2 Central: Rodríguez; Ferrari, Leguizamón, Martínez, Gómez; Camacho, Romero, Gil, Carrizo; Zampedri,  Ruben. DT: Paolo Montero.

1 Deportivo Riestra: Morel; Bochi, Silvani, Benítez, Montero; Ríos, López, Mauricio Soto, Herrera; Sánchez, Sebastián Soto. DT: Jorge Benítez.

Goles: ST: 10m Zampedri (C), 20m Gómez e/c (R), 27m Leguizamón (C).

Cambios: ST: 16m Fernández por Ríos (R), 22m Benítez por Herrera (R), 28m Pereyra por Carrizo (C), 30m Quiroga por S. Soto (R), 38m Colman por Gil (C), 45m Herrera por Ruben (C).

Arbitro: Hernán Mastrángelo.

Cancha: Argentinos.

 

Se le hizo cuesta arriba al Canaya. Riestra renunció a toda chance de ataque y se defendió de manera muy dura, pero Central pudo doblegarlo y ganar 2 a 1 y avanzar a los octavos de final de la Copa Argentina. Zampedri y Leguizamón anotaron los goles.

Por algo dijo Paolo Montero en la previa que prefería jugar con Boca o River antes de que un rival como Riestra. Es que el flamante ascendido al Nacional B se replegó desde el minuto cero y defendió bien cerca de su arquero Morel. Renunció a toda chance de ataque y los diez hombres de campo en poquísimas ocasiones superaban la mitad de cancha. Central conducía con sencillez hasta el círculo central, pero se le cerraban los atajos cuando debía profundizar.

Era un partido para tener una paciencia infinita, mover la pelota de lado a lado hasta encontrar los huecos para doblegar al rival. A los 7 minutos el Canay ya contaba con tres corners a su favor. Zampedri lo perdió dos veces en el área chica: en la primera Morel le desvió un cabezazo, y en la segunda la tiró por encima del horizontal. Ferrari y Gómez escalaban una y otra vez con acierto, pero no había descarga certera en los mediocampistas encargados de desnivelar, léase Camacho y Carrizo. Cuando se agotaba la paciencia, aparecían los pelotazos intrascendentes.

La diferencia de categoría resultó muy evidente, mucho más que en la mayoría de los cruces de la Copa Argentina. Pero Riestra se defendió muy bien y Central no supo mantener la tranquilidad del inicio. En el último cuarto de hora, el elenco del ascenso salió de la cueva e inquietó con un par de contragolpes. Nada peligroso para Rodríguez, solo un llamado de atención a tener en cuenta. Porque cuando el Canaya bajaba la intensidad y la presión alta, Riestra se animaba.

 

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Zampedri pudo encontrarle la vuelta a un arco cerrado y debutó en la red para el Canaya.

 

Para no dejar dudas, Central regresó del entretiempo con otro tono, decisivo a explotar otras variantes para quebrar a Riestra. Carrizo y Camacho probaron desde afuera del área para impedir el cierre de la defensa de los blancos. Ruben, desaparecido en el primer tiempo, casi la emboca con un toque de calidad. Riestra se desmoronaba y a la salida de un córner llegó el gol. Cabeceó Camacho, Morel dio un rebote corto y Zampedri se sacó la mufa para convertir su primer gol con la camiseta auriazul.

Central respiró, se sacó el peso de encima de marcarle un gol a un equipo que se negó a jugar. Pero unos minutos después una desinteligencia devolvió todo a foja cero. Gómez la metió involuntariamente en su propio arco y Riestra consiguió el empate casi sin proponérselo. Lejos de paralizarse, el elenco de Montero fue con todas sus armas a buscar el segundo. Morel se lo sacó a Martínez desde lejos y rápido convirtió el central Leguizamón en posición de nueve. Al igual que Zampedri, el paraguayo celebró su primer gol en el club.

El tanto se gritó mucho más fuerte y con más desahogo que el primero. Riestra lo sufrió aún más y se quedó definitivamente sin fuerzas para avanzar en el campo. Aún con dificultades, Central procuró quitarle ritmo al juego y cuidar la pelota, sobre todo en los pies de Camacho, Gil, y su reemplazante Colman. Trabajosa, complicada, con aciertos y errores, así llegó a la victoria y a pasar de ronda. Al fin y al cabo, lo único que importaba.