El documental marplatense La memoria que habitamos, que aborda el asesinato de Silvia Filler durante una asamblea estudiantil en la Universidad de Mar del Plata en 1971, fue declarado de “interés legislativo” por el Concejo Deliberante de Villa Gesell.

“La memoria que habitamos” es una película documental marplatense estrenada en noviembre del año pasado en el marco del 37° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. A través de una narrativa dinámica, el cine narra por primera vez el crimen de la estudiante Silvia Filler por parte de una patota de la derecha del peronismo durante una asamblea universitaria. 

Filler era estudiante de la entonces Universidad Provincial de Mar del Plata y estaba participando de una asamblea en donde hoy funciona la sede del rectorado -en el aula magna que actualmente lleva su nombre-, cuando integrantes del Centro de Estudiantes de Arquitectura Unidos (CEAU) comenzaron a insultar a quienes llevaban adelante el encuentro. En el momento de mayor tensión, parte del grupo salió corriendo en busca de una patota que esperaba en una casa a media cuadra de la facultad. En medio de una situación de desorden, dispararon contra las y los estudiantes, causando la muerte de Silvia Filler, quien recibió un tiro en la frente. 

La película fue producida por la Universidad Nacional de Mar del Plata, la Fundación Universidad y realizada por el equipo de la Dirección de Contenidos Audiovisuales de la Secretaría de Comunicación y Relaciones Publicas de la UNMdP. Desde el estreno, recorrió la provincia y los festivales del mundo obteniendo distintos premios, entre los que se encuentra el Festival Internacional de Cine del Fin del Mundo, que se realiza en Ushuaia. Ahora, suma otro reconocimiento a su lista. 

En la declaración del Concejo Deliberante de Villa Gesell se expresa que “es un excelente recurso audiovisual para trabajar con jóvenes y adultos el abordaje intergeneracional de una época tan oscura y compleja para la sociedad argentina”. Desde el deliberativo de Villa Gesell se expresó que la película, dirigida por Diego Ercolano, “es un contenido que fue desarrollado con rigor periodístico, de investigación y vinculando a jóvenes estudiantes con la recreación del evento”.

El crimen de Filler nunca obtuvo justicia. Antes de recibir la condena, los responsables de la CNU aprovecharon el beneficio de amnistía política de 1973 y quedaron libres. Sin embargo, su familia nunca dejó de reclamar y acompañó los juicios en donde parte de los culpables fueron condenados por delitos de lesa humanidad cometidos en la previa de la última dictadura cívico militar. La película también recuerda y homenajea a aquellos que todavía piden justicia.