En estos últimos días previo al balotaje, Victoria Villarruel tiene un desafío extremo. O dice lo que quiere o se conforma con hacer lo que le indican desde su equipo de campaña. Y ese dilema se ve reflejado en un tema central de la agenda de Defensa y Seguridad, que ella misma se autodenomina especialista: un eventual retorno del Servicio Militar Obligatorio (SMO). La sobrina del genocida Ernesto Guillermo Villarruel pretende el retorno de la colimba, suspendida hace ya casi 30 años tras el asesinato de conscripto Omar Carrasco, pero, por alguna razón, en las últimas horas decir que su proyecto, es solo, un deseo "sin contexto".

La batalla del quiero/puedo de la abogada que visitaba a Rafael Videla en la cárcel se vio materializada en un posteo de su cuenta de Instagram. El 4 de mayo del 2022, cuando los planes presidenciales de Milei aún no veían la superficie, su compañera de bancada de Diputados intentó colar en agenda la posibilidad de un retorno de la colimba. "La Defensa Nacional es para garantizar la sobería e independecia, la integridad territorial y capacidad de autodeterminación y proteger la vida y libertad de los cuidadanos. El Servicio Militar Obligatorio tenía ese fin. El rol de las FFAA es ese y ningún otro". Más explícito, imposible.

En las muchas entrevistas que brindó a medios "amigos", ningún/a periodista le consultó sobre esa intención que la también la había dejado por escrito en su página web. Ahora, con el fervor de la campaña al balotaje, la militancia en redes sociales reconoció esa poblicación y exhibió el objetivo de Villarruel en caso de llegar a la Rosada. Según el propio Milei, parte del acuerdo con la abogada de CUIT casi intacto implica que ella se haga cargo de las carteras de Defensa y Seguridad.

Pero Villarruel debió volver sobre sus pasos. No se sabe si por orden de alguien, en las últimas horas editó su mismo posteo de la red social para decir que su proyecto no es "aplicable al contexto actual", sin dar mucho más detalles a su rectificación