El jueves ante la Corte, la ministra de Educación salteña, Analía Berruezo detalló que, de acuerdo con una encuesta realizada hace apenas unos días, “de 30 mil (alumnos que concurren a escuelas públicas provinciales), sólo diez solicitaron quedar fuera del aula” durante el dictado de la materia educación religiosa. Esos chicos, explicó, “tienen un trabajo concreto con un docente de grado. En algunos casos sus padres no quieren que estudien principios y valores, entonces trabajan con tareas de refuerzo solicitadas por los papás en las actas”.

Tras una pregunta de la jueza Elena Highton de Nolasco acerca de los recursos de que dispone la provincia –que reconoce  oficialmente 44 cultos–  para asegurar que “están en igualdad de condiciones (…) todas las religiones y las no religiones, con aulas, profesores para todo eso”, Berruezo aseguró que “la educación religiosa es una disciplina que no necesita docentes de distintos credos, sino docentes de educación religiosa acreditad por su título”. La ministra también dijo que sobre el Profesorado de Ciencias Sagradas “Monseñor Roberto José Tavella”, único instituto provincial que extiende títulos habilitantes para estos docentes, no hay intervención del Arzobispado local, aunque depende de él. (Durante años, en su propia web institucional el Profesorado explicaba que su finalidad era “formar a sus estudiantes como asistentes pastorales y dirigente católicos”. El plan de estudios vigente puede verse en http://profesoradotavella.blogspot.com.ar).

La ministra reiteró varias veces ante los jueces de la Corte que, actualmente, la situación en las escuelas no es la misma que cuando comenzó la demanda. Dijo que cambiaron las prácticas (el rezo está “prohibido”, lo mismo que las bendiciones a la hora de la comida) y que los materiales de estudio nada tienen que ver con los usados en cursos de catequesis. Sin embargo, la abogada Gabriela Gaspar, quien representó a las madres a lo largo de todo el proceso del amparo colectivo, aseguró a PáginaI12 que eso no es cierto. “Este libro se usó todo este año, esta misma semana inclusive, por ejemplo, en el 6º grado de la Escuela Urquiza, en la capital” salteña, dijo, en referencia a “Hablamos de Dios. Enseñanza religiosa escolar. 3”, del que pueden verse algunas páginas en esta nota. El índice del volumen, editado por SM y aprobado por el Consejo Superior de Educación Católica (Consudec), estructura sus contenidos en tres grandes bloques. En el primero, agrupados bajo el lema “Hablamos de Dios Padre y de su promesa de salvación”, se estudian tres capítulos: “Dios, Creador y Padre”, “Dios promete un salvador” y “Dios cumple su promesa”. El segundo eje, “Hablamos de Jesús y de cómo salvó a la Humanidad”, discurre en torno a “La familia de Jesús”, “Vida pública de Jesús”, “Jesús nos salvó” y “Jesús resucitó”. El tercero, “Hablamos de los cristianos y de su vida en comunidad”, se sustenta en cuatro ejes: “El espíritu de Jesús”, “El Bautismo en la Iglesia”, “El nacimiento de Jesús”, “Hijos de Dios y hermanos (recapitulación y síntesis)”.