Las autoridades siguen buscando intensamente a un reservista del ejército que abrió fuego en un bowling y en un bar-restaurante del noreste de Estados Unidos y mató por lo menos a 18 personas e hirió a varias decenas, en una de las peores masacres de los últimos años en un país célebre por sus ataques masivos con armas.

"Me entristece profundamente presentarme ante ustedes hoy para informarles que 18 personas perdieron la vida y 13 resultaron heridas en los ataques de anoche", dijo la gobernadora del estado de Maine, Janet Mills.

Las matanzas ocurrieron en Lewiston, una ciudad de 36.000 habitantes, la segunda del estado. Las autoridades de Maine instaron a la población a permanecer en sus casas por el riesgo que supone este hombre "armado y peligroso" que se dio a la fuga tras los tiroteos.

La policía identificó al atacante como Robert Card, de 40 años, y difundió su fotografía. Por el momento se desconocen sus motivaciones. Según CNN, que cita fuentes de la policía, Card es un instructor certificado y reservista del ejército (ver aparte).

"Tenemos literalmente a cientos de policías que trabajan en todo el estado de Maine para localizarlo", afirmó el responsable de la seguridad pública de Maine, Mike Sauschuck.

Un coche vinculado con Card fue encontrado por las fuerzas del orden en el poblado de Libon, a unos 12 kilómetros al este de Lewinston. El jefe de Policía de Lisbon, Ryan McGee, reiteró a los habitantes de la zona que permanezcan en sus casas y contacten con las autoridades si ven algo sospechoso. "Queremos localizar al individuo y mantener a la comunidad segura", dijo el agente en la cadena CNN.

McGee no quiso entrar en detalles sobre las pistas que la policía maneja respecto al paradero de Card y no quiso responder ante preguntas de reporteros sobre la posibilidad de que el sospechoso haya huido hacia otro estado.

Por su parte, la policía del estado fronterizo de Nuevo Hampshire informó de que está colaborando con las autoridades en Maine. "No se conoce ninguna amenaza específica para el estado de Nuevo Hampshire en este momento, pero los policías permanecen vigilantes y listos para responder", informó la cuenta oficial de la Policía del estado en la plataforma X, antes conocida como Twitter.

Varios distritos escolares en el estado, incluyendo el de Portland, la ciudad más poblada, han decidido suspender las clases.

A su vez, varias agencias del Gobierno federal, incluyendo el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional, se han unido a la búsqueda del sospechoso.

A media asta

Esta nueva matanza, una de las más mortíferas desde la de Las Vegas en 2017, se añade a la larga lista de tiroteos que enlutan regularmente Estados Unidos, donde las armas pululan y son fáciles de adquirir.

Tras haber sido informado de lo ocurrido, el presidente Joe Biden se ausentó de una cena de Estado en honor al primer ministro australiano para comunicarse con funcionarios locales y ofrecerles el apoyo federal, según la Casa Blanca. Poco después ordenó colocar la bandera nacional a media asta en todos los edificios federales, "como muestra de respeto hacia las víctimas de los actos de violencia sin sentido" ocurridos en Lewiston. "Nuestra nación está de duelo nuevamente", lamentó el presidente en el comunicado, llamando al Congreso a "prohibir las armas de asalto".

Las fotos divulgadas del sospechoso muestran a un hombre con barba, vestido con una chaqueta marrón, pantalones azules y zapatos marrones, con un rifle semiautomático. Según Sauschuck, la policía halló una camioneta blanca abandonada a una decena de kilómetros de Lewiston.

Los tiroteos ocurrieron al menos en dos lugares: una bolera (bowling) y un bar-restaurante. El FIB de Boston señaló que participa también en la búsqueda del sospechoso.

Varios medios mencionaron también un tiroteo en un centro de logística de un supermercado Wallmart, pero las autoridades no lo han confirmado.

"Me tiré encima de mi hija, y mi madre encima mío", dijo Riley Dumont, y explicó cómo su padre, un policía retirado, volcó una mesa para proteger a niños de la balacera.

"Una locura"

"Nunca habíamos vivido algo así", declaró a la televisión local Cynthia Hunter, que vive en Lewiston desde 2012.

Las escuelas públicas permanecerán cerradas el jueves, informó un funcionario local en X (anteriormente Twitter).

"Estoy horrorizado por lo que pasó en Lewiston esta noche", dijo el representante de Maine Jared Golden en un comunicado.

Estados Unidos tiene más armas que habitantes: un adulto de cada tres posee al menos un arma y casi un adulto de cada dos vive en una casa donde hay un arma. La consecuencia de esta proliferación es la altísima tasa de muertes por armas de fuego, incomparable con la de otros países desarrollados.

Excluyendo los suicidios, más de 15.000 personas han muerto a causa de la violencia armada desde principios de año en el país, y el ataque del miércoles es el más mortífero registrado durante el período, según la asociación Gun Violence Archive (GVA).

Stephen King, un escritor que ha ambientado varias de sus noveles en Maine, denunció este jueves la ausencia de reglamentaciones sobre las armas de fuego. "Es una locura en nombre de la libertad", señaló en X, donde también indicó que vive "a menos de 80 km" de Lewiston.

Los esfuerzos por endurecer el control de armas han chocado durante años con la oposición de los republicanos, defensores acérrimos del derecho constitucional a portar armas. La parálisis política se mantiene pese a la indignación generalizada por los recurrentes tiroteos.