Acorde a los últimos focus groups y las encuestas que manejan en el Gobierno, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, presentó ayer su informe en el Congreso Nacional marcando la nueva postura oficial sobre la desaparición de Santiago Maldonado. “Mi preocupación y ocupación como gobierno es encontrar a Santiago Maldonado con vida. Si se comprueba algún delito por parte de las fuerzas de seguridad no habrá ningún tipo de encubrimiento”, dijo Peña, quien de todas maneras defendió el accionar del ministerio que conduce Patricia Bullrich y plasmó el giro discursivo frente a la responsabilidad de las fuerzas de seguridad: “No damos por sentado que fue Gendarmería, tampoco que no lo fue”, aclaró. La gran mayoría de las intervenciones de los senadores de la oposición estuvieron atravesadas por el caso del joven visto por última vez el 1 de agosto en Chubut, durante un operativo de la Gendarmería. “No están garantizados todos los derechos para todos los ciudadanos, como es el caso de Santiago Maldonado”, disparó el senador Ruperto Godoy (PJ-FpV), quien protagonizó un duro cruce con el jefe de Gabinete. En otro encendido discurso, el senador de Proyecto Sur Fernando “Pino” Solanas exhortó al Gobierno a terminar con la “lamentable campaña mediática de desvalorización del ciudadano argentino Maldonado”.

Marcos Peña entró al Senado con un informe sobre obras de infraestructura y la promesa de que la inversión tendrá un “aumento real” del 50 por ciento para el año próximo. Sin embargo, como ocurrió la semana pasada en Diputados, la presencia del jefe de Gabinete estuvo concentrada en Maldonado. En ese contexto y con los resultados de distintos sondeos que mandó a hacer el macrismo, Peña se encargó de marcar la nueva postura del oficialismo. Encaró el tema con un par de frases de rigor antes de ser abordado en las preguntas, divididas por tandas según los distintos bloques. El objetivo fue mostrar al Gobierno ocupándose del tema y dispuesto a colaborar en la investigación. Eso sí, a 37 días de ocurrido el hecho.

“Se han ido produciendo hechos importantes que están dañando severamente a las instituciones y también derechos básicos de los ciudadanos”, disparó Godoy, el segundo senador en hacer uso de la palabra. El sanjuanino comenzó una enumeración en la que acusó a Cambiemos de incumplir el contrato electoral y mentirle a la sociedad. “Faltaban a la verdad cuando decían que venían a unir a los argentinos, a instalar el diálogo. Lo que han instalado es un dispositivo mediático perverso de persecución, de señalamiento, instalando el odio”, continuó. Apenas se pasó del tiempo fijado para sus preguntas, la vicepresidenta Gabriela Michetti le cortó el micrófono. Godoy siguió hablando a viva voz ante el reclamo de Michetti para que respetara el tiempo fijado. 

Luego continuaron las preguntas del resto de los senadores del FpV-PJ. La mendocina Anabel Fernández Sagasti preguntó por la represión policial del viernes, en la masiva marcha en Plaza de Mayo. “¿Por qué había policías no identificados y sin uniforme?”, cuestionó la senadora, quien advirtió que había agentes “infiltrados para hacer corridas y lograr detenciones”. “¿Quién dio la orden para la cacería de ciudadanos, que incluyó a periodistas?”, continuó y remató con la denuncia por “las vejaciones que sufrieron los detenidos”. 

La santacruceña Virginia García le pidió a Peña “despejar contradicciones” y enumeró varios puntos: la presencia durante el operativo del jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad, Pablo Noceti; las diferentes versiones sobre la cantidad de agentes presentes; las órdenes del juez para despejar la ruta (no para ingresar a la comunidad) y las declaraciones del comandante de Gendarmería Diego Balari, quien afirmó que cumplieron ordenes del Ministerio de Seguridad, no del juez.

A su turno, Peña fue buscando justificaciones. “No creemos que haya una contradicción porque hay una foto hablando con un gendarme”, expresó respecto de Noceti. Calificó como “cuestiones semánticas” las afirmaciones de Balari y dijo que las diferencias con los números de gendarmes responde a que fueron procedimientos en dos días distintos. Sobre la represión del viernes, desmarcó al Gobierno: “Nos parece irresponsable la idea de que el gobierno provocó los incidentes. Consideramos que ha sido un operativo profesional.”

“Hasta hoy no hay ningún imputado en la causa. Hoy no se puede afirmar que haya sido Gendermería, como tampoco podemos afirmar que no fue. Eso lo tiene que definir la Justicia”, aseguró Peña, deslindando responsabilidades en la fiscal Silvina Ávila y el juez Guido Otranto. El jefe de Gabinete aseguró que “no hay un elemento de prueba concreto, fehaciente” en el expediente y que las declaraciones de los testigos deberán “ser investigadas” por la Justicia. También le restó importancia al cambio de carátula: “Eso no implica que haya una desaparición forzada. Implica que se investiga la hipótesis más grave”, argumentó.

Ante la férrea defensa de la Gendarmería que había realizado Bullrich en la Comisión de Seguridad del Senado y el avance de la investigación que  conduce cada vez más a la responsabilidad de la fuerza, Peña ensayó una justificación: “No ha habido una sola acción del Ministerio de Seguridad que sea objetable en materia de procedimiento o acción. Alguno puede objetar alguna declaración”, dijo. Se refería, sin nombrarla, a la frase de Bullrich en la que dijo que no iba a “tirar un gendarme por la ventana” porque eso sería ser una “mala ministra”. “¡Me la banco yo!”, exclamó la ministra el 16 de agosto.

Con un tono mucho más moderado y tamizado por algunos elogios a la economía, Miguel Pichetto también habló de Maldonado. Afirmó que Cambiemos había “subestimado” el tema y puso de ejemplo que recién ayer el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, viajó al sur. Casi a tono de consejo, dijo que no es oportuno abordar la problemática de las manifestaciones de grupos violentos (como la RAM) cuando hay una persona desaparecida. Cerró con un pedido para que “desde el Gobierno se avance en la investigación”.