones que componen el denominado interior —todas— habían registrado derrotas para UxP en las PASO. Este domingo, únicamente la sexta sección volvió a darle la espalda a Kicillof, pero cuando en las Primarias la diferencia fue de casi 50 mil votos a favor de la coalición macrista-radical, al cierre de esta edición, la distancia giraba alrededor de los 5 mil.

De La Libertad Avanza, se consolidó lo esperado: ningún candidato a nivel local tenía el empuje como para disputar una intendencia.

Kicillof ganó la séptima

Maximiliano Wesner es el nuevo intendente de Olavarría. La ciudad cementera, principal de la séptima sección, vuelve a manos del peronismo tras ocho años de Ezequiel Galli en el gobierno. Con poco más del 82 por ciento de las mesas escrutadas, el candidato justicialista se hizo con más del 41 por ciento de los votos, superando al hombre del PRO por 13 puntos. Muy cerca de Galli, a sólo 60 votos, se ubicaba Carolina Arouxet de LLA, quien podría relegarlo nuevamente al tercer lugar, como en las PASO.

Wesner logró retener los números que cosechó en las Primarias, algo que Galli no pudo hacer en materia de coalición. Casi 22 mil adhesiones tuvo JxC en las PASO, mientras que este domingo apenas superó los 16 mil, con una pérdida de alrededor de 6 mil en los últimos dos meses. La trinchera libertaria está cerca de avanzar y quedarse con el segundo lugar, con un crecimiento que oscila los 2 mil electores.

Pero la séptima llegó con todas las buenas noticias para Kicillof, ya que en Azul Nelson Sombra, quien tuvo una dura interna en las PASO, donde UxP capturó solo la mitad de los votos que consiguió el cambiemismo, dio vuelta los números y capitalizó el derrumbe del macrismo. Venció a la candidata larretista Natalia Colomé, que transmutó su vecinalismo, ingresó a JxC, y perdió alrededor de 7 mil votos con el 85 por ciento de las mesas azuleñas escrutadas. La segunda ciudad más importante de la sección tiene un padrón de casi 60 mil votantes, y casi 12 eligieron a Sombra. Al cierre de esta nota estaba 500 votos arriba de Colomé, lo que significó otra derrota para Galli. Sucede que la candidata amarilla en Azul estuvo apadrinada por el hoy ex intendente de Olavarría que tenía intención de expandir su peso territorial.

Plan 6x6

Haciendo uso del nombre con el que Kicillof proyectó la obra pública en la Provincia, si bien la sexta sección no fue la más amigable para el gobernador reelecto, no dejó de traer buenas nuevas. Luego de ocho años, y tras la decisión de Héctor Gay de no presentarse a la reelección, Federico Susbielles de UxP le devolvió la intendencia de Bahía Blanca al peronismo. Se hizo con casi 56.700 votos, más de 15 mil adhesiones que las obtenidas en las PASO. La contundencia de su triunfo mostró lo mismo que en Olavarría y Azul: la apocalíptica elección de Bullrich en la Provincia que llevó a Nidia Moirano del PRO a terminar tercera, once mil votos detrás de Oscar Liberman de LLA. La ex senadora no pudo retener los casi 52 mil votos de las PASO y cayó por debajo de los 40 mil.

Cerca de Bahía, Coronel Rosales comparte vida portuaria y, desde el 10 de diciembre, compartirá gestión de color celeste y blanca de la mano de Rodrigo Aristimuño, que superó por 1.500 votos a Nicolás Aramayo, el elegido por Mariano Uset del PRO para sucederlo. Tras 24 años, el peronismo se vuelve a hacer con la intendencia de la localidad donde Aristimuño, a cargo del Puerto de Rosales, consiguió más de 2 mil votos que en las PASO y llegó a más de 11.100 adhesiones contra las poco más de 9 mil de su rival.

En la misma zona, UxP triunfó en Tres Arroyos, localidad que llevaba 20 años sin ser gobernada por el peronismo. El vencedor fue Pablo Garate, dirigente massista que en las PASO había sido el más votado, pero había quedado en el tercer lugar del podio como fuerza política, detrás de JxC y el vecinalismo. Un poco más lejos, en la misma sección, Ariel Sucurro se hizo con la intendencia del gasoducto, ya que triunfó en Salliqueló con el 49,4 por ciento de los votos. 

Segunda, Cuarta y Quinta

Un golpe que recibió el kicillofismo fue la derrota de Agustina Propato en Zárate. En el principal distrito de la segunda sección el cambiemismo creció alrededor de 2 mil votos respecto a las PASO, pero UxP cayó cerca de 7 mil. Con el 80 por ciento de las mesas escrutadas, Marcelo Matzkin, de JxC, se quedaría con la intendencia por más de 2 mil sufragios.

En la cuarta hubo buenas y malas. Junín no pudo volver a manos del peronismo y Pablo Petrecca logró reelegir por segunda vez, tras retener la mitad de los votos de su crítico opositor en la interna partidaria de las PASO. Valeria Arata, la dirigente massista que por primera vez compitió por la intendencia, creció más de 6 mil votos, pero no le alcanzó para hacerse con el municipio. 

De todas maneras, hubo buenas noticias para el peronismo en la sección con el triunfo de Sergio Barenghi en Bragado, en un proceso de unidad liderado por Darío Duretti y el espacio del ex intendente Aldo San Pedro, que devolvió el distrito al peronismo. También Chacabuco se pintó de celeste y blanco porque Darío Golía vuelve a la intendencia tras dos mandatos de radicalismo, con un triunfo que tuvo una diferencia de 20 puntos. 

La quinta no logró llevar a General Pueyrredón a las manos de UxP y Guillermo Montenegro consiguió su reelección frente a Fernanda Raverta, quien supo descontar 10 mil votos entre agosto y octubre. Pero hubo festejos peronistas ya que en Dolores, Juan Pablo García destronó la violencia de Camilo Etchevarren, al frente del distrito desde 2007.