Desde Barcelona

CERO Beatlemanía, Leonormanía, Friendsmanía, Sánchezmanía y una cada vez más maniático Rodríguez.

Así las cosas, las manías.

UNO El pasado jueves Rodríguez escuchó la "nueva" canción de los Beatles. Pero no lo engañan: no es nueva ni lo fue cuando supuestamente debía serlo (esta tan agradecible como innecesaria "Now and Then" debía ir en el tercer volumen de Anthology, allá por los '90s). Pero un George Harrison fastidiado por todo el asunto (y, de nuevo, por las directivas de McCartney) decidió que ya era suficiente y regresar a su nirvana gruñón. Así, de nuevo: cassette que liberó/pasó Yoko Ono y ahora Paul y Ringo (quien nos va a enterrar a todos) jugueteando en el estudio con el ectoplasma de John y George. Y suena como espejismo de Oasis. O zócalo de Crowded House. Pero aún así... Y allá vamos --once more unto the breach-- para relanzamiento con remezclas 2023 y temas añadidos de aquellas compilaciones roja y azul con los chicos posando, antes y después, en aquella escalera de la EMI House. ¿Volverá a comprárselas o, mejor dicho, volverán a vendérselas a Rodríguez? Fue Bruce Springsteen quien dijo que "Yo nunca quise conocer a los Beatles: yo quería ser los Beatles". Rodríguez nunca quiso ser los Beatles, pero sí piensa que los Beatles deberían quererlo mucho a él por todo el dinero que lleva gastándose en ellos. Y la "novedad", sí, es que ahora el "estreno" de algo cuyo demo circulaba on line viene envuelto en esa supuesta excitación de la llamada Inteligencia Artificial que no hace otra cosa que lanzar al vacío cada vez más lleno versiones y reversiones de cualquier cosa beatle que se ponga a tiro para mezclarla con cualquier otra cosa o coso. O --lo que es peor-mejor o mejor-peor a la hora de discutir si entramos en la era del fin de la creatividad o en la de la creatividad sin fin-- canciones que suenen como una canción de los Beatles pero no beatles. Sí, la I.A.: esa entidad que muchos anticipan y advierten como aquello que acabará con la raza humana pero que, por el momento, continúa a los Beatles.

DOS Y en los últimos días Rodríguez se la pasó silbando esa canción faux Beatle pero sin help de I.A. La que grabó The Rembrandts (luego de que They Might Be Giants se negasen) para Friends, serie con acaso el mejor casting después del de los Beatles. Se quería "Shiny Happy People" de R.E.M. pero la banda dijo no y, como dice ahora Sánchez, se hizo "virtud de la necesidad". Y de ahí, con esas palmitas a la altura del estribillo, ese "Yo estaré allí por ti". Y, sí, tiene confesarlo: a Rodríguez le entristeció mucho más la muerte de Chandler Bing que la de Matthew Perry (en algún lugar, seguro, ya se trabaja en el holograma de ambos para cuando toque reunión with a little help to my friends). Chandler era, claro, el favorito de Rodríguez porque Mónica (en principio, después de bailar en la oscuridad con Bruce en ese video, antes de que se parezca cada vez más a lo que va en camino de parecerse la tensa reina Letizia) era la friend favorita de Rodríguez. Pero los años consagraron a la muy maniática Phoebe y en cuya boda, casi al final de última temporada, sonó por primera y única vez versión de canción de los Beatles llamada "Here, There and Everywhere".

TRES Y aquí y allá y en todas partes, You say it's your bithday... Y --a la edad en que los futuros Fab Four andaban twisting and shouting por los trasnochados y anfetamínicos bajos fondos de Hamburgo aullando canciones como "Baby, It's You" y "Little Queenie"-- la princesa Leonor juró la Constitución. Y se convirtió no sólo en mayor de edad sino también en legítima heredera al trono de España y todo eso. Y nada es casual: vísperas de Halloween rebosante de disfraces y muertos vivos (que no incluyen a los Beatles, quienes son vivos muertos). Y merchandising surtido, horas y horas de tv-tertulias discutiendo por qué las otras princesas europeas no la invitan a sus guateques, o por qué no fue a la jura aquella o este miembro de la cada vez más (ir)real familia, o por qué las encuestas oficiales nunca preguntan acerca de si tiene sentido seguir manteniendo a los Borbones. Y titulares del tipo "Bienvenida seas, Leonor, a nuestra Historia", "Feroz ataque a Leonor: los socios del gobierno niegan la Constitución", "Ella es Generación Z y conecta con nuestra realidad", "Las mujeres que la han educado: de una enfermera republicana a una profesora conservadora", "El gobierno minimiza las ausencias", "La futura reina Leonor: el mejor antídoto contra la amnistía", "La princesa Leonor sella su compromiso con un futuro de esperanza", "Leonor entre hienas", "Leonor, ya puedes votar", "El Rey a su hija: 'Querida Leonor, no estarás sola en el camino'". Pero, más allá de long and winding road lo que importa es la tapa de ¡Hola! Y hello, goodbye y all you need is Leonor vestida de soldadito o de traje-pantalón blanco "empoderado y simbolizando lo intachable" y, tomorrow never knows, tal vez futura y solitaria Leonor Rigby. Primogénita Preparadísima hija de Preparado Hijo Menor Varón y de la Supuesta Modernizadora de Institución Anticuada Letizia con larga sombra de Siempre Listo Inviolable Campechano Abuelo no invitado al magno evento y sí a discreta reunión familiar a puertas cerradísimas. Y fue Carmen Maura la única que se atrevió a decir, en entrevista, que "Pobrecita. Lo que le ha caído encima... El otro día pensaba que la hermanita tiene que estar relajada y contenta porque no le ha tocado a ella". (A decir verdad, Rodríguez es fan de la segundona infanta Sofía, con aire Phoebe, y a quien no puede sino anticiparle un tránsito de volátil e inestable party-girl entrando por las ventanas del baño con modales de Margaret Windsor o Stéphanie Monegasca). Mientras tanto y hasta entonces: país de monarquía parlamentaria con presidente en funciones silbando "Bésame mucho" a diestra y siniestra para conseguir nueva investidura de gobierno progresista "por el bien de España". Gobierno con tantos invitados (incluyendo a un Puigdemont haciéndose rogar en su Freedonia particular, reclamando demasiado a cambio de dar el sí, quiero) que el Partido Socialista Español ya bien podría ser rebautizado como Partido Sociolista Español. Y, sí, el PSOE de Sánchez consultó a la militancia con pregunta más bien ambigua y sin contar muy bien qué y cómo era lo que se estaba pactando/concediendo a quienes hace poco se aseguraba no se otorgaría nada. Y lo hizo con algo, para Rodríguez, demasiado parecido a que un amigo te diga que te va a presentar a una chica siempre y cuándo te comprometas antes a casarte con ella. En cualquier caso, Leonor ya juró pidiendo confianza en ella (recibiendo 3'52" de aplausos, lo que dura un muy bien acompañado single). Y Sánchez casi investido siguió prometiendo. Mientras, los cumplidores Beatles --separados, muertos, inmortales, all together now again-- cantan en "Now and Then", agraciados y agradecidos, que "Sé que es verdad / Todo se debe a ti / Y si lo consigo / Todo se debe a ti". De nada, de nuevo, gracias a ustedes. Y a votar o comprar o vivar o perpetuar que, definitivamente es lo mismo: el pueblo dando mucho a unos pocos mientras aquí y allá en cada vez en más partes --más maníacos que maniáticos-- nadie piensa en el ayer ni mucho menos imagina darle una oportunidad a la paz, porque lo único que se quiere es darle el mordisco más grande a esa manzana.